El grupo 13 TV-Cope, al que parece sobrarle el dinero, se ha apoderado de ABC Punto Radio, la cadena de Vocento, en un cambalache que incluye, entre otras cosas, que Vocento se hará cargo del informativo de mediodía en Cope -LEA EL TRASGO EN LA GACETA-.
Bien. La línea editorial de Vocento es sensiblemente distinta de la de la cadena episcopal en bastantes puntos espinosos, como el del matrimonio homosexual, por ejemplo. Y he aquí que el otro día hubo un significativo alarde probodas gay en unas ondas que se suponen bajo control episcopal.
Cosa que no debería extrañar demasiado al lector bien informado, porque 13 TV ha fichado a reconocidos partidarios del gaymonio como la siempre estelar Curry Valenzuela.
No es extraño que ya haya alguien –Manuel Morillo, por ejemplo– que ha propuesto incorporar en la declaración del IRPF una casilla suplementaria para que la asignación del 0,7% a la Iglesia se desdoble: una casilla para los que quieren subvencionar a 13 TV, y otra para los que sólo quieren dar dinero a la Iglesia propiamente dicha.
PROBLEMAS REALES
Después de la Iglesia, la Corona. Dicen que Javier Ayuso, responsable de comunicación de la Real Casa ha diseñado un cortafuegos periodístico, una ancha zanja entre las cosas de Urdangarín y las de la Corona. O sea: que los líos de Iñaki queden en Iñaki, y el campo del trono permanezca a salvo de tejemanejes.
“La entrevista de la reputada periodista Ana Romero a Corinna zu Sayn-Wittgenstein en Mónaco –escribe Antonio Martín Beaumont– muestra la clara tendencia del periódico de Pedrojota Ramírez a alejarse a de la vía “incendiaria” marcada por Eduardo Inda las últimas semanas y que tantas críticas recibe incluso de sus compañeros”.
Pedrojota, alma jacobina, habría decidido pasarse de nuevo al bando de la ley y el orden. ¿Verdad o mentira? Debe de ser verdad, porque ayer mismo Inda tomaba distancias sobre el asunto en La Sexta. Lo que sí es indudable es que las principales cabeceras del país han empezado a recoger velas en todo este asunto.
¿A cambio de qué? Después de la Iglesia y la Corona, vayamos a la izquierdona, que también es ya institución tradicional en España.
Lucía Etxebarría ha salido en defensa de Maribel Verdú, la inmobiliaria arrepentida. Ya recordará usted la que se lió por el fervorín antihipotecario de la Verdú. Se tardó muy poco en hacer notar que Maribel había protagonizado un anuncio publicitario para una conocida empresa de hipotecas.
La propia interesada, como para que la posteridad no la juzgue equivocadamente, quiso explicarse: “Dediqué mi Goya a todas las personas que lo están pasando mal en España y desafortunadamente son muchas. Y lo volvería a hacer cada día. Nunca hablé de ninguna opción política, solo critiqué un sistema injusto que permite que ocurra esto”.
Vale. La cosa es que Etxebarría, siempre a la búsqueda de algún sitio donde hacer ruido para se hable de ella, se ha apresurado a defender a la estrella: “Uno puede ser millonario y aun así creer que la corrupción es una lacra. Y evidentemente una puede ser millonaria y tener casa o siete casas y aun así escandalizarse cuando ve que a muchas familias sencillamente les han estafado con la hipoteca”.
Bien, sí, Lucía, es verdad. Pero si una se ha dedicado a venderle a la gente esas hipotecas, como es el caso, la cosa cambia un poco, ¿no?
DENUNCIAS FALSAS O NO
La izquierdona, por cierto, se ha puesto de los nervios por unas palabras de Toni Cantó, el diputado actor de UpyD que cada vez hace más honor a su apellido. Al valenciano no se le ha ocurrido mejor cosa que ir a meter el dedo en uno de los tabúes más sagrados de la corrección política, a saber, la llamada “violencia de género”.
Lo que ha cantado Cantó –en su Twitter, ese nuevo patio de vecindad– es esto: “La mayor parte de las denuncias por violencia de género son falsas y los fiscales no las persiguen”. ¡Toma del frasco, Carrasco! Vaya manera de cargarse unos cuantos cientos de titulares en El Mundo y en El País.
Pero no para ahí la cosa, no, hay más: “Casi el 5% de los mayores de 18 años ha pasado por un procedimiento judicial por violencia de género. La mitad ha pasado por dependencias policiales sin pruebas”. Más todavía: “Un tercio de los muertos por violencia doméstica en España son hombres”.
¡Horror! ¡Sacrilegio! Y para rematar, la guinda: “¿Sabían que la UE paga 3.200 euros por cada denuncia de malos tratos? Desde 2004 nos han entrado así 2.080.000.000. ¿Qué Gobierno renuncia a eso?”.
Ya se puede usted imaginar que todo el mundo se le ha echado encima a Toni Cantó, desde la Secretaría de Servicios Sociales e Igualdad hasta el PSOE. La Secretaría ha explicado que los datos que da Cantó son erróneos, que ni la mitad de las denuncias son falsas ni ese dinero depende de la cantidad de denuncias.
El PSOE, por su parte, ha exigido la dimisión de Toni Cantó y que se le retire el acta de diputado. Si no han pedido además que se le someta a castración química, es porque no les cabía en el estrecho espacio de un tweet, o tuit o como se diga.
Para terminar, la reflexión filosófica del día en la pluma de Antonio Gala: “El ser humano es una equivocación afortunadamente transitoria”. No es muy original. Véase Cioran: “No es posible demostrar racionalmente que es mejor vivir que estar muerto”. Y olé.