Tanto José A. Martín Aguado como José R. Vilamor fueron periodistas del diario Ya, de la célebre Editorial Católica que fundara el cardenal Herrera Oria. Ahora, los dos periodistas han publicado un libro sobre la historia de aquel periódico que cerró definitivamente en 1997 con el visto bueno de su histórico director Alejandro Fernández Pombo.
En Periodista Digital, los dos veteranos periodistas recuerdan la historia de aquel célebre periódico de triste final, un final que justifica el título del libro ‘Sinfonía con final Trágico’.
- Fundación
- Crisis accionarial en plena Guerra Civil española
- Ya, periódico franquista / antifranquista
- El Ya con la Transición y con Suárez
- El apoyo del Ya al Partido Comunista en 1977
- La Conferencia Episcopal en Ya
- Ya, periódico de Vocento (El Correo)
- Ya, periódico de Antena 3 TV
- Ya, periódico sin empresario
- El fracaso de Aurelio Delgado
- El último periodo del Ya
- ¿Dejaron tirado al Ya o pasó su época?
Fundación
El Ya sale con un carácter novedoso, en su presentación y en su diseño y fue durante muchos años la imagen de un periódico avanzado que defendía la convivencia y que durante la Transición dio muestras de buscar y la concordia.
El Ya sale en enero de 1935. Tras un año es incautado por el Gobierno republicano de izquierdas de 1936 y sus talleres son usados para publicar periódicos de UGT y el PCE. El Ya se había creado para que fuera un periódico independiente, porque al otro periódico de la Editorial Católica se le acusaba de estar demasiado implicado con determinados partidos de la República.
Crisis accionarial en plena Guerra Civil española
En la historia del Ya hubo diversas crisis, en el libro las contamos todas. Pero una de ellas fue en plena Guerra Civil. Aprovechando que el periódico estaba suspendido por la República, también lo estaba El Debate. Un grupo liderado por Francisco Herrera, hermano del cardenal, quiso hacerse con el control de las acciones. Eso está bien documentado. Pero no pudieron hacerlo. Al terminar la Guerra Civil el periódico es restituído a los antiguos accionistas. Desaparece El Debate por orden del gobierno de Franco que no quería que hubiera periódicos
Ya, periódico franquista / antifranquista
Durante los primeros 12 años de la dictadura franquista estuvo como director Pradera, un falangista y ahí sí que el periódico estuvo volcado en la defensa del franquismo.
El bloque contrario a Pradera no es que fuera antifranquista, porque ahí estaba la Asociación Católica de Propagandistas que no se puede decir que fuera antifranquista. Ahí estaba Joaquín Ruiz Giménez, que fue embajador de Roma y preparó el primer concordato entre El Vaticano y la dictadura y luego sería ministro de Educación, estaba Ibañez, que también sería ministro y Alberto Martín Artajo, que fue presidente de la Junta de Gobierno del Ya y también era franquista. Estos señores no es que estuvieran contra el franquismo. Ellos toleraban lo que había sido El Debate, la cooperación positiva con el Gobierno, pero también querían que España se abriese. De hecho, gracias al concordato fue cuando España comenzó a abrirse a la ONU, la Unesco o la OCDE…etc. Ellos querían apertura.
En 1952 cuando llega Aquilino Marcillo reemplazando a Pradera, comienza esa etapa de apertura en el Ya apoyado por el consejo de la Editorial Católica.
El Ya con la Transición y con Suárez
En 1973 el Ya ficha a un grupo de jóvenes aperturistas, el grupo Tácito, personas vinculadas a la Asociación Católica de Propagandista y que en el Gobierno Suárez van a tener puestos importantes, secretarios, ministros. El Tácito aportó muchos lectores, eran novedosos y muy abiertos para la época.
En marzo de 1979 en las elecciones, en las que UCD gana por mayoría y la derecha apenas sacó 9 escaños, el Ya estuvo apoyando a UCD y eso le quitó muchos apoyos al líder de la derecha, Fraga, que en su primera rueda de prensa tras los resultados dijo ‘señores, yo tengo muchas acciones en el Ya, que se las voy a vender a un amigo y que haga con ellas lo que quiera, porque yo he perdido las elecciones por Ya’. El Ya tenía ya la imagen del diario aperturista de centro.
El apoyo del Ya al Partido Comunista en 1977
¿Por qué apoyó el Ya la legalización del PCE? Por un sentido positivo. Tras la matanza de Atocha el PCE podía haber armado la marimorena. Al contrario, pidió tranquilidad a la gente. Y ese ejemplo que dio la dirección del PCE de moderación, fue lo que indujo al Ya, dirigido por Alejandro Fernández Pombo a pedir la legalización del PCE. «El PCE hay que legalizarlo ya», decíamos claramente. En esa semana estaban los asesinatos de Atocha, del GRAPO y de ETA, eran años horribles y el PCE apostó la moderación.Por eso no debe extrañar la legalización PCE.
En 1980 se hicieron cargo del Ya gente muy retrograda. Y se fichó a gente como Ricardo de la Cierva o Emilio Romero, que estaban en la misma página, era la llamada la página del ‘campo’. Ese era el sesgo de derecha pura y dura, que se había adoptado. Un columnista de El País dice que con Quilez y con esos gestores empezó el principio del fin del Ya.
La Conferencia Episcopal en Ya
La Editorial Católica empezó a tener pérdidas, pero pasó de ser el más leído con más de 160.000 ejemplares en 1976, en el año 1980 estaba en 60.000, había perdido la mitad.
