La periodista de sociedad, columnista de ABC y colaboradora de El Programa de Ana Rosa (Telecinco) y Es la mañana de Federico (esRadio) ha apuntado el 5 de marzo en la emisora de Jiménez Losantos algunas de las posibles claves de la campaña de entrevistas de Corinna zu Sayn-Wiiigestein. Así, ha dicho:
Me costaba creer que el rey hubiera autorizado esto. Mi conclusión es que Corinna urdió todo esto. Le dijo al responsable de la revista «‘no te preocupes que esto está bendecido. Tranquilidad absoluta, esto está hablado’.
Periodista Digital ha hablado con Cortazar para profundizar en este asunto.
EL OBJETIVO DE CORINNA
«Corina quería salir a toda costa costa y, por la información que manejo, les ha debido de meter un gol [a ¡Hola!]. La jugada podía ser decir que tenía el visto bueno y al final resulta que el Rey no tenía ni idea de este movimiento».
«La aparición de Corinna en los medios de comunicación es España es lo menos favorable ahora mismo a la monarquía. Está claro que las intenciones de Corinna son, desde luego, decir ‘aquí estoy yo’. Nos podemos imaginar que es lo que ha pasado para llegar a eso, porque la única manera de ayudar era estando en silencio».
Creo que Corinna es una mujer despechada. A la que le han dado, hablando pronto y mal, una patada en el culo hace unos meses y se resiste a pasar al ostracismo. Esta buscando su protagonismo y su pequeña vendetta.
PRIVILEGIOS Y COBRO DE SERVICIOS
«Se supone que esta señora estaba viviendo en el Pardo y que tenía escoltas, pero la fuente no es mía. Es algo que se oía siempre, de esas historias que se oyen pero no puedes contrastar».
No creo que nadie trabaje gratis. Es más, los que lo hacen son los que luego salen más caros. Prefiero sueldos a favores. Esa pulsera es alguien que maneja o a manejado muchísimo dinero.
«Yo no sé si Corinna ha cobrado del Gobierno español, eso nos lo tendrán que decir nuestros políticos. Pero lo que sí es verdad es que ella ha sido recibida con honores. En los países árabes la recibían casi como si fuera una embajadora del país. Su carta de presentación era el Rey».