Como ya hemos comentado en otras ocasiones en este mismo espacio, muchos columnistas del papel no se han adaptado a un mundo en el que existe internet y siguen empeñados en escribir sus artículos sobre algo que ocurrió la jornada anterior, de forma que se puedan leer dos días después de producidos los hechos comentados. Y claro, algo muy brillante se debe decir para que tenga interés, puesto que en todo ese tiempo ya han aparecido en la red una gran cantidad de análisis y opiniones.
Esta reflexión inicial viene a cuento de que este 20 de septiembre de 2012 todavía aparecen artículos comentado la figura de Santiago Carrillo, cuyo fallecimiento ocurrió dos jornadas antes. El otro tema dominante es, no podía ser de otro modo, el encuentro entra Rajoy y Mas que tiene lugar este mismo día. Pero arranquemos con otra cuestión.
En El Mundo nos encontramos con un artículo de Luis María Anson que viene a ser la versión político-periodística que aquello tan castizo de ‘soy del Betis manque pierda’ o aquello tan de macho cabrio y desfilar veloz de «A la voz de ¡ A mí La Legión!, sea donde sea, acudirán todos y, con razón o sin ella, defenderán al legionario que pida auxilio». Esto último es lo que pide el otrora director de dos periódicos, que los ciudadanos acudan en auxilio de Rajoy, incluso aunque este haya dado sobrados motivos a sus votantes para dejarle de lado. Arranca Mar de fondo dando un toque de atención al Partido Popular:
Sectores muy cualificados del PP muestran ya abiertamente su inquietud por ciertos aspectos de la política del Gobierno Rajoy que han soliviantado a las bases. La hemorragia de votos, según las encuestas, es considerable. Aún más: como una cuestión de hecho, varios alcaldes de pueblos relevantes han entrado en contacto con el entorno de Rosa Díez para plantear la posibilidad de presentarse a las próximas municipales por el partido que ella lidera. La blandenguería de la política antiterrorista de Rajoy está fragilizando lealtades en otro tiempo incuestionables.
Y esto, la verdad, no sabemos si son comentarios que le han llegado, la expresión de un deseo propio o un aviso a los despachos moscovitas para que no bajen la guardia ante la potencial reaparición de un ex que nunca se terminó de marchar. En todo caso, ahí lo dejamos:
En las bases del PP crece la idea de que Aznar debe retornar a la política activa, al menos para hacerse cargo de Génova y enderezar el rumbo del partido. Pero, tal vez, se trata solo de una finta.
Pero lo importante es la conclusión. Conclusión sorprendente en aquel que gusta acompañar su firma con un «de la Real Academia Española» si se tiene en cuenta que durante décadas se erigió en firme defensor de la dureza con los terroristas y la no cesión al chantaje de ETA:
La gravedad de la crisis exige taparse las narices, soportar el hedor de las genuflexiones ante ETA y respaldar a Rajoy porque la unidad del PP resulta clave para superar la incertidumbre que acongoja a los españoles. Sería absurdo, sin embargo, pintar de rosas el camino abrupto por el que transitamos. La fractura interna del PP todavía no se ha producido pero el riesgo de que así ocurra provoca alarma generalizada entre los moderados españoles.
Salvador Sostres también opta por ir a lo suyo y comenta el vídeo que muchos consideran que ha acabado con las opciones presidenciales de Mitt Romney. En un concepto foráneo ofrece una reflexiones que sin duda molestarán a muchos y conseguirán el aplauso de otros, sobre todo liberales:
Los Estados Unidos son una idea y «redistribuir la riqueza es un concepto foráneo». Lo ha dicho Mitt Romney en una conversación grabada y difundida fraudulentamente, en una demostración más, que a nadie puede sorprender, de que la izquierda mediática americana es igual de mezquina que cualquier otra izquierda. Los comentaristas socialdemócratas, en la permanente exhibición de su zafiedad sin límites, han acusado a Romney de haber metido la pata en lugar de subrayar que nuestros peores enemigos son los que no respetan ni la vida de los otros ni la propiedad privada.
Concluye:
La subvención puede parecer un camino más breve y seguro pero el dinero de los demás al final siempre se acaba y vivir sin la presión de tener que generar un beneficio concreto para poder cobrar acaba reblandeciéndonos el alma y degradándonos la tensión espiritual. Nuestro trabajo es nuestra última medida de honor y hacer las cosas bien es lo que justifica y da sentido a nuestra existencia. Los Estados Unidos son la mejor idea que ha tenido la Humanidad y delatar a comunistas fue y siempre será una higiene fundamental. Nadie dijo que fuera fácil ni cómoda la libertad.
