El Vía Crucis que les queda es de aupa; se han a hartar en Génova y Moncloa de desayunarse con portadas de infarto
La cínica tesis oficial es que un escándalo tapa a otro y que en España, por sonrojante que sea la chapuza o el manganzo, basta hacer cuerpo a tierra, poner la barriga contra el suelo, apretar el culo y esperar un poco, para que el asunto pierda virulencia y la gente comience a olvidarse.
Fieles a esa perversa teoría, así han actuado durante décadas los políticos y los partidos españoles y así parece dispuesto a seguir el PP.
Incapaces de hacer frente al chuleta de Luis Bárcenas, su extesorero malandrin, los atolondrados estrategas medíaticos de Génova 13 y Moncloa se encomiendan a la corta de memoria colectiva.
Y cada vez que topas con uno de ellos, a medio camino entre la duda y la esperanza, te preguntan estos días si el aluvión ya ha pasado, añadiendo con disimulada angustia, que el asunto Bárcenas está perdiendo fuerza. Van listos, porque el embrollo tiene unas connotaciones, unos detalles, unos protagonistas y un colorido ideales para hacer las delicias del periodista más acémila.
No, no bastará que la juez Altaya apriete las tuercas a los mangantes de los EREs andaluces, para que el personal se olvide de los cuadros con besugo, el helisky en Canadá, la esposa con fajos de 500 euros y los millones suizos del malandrín Bárcenas.
En cualquier caso y como el ser humano tiende a creer en lo que desea, buena parte de los altos dirigentes populares, con satisfacción, dan prácticamente por residenciado el caso Bárcenas al ámbito de los tribunales. Precisamente, donde desde el primer momento, desesperados por su falta de explicaciones coherentes o respuestas sensatas, que este caso debía resolverse.
Como explica A.I. Sánchez en ‘ABC’, el regocijo de algunos en el PP es doble porque han sido las novedades conocidas esta semana sobre el escándalo socialista de los ERE andaluces las que han desplazado la proyección política que las cuentas del ex tesorero popular ha copado desde principios del año.
En el Partido Popular existe el convencimiento de que aún queda mucho por conocer en el escándalo andaluz y no descarta que los nombres del actual presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán; del ex presidente andaluz, Manuel Chaves; y del diputado en el Congreso de los Diputados, José Antonio Viera, aparezcan en la instrucción final del caso, lo que obligaría a que el Tribunal Suprema asumiera la competencia en el caso dada la condición de aforado tanto de Chaves como de Viera.
En este mismo sentido, una de las teorías que apuntan varias fuentes es que la jueza instructora del caso está dejando precisamente la investigación de estos tres nombres para el final con el objetivo de dejar la instrucción lo más concluida posible y evitar el previsible retraso que podría provocar que el Tribunal Supremo tuviera que encargarse de completar esta fase judicial.
No en vano, en cuanto un aforado se ve implicado en un proceso judicial, la competencia pasa al Tribunal Supremo.
Dice el Partido Popular, acogojato por los medios de comunicación, que tanto en el asunto Bárcenas como en los ERE es necesario de acelerar los procesos judiciales para evitar que políticos culpables prosigan con su vida con impunidad durante los años que tarda en esclarecerse el caso y, al contrario, políticos inocentes vean alterada su trayectoria por las sospechas.
Vale, pero el Vía Crucis que les queda es de aupa. Se han a hartar en Génova y Moncloa de desayunarse con portadas de infarto.
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ALGUNAS CLAVES Y PERSONAJES DEL CASO BÁRCENAS
Quién es Luis Bárcenas
El exsenador Luis Bárcenas, de 56 años, fue gerente del Partido Popular durante dos décadas y tesorero desde junio de 2008 hasta que en julio de 2009 presentó su dimisión «transitoria» después de que el Tribunal Supremo viera indicios «suficientes» para investigarlo por cohecho y fraude fiscal en el marco del caso Gürtel, una presunta trama de corrupción vinculada al PP.
Dimitió definitivamente como tesorero y pidió la baja temporal como militante en abril de 2010 después de que se conociera, al hacerse público el sumario, que recibió presuntamente 1,3 millones de euros de las empresas de Francisco Correa en concepto de comisiones a cambio de la contratación de actos públicos para el partido.
