La crisis de ventas y la bajada en los precios de la publicidad afectan a todos los medios
Menos de una semana después de anunciar a la redacción de ‘El País’ que el periódico que el periódico prescindirá de 138 de sus 440 trabajadores, y de que se supiera que ‘El Mundo’ de Pedrojota despedirá a casi 200 empleados, Juan Luis Cebrian confesó ante expertos y académicos reunidos en la 68 Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que ni él ni nadie sabe cuál será el modelo sustentable de Periodismo en el futuro.
Más de 2.500 millones de personas leen periódicos en papel en todo el mundo y más 600 los siguen en formato digital.
Pero esta ecuación está cambiando en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica, que ven descender las ventas en los quioscos.
La crisis de los medios tradicionales, provocada por la irrupción de Internet y el desplome de los ingresos publicitarios, se ve agravada por la crisis económica global.
Lndustria periodística -que sigue los mismos patrones de hace 200 años- busca deseperadamente fórmulas para transformar los lectores online en ingresos.
Reconoce el presidente ejecutivo del Grupo Prisa que económicamente no hay ahora respuesta a la acuciante pregunta, que abre la necesidad imperisa de cambiar el modelo de negocio:
«Nadie ha logrado todavía rentabilizar ni migrar exitosamente a las operaciones en la red».
Tratando de arrojar luz sobre el asunto y con el telón de fondo de despidos y cierres generales –la revista Newsweek acaba de anunciar que cierra su edición en papel-, algunos de los mejores corresponsales que tiene ‘El País’, han recogido datos sobre como evoluciona el negocio del periodismo en otras latitudes.
El reportaje se titula «El gran desafío de la prensa» y ha sido elaborado con información de W. Oppenheimer, L. Magi, M. Ruiz del Árbol, J. Gómez y C. F. Pereda:
La sangría del ‘The Guardian’
The Guardian, estandarte del periodismo progre en Reino Unido, se desangra. La caída de las ventas en la edición de papel está llevando a sus editores a plantearse el cierre de la edición impresa, según aseguraba esta semana The Daily Telegraph.
The Guardian, ha apostado abiertamente por un futuro digital, pero ese futuro, que confía en cimentar sobre todo a partir del mercado de lectores de centro izquierda de EEUU, está muy lejos de ser rentable.
Guardian News and Media (GNM), empresa editora del Guardian, del dominical The Observer y de su portal digital, abrió en julio un proceso para suprimir entre 70 y 100 empleos editoriales mediante bajas voluntarias, pero solo 30 redactores han aceptado la oferta.
El diario, que asegura que no quiere recurrir a despidos forzosos, ha abierto negociaciones con el sindicato nacional de periodistas (NUJ) para buscar fórmulas que ahorren siete millones de libras al año (8,5 millones de euros). GNM perdió el pasado año fiscal 44,2 millones de libras. La compañía ya suprimió 203 puestos de redacción en 2010, hasta dejar la plantilla en 1.500 trabajadores, y procedió a una segunda ronda de bajas voluntarias en 2011.
El consejero delegado del grupo (Guardian Media Group, que perdió 75,6 millones de libras en 2011), Andrew Miller, se ha impuesto un recorte del 10% en su salario y ha renunciado a su bonus de 174.000 libras.
En el año fiscal de 2011 recibió una remuneración total de 642.000 libras. El director de The Guardian, Alan Rusbridger, también se ha recortado el salario un 10% y ha recibido un total de 457.000 libras, más 150.000 libras en su fondo de pensiones. Las pérdidas de The Guardian, son absorbidas por el Scott Trust, pero están llegando a un nivel difícil de asumir.
Al borde del abismo
La crisis de ventas y la bajada en los precios de la publicidad afectan a todos los medios. La Repubblica vendía en enero de 2012 el 3,7% menos que en el mismo mes del año anterior (391.842 ejemplares frente a 406.850) y Il Corriere della Sera ha bajado de 437.800 ejemplares a 434.500.
Los ingresos por la publicidad se redujeron un 6,3% entre enero y noviembre de 2011 con respecto al curso anterior. La Repubblica ofrece contenidos especiales y de investigación a los abonados a una edición especial y vespertina para iPad. Pero las fórmulas digitales aún no son tan rentables. Poco más de 10.000 personas se bajan Il Corriere della Sera en el quiosco online.
Este contexto general afecta a los trabajadores.
«La situación se ha puesto cruda en los últimos tres años», comenta Franco Siddi, secretario del único sindicato de periodistas (FNSI).
«Decenas de publicaciones han echado el cierre y otras han declarado el estado de crisis, se ha prejubilado a cerca de 700 trabajadores con más de 58 años [70 en La Repubblica y 40 en Il Corriere]. Por suerte, aún nadie ha sido despedido».
El gremio de periodistas cuenta con muchas protecciones: antes que recortar la plantilla, las empresas recurren a la cassa integrazione o al contrato de solidaridad, dos formas de reducción de horario (y de sueldo) que permiten rotar a los afectados sin echar a nadie.
«El lema es ‘trabajar menos pero trabajar todos».
Estas medidas tienen un plazo de dos años. Muchas están a punto de agotarse.
Secuelas de la recesión
El tercer trimestre de este año ha estado marcado por la caída de la difusión. El primer diario generalista, el Süddeutsche Zeitung, vendió 2.000 ejemplares menos que en el mismo periodo del año pasado, un total de 413.000 ejemplares.
El Frankfurter Allgemeine Zeitung vendió 354.000, un 1,8% menos que en los mismos meses de 2011. Según el portal Meedia.de, el que más cayó fue el popular Bild, que redujo sus ventas en 156.000 ejemplares (un 5,4% menos), aunque sigue siendo el diario más vendido y leído del país.
El año de la gran recesión en Alemania, 2009, fue el que más afectó a los medios impresos, entre ellos elSüddeutsche Zeitung.
Su director adjunto, Wolfgang Krach, declaró en 2010 que las consecutivas reducciones de plantilla, que empezaron a llevarse a cabo en 2008 con jubilaciones y salidas voluntarias, habían «superado el límite aceptable».
La compañía propietaria del periódico, la editora SWMH, acaba de anunciar 21 despidos en la redacción, 14 de ellos periodistas. En 2009, el diario registró pérdidas de unos 10 millones de euros.
El ejemplo del ‘Times’
The New York Times decidió hace cinco años enfrentarse a la crisis económica y de los medios de comunicación por dos vías igual de agresivas. Redujo costes con la venta de bienes inmuebles y cabeceras locales y abordó recortes de personal. Despidió a 100 periodistas (el 8% de su plantilla) en 2009 y este año otros 50 profesionales han dejado la compañía.
En marzo de 2011, The New York Times anunció que cobraría por su contenido en Internet. El sistema de suscripciones es más flexible que el adoptado por medios como The Wall Street Journal y ofrece precios escalonados para adaptarse a cada tipo de lector. Los usuarios, además, pueden acceder gratis a 10 artículos al mes.
Más de medio millón de personas han contratado una suscripción digital. Pese a todo, presentó pérdidas netas de 88 millones de dólares (71 millones de euros) en el segundo trimestre de 2012, con una caída de los ingresos publicitarios del 6,6%.