El Mundo publica el 1 de abril de 2013 un artículo de Fernando Sánchez Dragó dedicado al corralito chipriota titulado Golfos apandadores. Afirma de forma contundente:
El pasado lunes terminó la Edad Contemporánea y comenzó otro ciclo de la Historia Universal. La prensa se hizo eco del asunto, pero sin subrayar su significado ni reparar en sus consecuencias. Otras noticias mucho menos trascendentes le arrebataron el protagonismo (…) Lo de Chipre, en cambio, traerá larga cola: la del corcel de Breno. ¡Y los gansos del Capitolio tan calladitos! Estremece escuchar el ensordecedor silencio de los políticos y los agitadores de esa entelequia a la que llaman opinión pública.
Añade:
Lo de Nicosia también tiene nombre: se llama robo. ¿Recuerdan a los enemigos de Mickey Mouse? Están ahora en Bruselas. Atracos a mano armada ha habido muchos a lo largo de la Historia, pero es la primera vez que se perpetra un atraco a manos de instituciones supuestamente democráticas. No sólo Jesús; también Marx resucita. Lo de Chipre es leninismo en estado puro. Quien tenía en el banco 199.999 euros tendrá ahora menos dinero que quien tenía 100.000. Se demoniza el ahorro y se castiga el trabajo para que los piratas de la Unión Europea sigan chupando de la teta de la incautación de bienes y de la triple y discriminatoria imposición fiscal.
Concluye:
Procéselos, señora Alaya, y decrete su prisión sin fianza, pues serían los robados, y no los ladrones, quienes tendríamos que pagarla. Sea como fuere, el daño está hecho. Se acabó Europa, se acabó el euro, se acabó la banca, se acabó la propiedad privada (y, con ella, la libertad), se acabó el mito del Estado de Derecho. Los sueños, sueños son. Despiértense, amigos, recojan lo que les quede y apaguen la luz al salir, si es que no se la han cortado ya por falta de pago.