A pesar de que Bárcenas dejó de ser tesorero en 2010 cobró del PP hasta diciembre de 2012. Según ha explicado el partido se pactó prorrogatear su finiquito, con sus correspondientes cuotas a la Seguridad Social, hasta esta última fecha. Sin embargo, Bárcenas ha denunciado al PP por despido improcedente el 31 de enero y le pide una indemnización de 900.000 euros.
Imputado por cohecho y blanqueo en Gürtel
Aunque en septiembre de 2011 el Tribunal Superior de Justicia de Madrid archivó la causa respecto a Bárcenas al considerar que no había pruebas de los delitos de fraude fiscal y blanqueo de capitales, la Audiencia Nacional la reabrió en marzo de 2012 al entender que el TSJM carecía de competencia para tomar esa decisión. Luis Bárcenas está imputado en la actualidad por los delitos de fraude fiscal, cohecho y blanqueo de capitales.
Fue el exjuez Baltasar Garzón, el magistrado de la Audiencia Nacional que destapó la trama hace cuatro años y que fue inhabilitado por ordenar unas controvertidas escuchas consideradas ilegales por el Supremo, el que relacionó a Bárcenas por primera vez con Gürtel en marzo de 2009, tan solo un mes después de las primeras detenciones del caso.
Ahora el juez Pablo Ruz, el actual instructor del caso Gürtel, le ha prohibido salir de España tras declarar el 25 de febrero de 2013 sobre sus cuentas en Suiza. El extesorero tiene que comparecer cada 15 días ante Ruz por este caso.
Supuestos sobresueldos en dinero negro
El 18 de enero de 2013, el periódico El Mundo publica, después de confirmar la información con hasta «cinco fuentes solventes de las sucesivas direcciones del partido», que Bárcenas habría pagado durante dos décadas sobres con dinero negro a la cúpula del PP.
Según este diario, el extesorero «distribuía cada mes sobres con cantidades entre 5.000 y 15.000 euros a secretarios ejecutivos, cargos públicos y otros miembros del aparato» con dinero negro proveniente del cobro de comisiones pagadas por constructoras tras recibir contratos públicos de las administraciones en manos del Partido Popular.
El Mundo detallaba que esta costumbre se remontaba a la época de Manuel Fraga y que con la llegada de Francisco Álvarez-Cascos a la Secretaría General del PP en enero de 1989 se estandarizó. Según el rotativo, fue la actual secretaria general, María Dolores de Cospedal, la que acabó con la práctica en 2009.
Quién cobraba los supuestos sobresueldos
El 31 de enero y 3 de febrero de 2013, el periódico El País publica las cuentas manuscritas de los tesoreros del Partido Popular entre 1990 y 2008, Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas. Los apuntes recogen un capítulo de ingresos donde se apuntaban donaciones de empresarios, tres de ellos imputados en el caso Gürtel, y un capítulo de gastos con las cantidades pagadas a los altos cargo del partido y con el dinero destinado a otros aspectos del funcionamiento del partido.
Entre los perceptores de estos cobros, según los documentos publicados, estaría el presidente, Mariano Rajoy, con pagos trimestrales o semestrales que alcanzarían los 25.200 euros anuales durante 11 años, y la actual secretaria general, María Dolores de Cospedal (dos pagos de 7.500 euros en 2008).
En las anotaciones aparecen también pagos a los anteriores secretarios generales: Ángel Acebes, Javier Arenas y Francisco Álvarez Cascos. También habrían cobrado como vicesecretarios: Rodrigo Rato y Jaime Mayor Oreja.
Bárcenas acudió al notario el 14 de diciembre de 2012 para dejar constancia de que tanto él como el también extesorero Álvaro Lapuerta eran los responsables de controlar la cuenta de donativos del PP y sus perceptores entre los años 1994 y 1999.
Dos jueces investigan la supuesta caja B
A día de hoy hay dos jueces de la Audiencia Nacional que han asumido la investigación: el juez Pablo Ruz, que instruye el caso Gürtel, y el magistrado Javier Gómez-Bermúdez.