Y ahora, Carrillo, de la mano de Arcadi Espada y su Gran fumador. Reconozcámoslo, no tiene nada que ver con lo que se ha publicado hasta ahora:
Siempre se podrá decir que Carrillo tuvo el mérito de no echarse al monte [durante la Transición]. ¿Pero qué monte, si todo estaba ya edificado? En esos años tuvo el instinto de arrimarse a Enrico Berlinguer y copiarle todo menos la finura en aquel libro que le publicó el viejo Grijalbo, Eurocomunismoy Estado, mera socialdemocracia que no osa decir su nombre.
Algunas pinceladas finales:
Como, al revés de Fraga, no tenía ninguna Baviera (¡salvo Paracuellos del Jarama!, gritaban) se refugió en los medios. Su lugar. Su lugar poético.
Carrillo no fue nada real en la vida de España. Pero fue noticia.
De la mano de David Gistau y su Haciendo patria llegamos al otro gran tema del día: el nacionalismo catalán y la reunión entre Rajoy y Mas. Arranca ridiculizando al portavoz de CiU en el Congreso:
Duran Lleida vive de ser pendular. En función del auditorio, puede pasar por ministro en potencia con suite en el Palace o por secesionista de los de antorcha. Una baja médica lo salvó ayer de una caracterización excesiva en el Parlamento.
Sigue con un elogio a Rajoy:
Ayer despachó la trampa que le habían tendido con una sola idea descarnada pero suficiente: «Haré guardar la Constitución». A ver de dónde sacan ahí los editorialistas orgánicos del Freedom For un matiz catalanófobo con el que repartir alpiste.
Y finaliza ‘arreando’ a Mas:
Y ha descubierto que, cuando la cosa de pronto parece ir en serio, una parte de la Cataluña institucional, empresariado incluido, matiza por instinto de supervivencia el alarde independentista. Así, llega a la reunión casi en estado de suplicar a Rajoy una mínima concesión que lo salve de regresar a Cataluña como un derrotado que disparó al aire su bala de plata y cuyas amenazas nadie volverá a creer jamás. Liquidado, vaya.
En La Vanguardia, el propio José Antich, director del periódico del Grande de España Javier Godó, no se muestra muy optimista en cuanto a los resultados del encuentro para el nacionalismo catalán:
Por tanto, previsiones de desencuentro importante hoy en la Moncloa, a la espera de lo que se nos quiera explicar a lo largo de la jornada. No es una exageración decir que la responsabilidad de Rajoy y Mas en la cita de hoy es alta, por mucho que ambos lleguen al encuentro sin posibilidades de acuerdo.
Y termina con algo que, quizás no guste al presidente catalán:
¿Tiene un gran sentido prolongar artificialmente la legislatura si el programa electoral ganador en las urnas ha quedado en vía muerta y la propuesta estrella del Parlament no tiene recorrido? A este dilema, sin duda complicado y lleno de interrogantes, deberá encontrar respuesta quizá el propio Mas antes de lo que pensaba hace unos meses.
Por su parte, en esa misma cabecera catalana –¿Alguien recuerda que hace años a sus responsables les gustaba defender la idea de que era un periódico nacional, por España, con la redacción en Barcelona en vez de en Madrid? Ellos ya no, por lo que se ve– Pilar Rahola lanza un provocador e irónico Gracias, majestad . No, no es que la periodista haya renunciado al independentismo, es que considera que la carta online del Rey favorece a los secesionistas:
¿Qué ha sido lo de la carta real, nervios, error o paquete? Me inclino a pensar en una mezcla de los tres: nace de los nervios, es un error y tiene como objetivo asustar al personal, por aquello del Rey, el ejército y la unidad de España que tenemos en el cerebro reptiliano. En catalán, cuando esto ocurre, decimos que han sacado el santcristo gros. Y ha sido el «Cristo grande» el que ha metido la pata con más dedicación. ¿Quién asesora a Juan Carlos? Lo digo porque parecen una panda de republicanos. O de independentistas, que tanto monta.
Concluye:
¿Alguien cree que es sorprendente que el Estado, con su más alto funcionario a la cabeza, esté en contra de la independencia? Y esa es la cuestión, que la carta no tiene la capacidad de parar nada, sino más bien enfada y provoca, con lo cual habrían hecho bien de ahorrársela. Y, finalmente, es bueno saber que los catalanes estamos solos ante nuestro destino. Por todo ello sumado, gracias, Majestad. Su carta nos ha animado mucho.