Francisco Guijarro (presidente del Ya) hizo todo lo que pudo, pero las deudas de Edica ascendían a 12.000 millones de pesetas, debía a la Seguridad Social cerca de 1.000 millones. Guijarro quiso hacer una ampliación de capital, pero ¿qué pasó? Inicialmente la mayoría de acciones estaba en manos de los obispos, de las diócesis. Llegó un momento en que la editorial tenía hasta 2.500 accionistas, entre financieros, cajas y particulares.
Cuando se llega a una situación límite, Francisco Guijarro acude a la Conferencia Episcopal a principios del año 83 y yo reprodujo ahí una nota manuscrita que se la manda Guijarro a Bernardo Herráez, delegado de asuntos económicos en la Conferencia Episcopal y le dice: ‘querido don Bernardo, ha llegado un momento en que ya nos tenemos que plantear dos cosas con respecto al Ya: salvar el ideario y salvar el mayor número de puestos de trabajo. Ahí, en el año 1983, es cuando la Conferencia Episcopal comienza a pagar el sueldo de los propios redactores, en el año 84, acuerdan asumir el control total incluso nombran un consejo de administración encabezado por Capelo y Bernardo Herráez entran. Estos están hasta que se los transfieren a la CEOE.
Ya, periódico de Vocento (El Correo)
A El Correo le interesaba la Editorial Católica porque le interesaban sus periódicos regionales, eran una perita en dulce. Rentables, y su experiencia era ensanchar su poderío comprando diarios de provincias. Pero, para comprarlos la Conferencia Episcopal les puso como condición de que ‘si los quieres, tienes que llevarte al muerto, que es el Ya’. El resto, eran todos rentables, en especial La Verdad de Murcia y Hoy de Badajoz. Han sido el lanzamiento del Grupo Correo que es ahora una de las empresas más importantes de este país, que es Vocento. Correo tenía claro que el Ya era un muerto y de hecho no figuró nunca como propietario, usaron una empresa interpuesta llamada Capital. Y, salvo una vez que apareció un tal Ybarra en Alcobendas, nunca apareció nadie, ningún consejero de El Correo.
Ya, periódico de Antena 3 TV
Antena 3 TV compró el Ya, pero nunca tuvo ningún interés en él. En una ocasión un obispo contó en la CEU que fue a verle el director de Antena 3. Y pensó que sería para pedirle dinero para el Ya, pero no, era para pedirle dinero para Antena 3. Ahí se vio claro que a los de Antena 3 no les interesaba el Ya, lo compraron como trampolín para adquirir otras cosas.
Ya, periódico sin empresario
En un momento intentaron comprar el periódico unos mafiosos, bucaneros, esos serían los términos más adecuados para definir a esa gente. En cuanto nos dimos cuenta de que esos empresarios todo lo que hacían era una pantomina, unos compañeros viajaron a México para investigar quién era el Gneco y quién era su gente, era todo una farsa.
Entonces, desde el director al último ordenanza, decidimos retirar de la cabecera la mancheta de cargos por decisión de la redacción. También decidimos que todo lo que se recaudara en publicidad se repartiera entre partes iguales para la redacción. Éramos 200 personas y cobrabamos todos lo mismo. Fueron 18 meses de diario sin empresario.
El fracaso de Aurelio Delgado
Aurelio Delgado, que era le cuñado del duque de Suárez, logró que le concedeiran al Ya un crédito de 500 millones de pesetas. En ese momento se creyó que con esos 500 se pagaría a los redactores lo que se les debía. Por eso en Ya publicamos con euforía aquel ‘el Ya, salvado’.
Luego resultó que entre pagar los atrasos y comprar los cacharros para renovar la maquinaría se habían esfumado los 500 millones. Eso duró apenas 1 años. Estaba sentenciado
El último periodo del Ya
De ese período apenas sacamos diez líneas porque ese Ya, era otro Ya. Todos sabemos que esa parte no buscaba reflotar el Ya, sino por intereses políticos contra el director de El Mundo, con el vídeo aquel y todo eso. Había cerrado en junio, reaparece en noviembre con Rodríguez Menéndez y duró muy poco. Y en ese tiempo, básicamente, lo que hizo fue la promoción del video y la entrevista a la que mandó a Ángel Rica para buscar al asesino de las niñas de Alcasser y era todo mentira. Sólo duró el tiempo necesario para poner en marcha unos proyectos que no eran periodísticos. Había estado en la cárcel, pagaba cuando le parecía. Con textos muy mal escritos. Trataban de emular los valores del Ya y era muy absurdo.
¿Dejaron tirado al Ya o pasó su época?
El problema fundamental fue económico, pero eso no quiere decir que no hubiera otros problemas, como por ejemplo, la no adaptación a los elementos nuevos de la sociedad española. Tenía que haber seguido la línea de Fernández Pombo y no de la de Quilez, que eso desorientó a los lectores. No cabe duda de que en los años 80 había una gran inquietud política por tomar partido por algunos partidos y la propia Asociación Católica no tenía el peso suficiente para apoyar a una empresa en decadencia.
Fundamentalmente fueron problemas económicos. La política económica de la empresa estando Mariano Rioja como consejero delegado no fue la correcta. No se puede mantener una estructura de 1.800 empleados, pagando a los jubilados unos sueldos que era igual a lo que cobraban cuando trabajaban. Y si tu querías suscribir acciones tenías que pasar por la Junta de Gobierno, que te ponía reparos porque querían mantener determinada ideología. Fueron muchos problemas, el fundamental, la falta de un gestor.
Fue un despropósito continuado, en ocho años hubo 11 directores, entraba un presidente como Guardans y el discurso no se diferenciaba del anterior. Todos repetían que ‘querían recuperar los valores’ pero nadie sabía como reflotar la empresa. Un despropósito continuado y esperando si se producía el milagro, al final no se produjo.