La Fiscalía Anticorrupción, que fue la primera que abrió diligencias, insiste en que el caso lo tiene que quedar el primero después de encontrar conexiones entre las cuentas del PP y la presunta trama de corrupción.
El 7 de marzo, el instructor Pablo Ruz abrió una pieza separada tras recibir un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) del Cuerpo Nacional de Policía que establece que existen al menos tres vínculos entre el caso Gürtel y los ‘papeles de Bárcenas’, dos de los cuales afectan al presunto número 2 de la trama, Pablo Crespo, y el constructor Alfonso García Pozuelo, informa Efe.
Ruz ha pedido al PP información referente a las donaciones recibidas, los cheques cobrados en efectivo y las operaciones en efectivo de cuentas bancarias, entre otras, desde 1990 y ha tomado declaración al director de El País.
Por su parte, el juez Javier Gómez-Bermúdez ha admitido parcialmente a trámite la querella presentada por IU ante la Audiencia por la supuesta contabilidad B y ha imputado los extesoreros Bárcenas y Lapuerta y a los empresarios que aparecen como donantes del PP en los papeles. Ha dejado fuera de la imputación a los exministros Rodrigo Rato, Ángel Acebes y Federico Trillo como pedía Izquierda Unida.
Pablo Ruz y Gómez Bermúdez citaron a Bárcenas para el viernes 21 de marzo, pero la Audiencia Nacional suspendió la comparecencia ante el segundo dando prioridad al primero. Bárcenas se ha negado a declarar ante Ruz y a hacer una nueva prueba caligráfica.
El extesorero ya hizo una cuando declaró ante la Fiscalía Anticorrupción junto a Álvaro Lapuerta. Ambos negaron la existencia de la una caja B.
El PP niega los sobresueldos
Tras la publicación de El Mundo, el Partido Popular negó la existencia de sobresueldos en dinero negro y anunció dos investigaciones sobre sus cuentas, una interna y otra externa.
Tras la publicación de los documentos de El País, el presidente del PP y del Gobierno, Mariano Rajoy, negó la existencia de la contabilidad en B. «Es falso», aseguró dos días después de que salieran a la luz los supuestos papeles ante un Comité Ejecutivo Nacional del PP reunido de urgencia.
En esa reunión, se hizo público un primer avance de la auditoría realizada por la actual tesorera del PP que concluía que las cuentas están saneadas y que reconocía que algunos de los apuntes de los supuestos papeles de Bárcenas coinciden con datos recogidos en la contabilidad oficial del partido.
El Partido Popular ha publicado también sus cuentas correspondientes a 2008, 2009, 2010 y 2011. Todos ellos son ejercicios que no han sido aún fiscalizados por el Tribunal de Cuentas.
Denuncias cruzadas entre el PP y Bárcenas
El Partido Popular, después de varias semanas de anunciar acciones legales contra Luis Bárcenas, ha presentado el 6 de marzo una demanda civil contra su extesorero y El País por «vulneración del derecho al honor». Una demanda a la que se han unido los exministros Ángel Acebes, Javier Arenas, Jaime Mayor Oreja y Rodrigo Rato y que ha sido admitida a trámite.
El PP se querella contra Bárcenas aunque lo hace de forma indirecta al hacerlo «contra el autor de los falsos papeles publicados» que, según El País, «es Luis Bárcenas, aunque él lo ha negado públicamente y ante la Fiscalía Anticorrupción.
El Partido Popular asegura que lo que subyace detrás de la publicación de estos documentos es «la clara intención de dañar la imagen y buena reputación del PP y de sus dirigentes y empleados» y pide una indemnización de 500.000 euros para los demandantes.
Bárcenas por su parte ha presentado tres denuncias contra el Partido Popular: una por despido procedente, otra por el robo de dos ordenadores y una tercera por supuesto maltrato laboral.
Las cuentas suizas de Bárcenas
El extesorero del PP, Luis Bárcenas, rerconoció el 25 de febrero, en su quinta declaración ante un juez por el caso Gürtel, que llegó a tener en cuentas en Suiza hasta 38 millones de euros. El juez le ha prohibido salir de España como pedía la Fiscalía.
