El fallecido abogado implicado en la 'guerra sucia'

Santaella, la cabeza visible de Mario Conde para derrocar a Felipe González

Sú última aparición en TV fue en el programa La Noria en 2009

«Ha muerto Jesús Santaella», Gran abogado, gran persona. Con estas palabras despedía Mario Conde en su blog al que fue su abogado en un post publicado el 29 de octubre.

El día 30 era el periódico El Mundo – dirigido entonces y siempre por Pedrojota – el que publicaba una elogiosa necrológica firmada por Antonio Rubio, uno de los máximos referentes del periodismo de investigación en España, titulada ‘Defensor de la libertad de expresión’.

Pero lo cierto es que el nombre de Santaella quedará siempre unido a la ‘teoría del chantaje’ hecha pública en el año 1995 presentando al abogado como la cabeza visible de una ‘operación vendetta’ del ex presidente del banco Banesto, Mario Conde, contra el Gobierno de Felipe González.

Santaella ya había sido vinculado a Mario Conde en 1989 al producirse la operación Hersant, que – supuestamente – pretendía hacerse con el control de Diario 16 y restituir a Pedrojota como director.

Pero el período clave de Santaella es el mes junio de 1995, cuando el diario El Mundo destapó el caso de las escuchas ilegales del CESID del general Manglano en los tiempos en que Narcís Serra era ministro de Defensa. Y, al ser detenido el coronel Perote, señalado como presunto responsable de haber filtrado a El Mundo (precisamente a Antonio Rubio) los papeles que demostraban aquella operación ilegal, se hizo público que el abogado de Perote era Jesús Santaella, que ya era conocido como abogado de Mario Conde.

Si a esa ‘coincidencia’ se añade el hecho de que Jesús Santaella estaba vinculado al diario El Mundo (donde publicó varios artículos), el triángulo para construir la teoría de la conspiración estaba cerrado.

Para más inri, El País y El Mundo se hicieron eco de Jesús Santaella había estado en la Moncloa, una reunión confirmada por el propio Santaella y nunca desmentida por el presidente Felipe González, reunión en la que también estaba presente el bi-ministro Juan Alberto Belloch, hoy alcalde de Zaragoza. Reunión en la que, para añadir más nombres a la sopa, actuaron de mediadores el ex presidente del Gobierno, Adolfo Suárez (que según, Conde, conocía bien el paradero del dinero de uno de los ‘taldes’ del complejo caso Banesto) y el entonces director de ABC, Luis María Anson, principal defensor de la teoría de que la destrucción de Conde fue una maniobra de Felipe González y José María Aznar.

El entonces periodista de El País, Ernesto Ekaizer y también el columnista Javier Pradera, titularon expresamente aquel extraño suceso como ‘chantaje puro y duro’. Pradera aseguró, además que Santaella era miembro del Consejo Editorial de El Mundo, algo que Ramírez se apresuró a negar. El País llegaría a insinuar en un editorial de 1996 que las ‘cosas interesantes’ que publicaba El Mundo sobre el ‘caso GAL’ se debían también a las filtraciones de Mario Conde.

En su libro ‘Amarga Victoria’, Pedrojota echa en cara a Mario Conde que hiciera caso a sus abogados, Jesús Santaella y Mariano Gómez de Liaño (hermano del juez Javier Gómez de Liaño, entonces miembro del CGPJ y señalado como piedra en el zapato del instructor del caso Banesto, García Castellón) en aquella política de presión a la Moncloa.

En una entrevista dentro del ciclo de entrevistas de trayectoria de Periodista Digital, Mario Conde dijo lo siguiente de aquellos momentos:

Aparece en escena un personaje que era el coronel Perote, que era un hombre honrado. Que todo lo que se intentó con él era falso. Él era un hombre íntegro y tiene un único objetivo, que es que los que han participado en el terrorismo de Estado no queden como delincuentes comunes (…). Él quería que se hiciera como en Inglaterra. Aquella operación se frustró y comenzaron a publicarse cosas en el diario El Mundo. También en el diario ABC (…)

¿Que nos acusaron de chantaje? Eso es lo lógico y lo razonable desde un punto de vista de un miserable mercenario como Ernesto Ekaizer. Fueron Felipe González y Juan Alberto Belloch quienes pidieron una reunión con Santaella. A mí me llama Adolfo Suárez, y es él quién me dice que Felipe quiere una reunión conmigo y con Santaella. Yo le digo ‘Adolfo, no voy, porque no me fío de Felipe ya». Estaba seguro que iban a utilizar esa reunión.

Santaella fue y se entrevistó con Felipe y Belloch a petición de ellos, así que ya me contarán quien puede estar pidiendo qué a quién.

Santaella, que tuvo que soportar un proceso de sanción – del que luego fue absuelto – por sus comparecencias mediáticas confirmando su reunión con el tándem Felipe-Belloch y cuyo nombre también fue señalado en las extrañas reuniones del juez filobatasuno Joaquín Navarro Estevan y los papeles de Pepe Rei, ha permanecido en los últimos años retirado de la vida pública, sólo interrumpida por su aparición como tertuliano en el programa de ‘La Noria’ de Telecinco el 1 de marzo de 2009, junto a María Antonia Iglesias e Isabel Durán, que no tuvo especial trascendencia.

Casualmente el programa heredero de ‘La Noria’, ‘El Gran Debate’, contó con la presencia de Mario Conde en su última edición del sábado 27.

No obstante, por muchas teorías de chantaje que se quieran dibujar, lo cierto es que tanto las acusaciones del ‘caso CESID’, como el ‘caso GAL’ aireadas por la prensa, fueron ratificadas por el Tribunal Supremo en sendas sentencias de 1998 y 1999, respectivamente, siendo condenados a prisión los responsables de aquellos delitos.

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Autor

Juan F. Lamata Molina

Apasionado por la historia en general y la de los partidos políticos y los medios de comunicación en particular.

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