Las portadas del 8 de octubre de 2012 vienen previsibles. Tras disputarse un apasionante Barcelona-Real Madrid, sólo quedaba por ver cómo se iba a reflejar en las distintas publicaciones la resaca del partido, poniendo el dedo en la llaga sobre el atronador grito de ‘independencia’ que sonó en cada una de las dos partes, en el minuto 17.14.
Curiosamente, sólo un diario habla claramente del brote secesionista que tuvo lugar en el campo blaugrana, el resto, bien lo ignora o bien lo tapa directamente (aunque seguro que sus lectores vieron y escucharon por la tele los símbolos y los gritos en contra de España, pero algunos se empeñan en tapar el sol con un dedo).
El País, por ejemplo, lleva a portada una fotonoticia del duelo culé-merengue, resaltando del apasionante choque (2-2) el duelo mantenido por Leo Messi y Cristiano Ronaldo (dos tantos cada uno).
Sin embargo, si uno mira con detalle la imagen, el partidista del diario de PRISA escoge una foto de los dos tracks desde un plano donde sólo se les observa a ellos y un poco de césped. ¿La grada? Desaparecida en combate, no existe, no hay símbolos de independencia ni nada por el estilo, fútbol y sólo fútbol. Esto recuerda a tiempos pretéritos tan criticados por esos almibarados popes que hacen opinión en el diario de la calle Miguel Yuste y que no es otra cosa que ocultarle al gran público la verdad de los hechos o al menos hurtarles parte del contexto.
La Razón no es que esté en la línea de El País, pero también intenta convencer a su público que lo que hubo en el estadio blaugrana fue sólo deporte, pasión y emoción. «Más fútbol, menos independencia» titula el rotativo de Paco Marhuenda sobre una foto de Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos celebrando uno de los dos goles del luso.
El problema es que al fondo sale una gran bandera estelada y, por mucho que se empeñen en este periódico en minimizar los gritos de independencia, lo cierto es que los que vieron el choque en sus casas o en los bares no pueden decir lo mismo. Llegó a ser tan atronador como los recibimientos a Luis Figo con la casaca blanca o la pitada al himno de España. Pero bueno, cada cual es libre de querer vender a su ‘audiencia’ una realidad.
El Mundo es el único que lleva a portada lo que realmente aconteció en el coliseo barcelonesa, dejando en un segundo margen el aspecto puramente balompédico. «El Barça convierte su estadio en un póster independentista». Sí señores, es lo que hay, es lo que pasó antes y durante el partido, gritos de independencia.
Sí, el encuentro tuvo todos los ingredientes para ser uno de los mejores Barça-Real Madrid de los últimos tiempos, pero también es verdad que nunca se había vivido un ambiente tan claramente secesionista y todo bajo la batuta de un contemplativo Sandro Rosell, presidente del club y, por tanto, principal consentidor de esta astracanada. La foto escogida por el diario de Pedrojota es una visión general del Nou Camp en el momento en que está todo el público formando la estelada.
La Gaceta lleva a su portada la manifestación en contra del aborto, «Un gran clamor por la vida». Sin poner en tela de juicio que el aborto al por mayor, sin cumplir siquiera los preceptos que marca la ley para que sea llevado a efecto, lo cierto es que estas marchas o concentraciones se han hecho en demasiadas ocasiones como para hurtarle el puesto en la ‘front page o page one’ a otras cuestiones y ayer, sin ir más lejos, se vivió un hecho casi sin precedentes, que 100.000 almas abogasen dentro de un recinto deportivo.
Con la trascendencia y difusión que tiene un Barça-Real Madrid, igual hoy hasta en la Antártida ya están al tanto de que ciertos catalanes ni se sienten españoles ni quieren seguir más tiempo perteneciendo a la nación. Pero el diario de Intereconomía prefiere abrir con un Sí a la vida. Loable, sí, pero esta vez quizá se recurre a él como forma de tapar la gran noticia.
Eso sí, a título de postdata, las primeras ediciones no llevan el triunfo de Hugo Chávez en Venezuela y es posible que las segundas, de llevarlo, lo hagan de manera muy breve. La diferencia horaria influye, aunque si entran en las ediciones digitales, éstas ya anuncian la reelección del Gorila Rojo.