El caso GAL ha vuelto a reaparecer en la portada del diario El Mundo. Los GAL actuaron durante el período 1983-1985, pero fue durante el periodo 1994-1996 cuando aquel caso gozó de más portadas del periódico dirigido por Pedrojota Ramírez. Tras la derrota electoral del PSOE y el triunfo del PP, el caso GAL dejó de ocupar un lugar tan continuo en las portadas del citado periódico, aunque nunca desapareció del todo.
En ‘La Mañana’ de la COPE del 15 de abril de 2013, Pedrojota exponía el tema ante Ernesto Sáenz de Buruaga y Hermann Tertsch.
Pedrojota- Lo cuenta 10 años después de su absolución y probablemente ha decidido contarlo porque se ha reabierto el caso. Porque si bien no se puede proceder contra él, si que se puede proceder contra las que no fueron absueltas. En ese banquillo no se sentó, por ejemplo, Julián Sancristobal. Y estos no actuaron por su cuenta, dicen que el Gobierno les pagó 25 millones.
Ernesto Sáenz de Buruaga- Que el Estado pagó un crimen.
Pedrojota- Además de un crimen, fue una estupidez. Los GAL supusieron la estupidez política en Estado máximo, durante años han producido mecanismos por los que el entorno de ETA obtuvo legitimación.
Tertsch- No necesitaban ningún tipo de legitimación los que matan del otro lado.
Hermann Tertsch en COPE: «Si el Estado hubiera desarrollado un terrorismo de Estado de verdad quizás los resultados hubieran sido diferentes»
El director de El Mundo consideró que los asesinatos del GAL, eran peores que los de ETA, algo en lo que el columnista de ABC, Hermann Tertsch no estaba muy de acuerdo.
Pedrojota- Pero cuando se escriba la historia, igual que se contará que ETA asesinó Gregorio Ordoñez, a Blanco, a Buesa o a periodistas como López de Lacalle. También se dirá que el Estado asesinó al dirigente de Herri Batasuna, Brouard
Tertsch- Pero no pongamos al mismo nivel uno y otro. No comparemos. Que si el Estado hubiera desarrollado un terrorismo de Estado de verdad, quizá los resultados hubieran sido diferentes, si nos despojamos de moral. En el País Vasco…
Buruaga- ¿Estás defendiendo el terrorismo de Estado?
Tertsch- ¡No! ¡No me malinterpretes! El GAL acabó en un cierto momento. (…) En el País Vasco sólo ha matado un lado. Los miembros de ETA no han tenido miedo en el País Vasco, los que han tenido miedo son las víctimas.
Pedrojota- En términos morales. Fue mucho más grave lo de los GAL que lo de ETA. Porque que ETA era era una banda de asesinos, ya lo sabíamos. Pero que el Estado recurriera al mismo comportamiento, en lo del fin justifica los medios, es mucho más aberrante.
Tertsch- Es que tú parecía que estabas equiparando ambos bandos
Pedrojota- No parecía, porque mis palabras son las que han sido. Los asesinatos son asesinatos en nombre de la ideología que se cometan. Un crimen es el abismo moral. Yo nunca me he sentido concernido por los asesinatos de ETA. Pero los de GAL se hicieron en mi nombre, con la legitimidad de mi voto y con mi bolsillo. Y quedará como el precipicio moral nayor del Estado.
Todos los asesinatos del GAL, sin resolver
Los periodistas que más investigaron el tema suelen decir que el tema quedó totalmente cerrado y que con la condena al ex ministro de Interior José Barrionuevo, quedaba establecida la vinculación del Gobierno de González con el caso GAL. Pero la realidad es que el Gobierno sólo pudo quedar implicado en el caso del secuestro de Segundo Marey. Pero son muchas las dudas sobre los asesinatos del GAL, entre otras cosas porque, salvo en los asesinatos de Lasa y Zabala (por el que sí fueron condenados tanto los asesinos, miembros de la Guardia Civil, como los ‘inductores’, mandos de la Benemérita en Guipuzcua y el gobernador civil, Elogrriaga), en ninguno del resto de asesinatos del GAL fue condenado a nadie como ‘cerebro’ o inductor del crimen. Es más, en algunos de los casos, ni siquiera a los autores materiales.
Los casos más destacados:
Asesinato de Santi Brouard:
En 1993 fueron juzgados como los dos asesinos materiales los mercenarios López Ocaña y Rodríguez ‘el francés’. El primero fue condenado, pero el segundo absuelto. Entonces se señaló que el segundo pistolero debía ser el empresario Luis Morcillo, en aquel momento fugado. Morcillo fue finalmente juzgado en 2003 y absuelto.En ese juicio de 2003 también se sentaban en el banquillo el general Masa y el ex subcomisario Amedo acusados de inductores. Fueron igualmente absueltos.