Volvemos a Madrid para encontrarnos, una vez más, con Carrillo. Ahora en La Razón de la mano de Alfonso Ussía, que pone Punto y final a sus escritos sobre el comunista:
Me he propuesto que el de hoy sea mi último escrito con Santiago Carrillo de protagonista. Todo lo que tenía que decirle, se lo escribí en vida. Con su muerte, nada tendría sentido ni importancia. Pero reconozco que estoy más que confuso y sorprendido con los análisis y biografías que han aparecido en los periódicos serios. Adelanto que no he leído «El País».
Lo escribí años atrás. Mi madre, Asunción Muñoz-Seca, hija de don Pedro, torturado en la checa de San Antón y fusilado el 28 de noviembre de 1936 en Paracuellos del Jarama, resumió su sed de venganza en una promesa de muy fácil cumplimiento. «No le estrechéis la mano a Carrillo si tenéis ocasión de hacerlo». Me gustaría decirle a mi madre que hemos cumplido la promesa. El cristianismo nos ayuda a perdonar y estoy harto de escribir de Paracuellos. Aquella matanza se ha convertido en una nube que oculta la verdadera biografía de Santiago Carrillo, que fue implacable con los militantes del PCE en la clandestinidad activa y con los que disentían de su poder omnímodo.
Con su muerte, la Guerra Civil ha terminado, por ahora. Pero no la posguerra, en la que Carrillo tuvo una trayectoria depredadora con los militantes de su propio partido, llegando a delatar a quienes más sombra le hacían a la Policía del Régimen franquista. Julián Grimau.
César Vidal es de esos columnistas que este 20 de septiembre se salen de los temas más tratados, y lo hace para rendir homenaje a un gran escritor recientemente fallecido, Horacio Vázquez-Rial. Este humilde lector de columnas reconoce que ha decidido reseñar el texto de Vidal por tratar de una persona por la que también sentía un gran aprecio —Adiós a Horacio Vázquez-Rial: pasión y energía de un doblemente exiliado— . Horacio, descansa en paz repasa, a través de los encuentros entre Vidal y el argentino, la evolución del autor de ‘La izquierda reaccionaria’ y su personalidad. Termina de la siguiente manera:
Ahora deseaba morir, pero de manera indolora y, a ser posible, rápida por ahorrar molestias a sus seres queridos. Asumía que lo que le iba a suceder era algo natural e inevitable para lo que hay que prepararse desde el principio de la existencia. Reivindicando su condición de agnóstico, sin embargo, pedía que lo enterraran como católico ya que había nacido en esa religión y se confiaba a que hubiera algo más al otro lado de la muerte. Era su tono sencillo, humilde, que siempre me había conmovido. Hace apenas unas horas, me enteré de su muerte a este lado del Atlántico. Querido Horacio, allá donde te encuentres, descansa en paz.
No está de más también comentar algún chiste gráfico, como aquí hacemos de vez en cuando. Optamos por el que, como ya hemos confesado en alguna ocasión, nos parece uno de los mejores viñetistas españoles de la actualidad, Borja Montoro. La viñeta nos muestra a dos señores trajeados que mantienen la siguiente conversación:
-¡Qué barbaridad! ¿Tú quién crees que es el culpable del linchamiento del embajador, el autor del vídeo o el de las caricaturas?
– No sé. ¿Tal vez, un poquito, los salvajes que lo han linchado?
Se agradece tanta claridad en un momento en el que la corrección política trata de justificar la violencia señalando como culpable último a quien ejerce su derecho a expresarse, por muy mal gusto que tenga. Y sobre esto último escribe, precisamente, Ana Samboal en La Gaceta. El artículo se titula de forma clara: «Libertad de expresión». Repasa errores occidentales en el mundo árabe, como el mantenimiento de dictadores para garantizar la estabilidad del mercado del petróleo o el apoyo a grupos terroristas durante la Guerra Fría. Añade que: «Los asaltos y atentados contra las embajadas son la consecuencia».
Contiene otras frases de una claridad meridiana:
La excusa de esos ataques, la cinta sobre Mahoma, es una obra de mal gusto y peor calidad. No será la primera ni la última. Pero se han hecho trabajos peores y mucho más ofensivos contra las otras grandes religiones, el cristianismo y el judaísmo, y no se ha puesto en jaque ninguna legación diplomática.
Si quieren ser democracias y que se las trate como tales, si quieren reconocimiento diplomático y apoyo financiero, que demuestren que son capaces de garantizar la seguridad en sus territorios en el más amplio sentido de la palabra y de proteger los derechos y libertades. Comenzando por el de la libertad de expresión.