En que el cónclave neoyorquino del grupo, el pasado 24 de octubre de 2012, hubo un golpe de mano inquietante para muchos
No se sabe si se ha ido porque la cosa no da más de sí o le han puesto en la calle por uno de esos inquisitoriales ajustes de cuentas que se manejan en Prisa desde la muerte del patrón Jesús Polanco.
Lo único cierto es que Matías Cortés ya no está en el Consejo de Administración del grupo. Y eso es lo que cuenta.
No se puede pasar por alto, que el bufete de Matías Cortés Domínguez y sus hermanos Luis y Antonio, quienes suman cuatro cátedras de derecho mercantil, financiero y tributario, ha sido durante años el gran beneficiario de la crisis del grupo Prisa.
Su pericia legal y el hecho de que Matías sea miembro del consejo de administración del grupo de comunicación, les convirtió en el despacho preferido por Juan Luis Cebrián y la familia Polanco para solventar los cuantiosos asuntos judiciales y mercantiles pendientes. Y siempre con minutas millonarias.
Cortés ha sido durante tres décadas y media consejero de dicho grupo y, quizá, el más polémico de todos junto a otro nombre bien conocido -aunque ahora apartado de los focos en su dorado retiro mexicano-, el de Antonio Navalón, conseguidor número uno de la época del pelotazo y el felipismo -tanto monta, monta tanto- y también reclutado por las altas esferas del Grupo Prisa.
Tanto Cortés como Navalón estuvieron señalados por el Caso Argentia Trust que implicó a Mario Conde, con el que ambos mantuvieron relaciones, digámoslo así, laborales.
Pero al margen de eso, Cortés ha cosechado tanto dinero como odio dentro y fuera de la propia Prisa.
Bendecido por la confianza del difunto Polanco, sus minutas de muchos ceros en concepto de asesoría jurídica eran tan proverbiales como su tendencia a maniobrar en la penumbra. Labor, por cierto, en la que habría pisado algún callo importante.
Quizá por eso la salida de Cortés del Consejo de Administración celebrado en Nueva York a mayor gloria de Liberty tenga más importancia que la entrada de Arianne Huffington y el exministro de UCD y colega del padre del actual consejero delegado de Prisa, Fernando Abril Martorell, José Luis Leal.
Afirma ‘ESD‘ que la salida de Cortés ese Consejo da mucho qué pensar. Pero una cosa es segura: se ha cerrado una parte de la Historia de la propia Prisa.