Lo más interesante del tema es que en diciembre de 2005 Informativos Telecinco entrevistó a López Ocaña. El mercenario condenado cambió totalmente la versión de lo que dijo en el juicio y aseguró que el segundo asesino fue Morcillo y que el crimen fue ordenado por el general Masa y el Gobernador Civil de Vizcaya, Julián Sancristobal (lo que no aclaró es porque no dijo nada de eso ni en el juicio de 1993, ni en el de 2003). De paso, López Ocaña acusaba a Luis Morcillo de ser el segundo pistolero. Informativos Telecinco también entrevistó a Morcillo entonces que negó su participación con estas palabras: «Eso está en manos de la justicia. Que lo investiguen ellos, porque yo no he matado a nadie».
Asesinatos del caso Oñaederra
Los asesinatos del ‘caso Oñaederra’ incluía, entre otros el de los supuestos terroristas Ramón Oñaederra, Tomás Pérez Revilla y Javier Pérez de Arenaza. Por este caso llegaron a ser procesados por Garzón dos guardias civiles y un coronel del CESID. Pero finalmente el caso se cerró sin juicio.
Asesinato de Juan Carlos García Goena
El último de los asesinados del GAL fue García Goena, en 1987. Por aquel caso fueron juzgados dos policías a los que se acusaba de haber colocado la bomba. En el juicio, en 1990, ambos fueron absueltos del atentado, que no ha vuelto a ser abierto. La viuda de Goena ha aparecido en alguna ocasión en la portada de El Mundo reclamando justicia. En la pelicula ‘GAL’ de Melchor Miralles se saca a los policías como autores materiales del crimen a pesar de la absolución.
Matanza del bar Monbar
Por el asesinato de cuatro dirigentes de ETA ametrallados en el bar Monbar fueron condenados dos mercenarios franceses. Se llegó a especular con que en el atentado podía estar implicado desde José Amedo hasta Emilio Manglano. Pero tampoco en este caso fue condenado nadie como inductor ni ‘cerebro’ del atentado.
Asesinato de Txapela
Uno de los etarras más buscados por la policía (por haber asesinado a la primera mujer policía) fue asesinado por los GAL en 1984. Amedo aseguró en su célebre entrevista a El Mundo de 1994 que ‘cuando Céspedes le dice a Felipe González que ha caído Txapela, levantó el pulgar’. No obstante nunca ha habido ningún juicio por aquel crimen.
Asesinato de Xabier Galdeano
En el juicio por el asesinato del periodista de Egin fueron condenados tres mercenarios franceses. Pero tampoco en este caso fue condenado ni juzgado nadie por ordenarlo o pagarlo.
Asesinato de Robert Caplane
Fueron condenados los asesinos en 1989, mercenarios que le mataron ‘por error’ confundiéndole con un etarra. Otro mercenario más fue condenado en 1997 por el mismo caso. Pero nunca fue condenado nadie como ‘inductor’ o ‘cerebro’ del atentado.
Asesinatos de Catherin Brion y Cristophe Machicotte
Por estos dos asesinatos atribuidos al GAL fue condenado un camionero que aseguró haber cobrado 7 millones por aquel crimen. Pero no se supo ni quién era ese anónimo que le pagó ni por qué, ni quién lo ordenó.
Asesinato de Jean Pierre Leiba
Fueron condenados los asesinos, mercenarios liderados por un mercenario que se jactó de que podía largar mucho si se le absolvía o indultaba, algo que no pasó. Por aquel asesinato, del que no quedó claro si fue por error o no, nunca fue condenado nadie ni como ‘inductor’, ni como ‘cerebro’ del atentado.
Asesinato de Gutiérrez Salazar ‘El Tigre’
En este asesinato fue señalado José Amedo como autor material del crimen amparándose en que ‘era muy buen tirador’. Amedo lo negó siempre y nunca fue procesado por ese crimen.
Secuestro de Segundo Marey
Por este caso fueron condenados en 1987 unos mercenarios franceses y en 1998 los policías que cooperaron en el secuestro así como las personas que lo ordenaron y lo secuestraron. Un ex Gobernador civil y un ex dirigente del PSOE vasco señalaron al ministro Barrionuevo y el secretario de Estado de Defensa Vera como los responsables de ordenar aquel secuestro, algo en lo que fueron secundados por los policías, motivando la condena en el verano de 1998. En diciembre de 1998 todos ellos fueron indultados por el Gobierno de José María Aznar.