Después de leer las columnas de los progres y los socialistas confesos de hoy, 24 de julio, en la prensa, el viento me trae humo que huele a elecciones anticipadas. El veteranísimo Miguel Ángel Aguilar no aguanta al PP en el Gobierno y se pone a elucubrar en El País sobre otro 14-M, que claro, antes estuvo precedido por un 11-M:
«A un político que haya perdido la cara solo le queda marcharse. Este axioma quedó confirmado, una vez más, cuando la masacre del 11-M de 2004. (…) Por eso las elecciones generales previstas solo tres días después, el 14-M, ofrecieron el resultado inverso al cantado por los sondeos. Votar contra el PP constituyó la oportunidad de escarmentar a los mentirosos escalonados, desde Ángel Acebes, Eduardo Zaplana y Ana Palacio hacia arriba, hasta José María Aznar. Convencidos todos de encontrarse en situación propicia para manipular, sin advertir las consecuencias que desencadenaban».
No recuerdo que Aguilar escribiese algo parecido cuando Zapatero nos mintió a todos en las elecciones de 2008 negando la crisis o en 2010, cuando aplicó una política económica contraria.
La entrevista de Felipe González publicada ayer, 23 de julio por El País, la tratan varios columnistas. Marcello la coge con sus dientes y la destroza. De Felipe dice que:
«Llora por la democracia humillada por los fieros y despiadados mercados, lo que está muy bien. Porque ello quiere decir que González se ha arrepentido de sus desmanes a su paso por el Gobierno de España, el crimen de Estado, la corrupción a granel en las altas instituciones del país, la autocracia y patadas a la libertad de expresión. Además le dejó a Aznar una herencia de ruina económica -Solbes en su primera versión, luego repitió la ruina con Zapatero- , que el del PP supo embridar».
Antonio Casado nos desvela que González y Rubalcaba hablan mucho entre ellos y que los socialistas son tan buenos chicos, a diferencia de los ‘peperos’, que aplauden al capitán que conduce el barco a los arrecifes:
«Tan lúcido como siempre, el ex presidente González, con el que Rubalcaba habla muy a menudo, declaraba ayer en una entrevista que el reciente plan de ajuste de Rajoy es ‘una máquina de destrucción de clases medias’.(…) Los socialistas no pierden ocasión de decir que la política económica de este Gobierno nos lleva al desastre. Sin embargo Rubalcaba y su equipo comparten y asumen absolutamente el discurso de Moncloa».
Entonces, ¿qué puede hacer el PSOE? En El País Juan Carlos Rodríguez Ibarra invoca a sus militantes a pacificar el partido y ofrecer un nuevo programa y para ello cita, de nuevo, a González:
«Nadie elige al PSOE para que gobierne como gobierna la derecha, pero mejor; quienes votan PSOE esperan que ese partido gobierne, en la forma y en el fondo, de manera diferente a como lo hace el PP. (…) Hoy eso no está ocurriendo. La moda o la toma de decisiones acríticas están convirtiendo al PSOE en un partido donde podría hacer fortuna aquello que dijo Felipe González: ‘Me siento militante pero cada día menos simpatizante de mi partido'».
Salvador Sostres en El Mundo, en cambio, cree que Rajoy será sustituido, pero por un tecnócrata, sin elecciones ni otras zarandajas.
«El único debate serio que tiene España por delante es quién será nuestro gestor, nuestro Monti. No lo vamos a decidir nosotros, pero supongo que nos consultarán, o que harán ver que lo hacen. Éste es el único debate. Lo demás son conversaciones absurdas y estériles basadas en la irrealidad y en la ignorancia. Rajoy no se comerá los turrones. Tal vez ni pase de octubre en La Moncloa. Ha demostrado una incapacidad absoluta y una flagrante deslealtad hacia los españoles».
De todo lo anterior, no sabemos lo que piensan Federico Jiménez Losantos y César Vidal porque estos abanderados de la libertad de horarios y del comercio abierto 24 horas al día ya están de vacaciones.
TERTSCH RECUERDA OTROS ASESINATOS EN LA CARRETERA
Edurne Uriarte nos aporta un poco de ironía al comentar el enfado de los ‘intelectuales’ al tener que pagar impuestos como todos los demás.
«(…) da lugar a una sorprendente confluencia, la de los progresistas con los liberales, todos en contra de los impuestos, nefastos, dicen, por múltiples razones. En el caso de la indignación de Mariscal, porque el producto que él vende y con el que se gana su dinero es importantísimo para el bien social y debería estar exento de las cargas soportadas por los demás empresarios que producen cosas menos importantes para el bien social.»
Hermann Tertsch confiesa que a él no le sorprendería que Oswaldo Payá haya sido asesinado.
«Cuando leí de madrugada la primera noticia del accidente de Oswaldo Payá me acordé por asociación inmediata de Vuk Draskovic. A Vuk, tempestuoso líder nacionalista serbio, lo intentaron matar dos veces en la carretera. Una de ellas, en la autopista hacia Belgrado, fue la más espectacular. (…) Es un método bastante habitual para matar el del accidente de tráfico. Las mafias emergidas de los aparatos comunistas lo utilizan aun con profusión. Lo habían hecho antes la KGB, la Udba yugoslava, la Stasi o la Securitate».
La columna lametón la perpetra hoy Curri Valenzuela, que nos cuenta cómo Ana Botella, con su sueldo de 100.000 euros brutos, que se rebajarán a 68.000 el año que viene, se aprieta el cinturón:
«Para que los madrileños no digan, la alcaldesa ha reducido considerablemente el número de coches oficiales adscritos a la corporación y ella misma viaja en transporte público con frecuencia.»
Si es que lo madrileños somos unos desagradecidos…