El magistrado le citó a declarar de nuevo tras conocerse el 16 de enero de 2013 que el extesorero había llegado a tener hasta 22 millones de euros en cuentas en Suiza, según confirmaron las autoridades suizas al instructor, Pablo Ruz. El dinero se traspasó a otras cuentas en 2009 una vez imputado.
Según el juez, Bárcenas llegó a manejar en el Dresdner Bank de Ginebra cuatro cuentas bancarias que estaban a nombre de la fundación panameña Sinequanon. En 2009 los fondos se habrían transferido a una cuenta bancaria de Lombard Odier a nombre de la sociedad mercantil Tesedul S.A.
Ruz estos fondos habrían procedido de intermediaciones ilegales en numerosas adjudicaciones de contratos públicos. Unas operaciones que podrían ser anteriores a 2005 por lo que considera «imprescindible para la investigación judicial» ampliar la información.
¿De dónde procede el dinero de Suiza?
Esa es una de las claves, saber si su fortura tiene que ver o no con el Partido Popular, algo que han negado el propio extesorero y la dirección del partido. En su última declaración ante el juez, el 25 de febrero, Bárcenas ha insistido ante el juez en que el dinero lo consiguió gracias a sus negocios y que no tiene nada que ver con el Partido Popular.
Su abogado, Afonso Trabello, ya lo había dicho antes, cuando se conoció lo de los 22 millones. Trabelló aseguró que su cliente tenía cuentas en Suiza desde 1988 y que el dinero procedía de sus beneficios de sus negocios mercantiles e industriales realizados con socios extranjeros «básicamente en Sudamérica», informa Europa Press.
Días antes de la última declaración de Bárcenas, el juez recibió un informe de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) de la Policía Nacional que desmontaba la versión de que era una fortuna que amasó con sus negocios.
La Policía aseguraba en este documento, de 213 páginas, que el extesorero del PP diseñó una «estrategia de protección de su patrimonio en el exterior frente a posibles intervenciones judiciales» tras su implicación en la trama.
Bárcenas asegura que se acogió a la amnistía
Un día después de conocerse la existencia de las cuentas suizas de Bárcenas, el 17 de enero de 2013, su abogado aseguró que su cliente se había acogido a la amnistía fiscal para regularizar 10 millones de euros. Hacienda se apresuró a negar que hubiera regularizado dinero a nombre del extesorero del PP. El propio ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró en el Congreso que su nombre «no estaba en la lista» de personas físicas.
Bárcenas presentó ante el juez Ruz la documentación que prueba que blanqueó 11 millones de euros que hasta entonces tenía en Suiza y que no había declarado a Hacienda.
Según esta información, el extesorero del PP ha regularizado 10.988.040 euros a través de la empresa Tesedul. Unos fondos «no declarados en su día y ahora regularizados», señala en su escrito ante el juez. Ha aportado tres documentos: la liquidación presentada por esa cantidad por la que ha pagado solo un millón (un 10%), una declaración complementaria del impuesto de sociedades del año 2011 por la que pagó 317.995 euros, y los justificantes de los pagos.
El juez Pablo Ruz ha descubierto que Bárcenas se acogió a la amnistía fiscal a través de una nueva cuenta en Suiza y pidió información a Hacienda sobre si una veintena de imputados en Gürtel, entre ellos su cabecilla, el empresario Francisco Correa, se pudieron acoger a la amnistía también.
La respuesta de Hacienda fue que solo la usó el empresario Fernando Martín, aunque reconoció que hasta siete imputados de Gürtel regularizaron casi 10 millones de euros entre 2008 y 2012.
Hacienda asegura que su declaración fue «inveraz»
La Agencia Tributaria (AEAT) informó al juez del caso Gürtel de que la declaración tributaria especial que presentó Luis Bárcenas «no surte efectos» en su situación tributaria ni penal porque «es inveraz».
La Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) de la AEAT sostiene que para haberse acogido a la amnistía fiscal lo tendría que haber hecho como persona física y no a través de una empresa, en este caso Tesedul.
Según el informe remitido al juez por la Agencia Tributaria, la declaración tributaria especial que hizo Bárcenas no hubiera afectado a sus responsabilidades penales «ni siquiera en el caso, que no se da» de que la declaración «hubiera sido correcta y eficaz».