Lo hace Rahola en La Vanguardia, diario que antes fue franquista y ahora convergente, en un artículo de opinión casi lloroso
A ella, antigua militante destacada de ERC reconvertida en ‘groupie‘ de Artur Mas, parecen dirigidas las palabras de Jesús de Nazaret que cita Lucas en su Evangelio:
«¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? […] ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano»
Pilar Rahola, una de las periodistas que más suele clamarcontra la corrupción en el PP o el PSOE, la que más noches sabatinas ha dedicado en Telecinco a despotricar contra los trajes de Camps o los apaños de Urdangarín, denuncia ahora a «los medios más salvajes de Madrid que se dedican a la caza de los Pujol».
«En un proceso nunca visto de acoso sistemático a toda una familia, por el solo hecho de ser parientes del político».
Lo hace Rahola en La Vanguardia, diario que antes fue franquista y ahora convergente, en un artículo de opinión –«Algo se hace mal»– casi lloroso:
«En la entrevista de Susana Griso, Pujol decía que si van contra él será porque significa algo en Catalunya, y así es, y por eso es una pieza mayor muy anhelada».
«Lo sorprendente es que esta brutal cacería se haga sin que ningún estamento del Estado lo impida. Quedamos, pues, que esto va en serio, y todos los pasos que se dan caminan en la dirección de preguntar al pueblo catalán por su destino».
La biografa de Artur Mas también dedica unas palabras, aparentemente críticas, a la «publicitación del borrador de la declaración de soberanía, con un texto tan cerrado como el procedimiento», pero apostilla:
«Personalmente me encanta el texto y no cambiaría una coma».
Rahola se pregunta:
«¿No es importante lograr un consenso amplio, para tener la máxima legitimidad en un proceso histórico de gran complejidad?.
«Si es así, los pasos han sido torpes hasta ahora y han dado la imagen de patrimonializar a dos bandas lo que debe ser patrimonio de muchos».
«Además, dan alas a los socialistas, desesperados por encontrar excusas solventes para decir no a la consulta. Sin duda en el tándem Mas-Junqueras no falta arrojo, ni compromiso, ni convicción, pero empieza a faltar un poco de finezza».