Vuelta a la normalidad, a esa deseada rutina informativa, tras el atentado de Boston y que puso patas arriba la actualidad en las portadas de los diarios. Este 17 de abril de 2013 vuelve a haber de todo, desde Isabel Pantoja a Bárcenas, pasando por la Infanta Cristina o el ‘primo de Zumosol’, Oriol Pujol, y su defensa en la participación de las ITV, que ahora son un bien patrio (catalán, claro).
El Mundo abre a cuatro columnas con «La Infanta alega que imputarla es ya ‘una condena provisional'». Detalla el diario de Pedrojota parte del escrito de la defensa que viene a decir que «Para cierto personajes públicos, especialmente aquellos vinculados a instituciones centrales del Estado, la primera declaración ante el instructor tiene socialmente un sentido punitivo». ¿Se está insinuando que haya una Justicia diferente que para el resto de los españoles?
Resulta no obstante curioso que el director de El Mundo le dé ahora cancha a los alegatos de los abogados defensores de la Infanta Cristina. Tirando de hemeroteca, el 30 de enero de 2013, en la página 3 del rotativo de Unidad Editorial, se escribía un artículo en el que se pedía la imputación de la Infanta Cristina –Revenga debe ser apartado ya de la Casa Real-:
La imputación de García Revenga parece más que justificada. Al igual que lo estaría la de la Infanta Cristina, que es la única persona de los cinco de la Junta Directiva que no está siendo investigada por el juez. La Infanta asistía a las reuniones, aprobaba los acuerdos y cobraba parte de los beneficios de Nóos a través de Aizoon, de la que poseía el 50%. Diego Torres amenaza de nuevo con hacer públicos correos que probarían que la Infanta colaboraba con las actividades delictivas de su marido. Pero, al margen de esas hipotéticas pruebas, pensar que no se enteraba de nada es considerar que es una persona carente de la más mínima voluntad e inteligencia. Esta ficción es mucho más difícil de mantener tras la imputación de su secretario, con el que se supone que hablaría de las actividades de Nóos.
Y días más tarde, El Mundo abría su edición del 18 de febrero de 2013 con este titular: «Un 84% cree que el juez debería imputar a la Infanta Cristina». Ahora, sin embargo, ya no hay reparos en hablar de condena provisional. Lo que se puede cambiar en dos meses.
La foto del día, y que se repite en varios diarios, es la de Isabel Pantoja. Había morbo por conocer si la tonadillera iría a la cárcel por su participación en el ‘caso Blanqueo’, pieza separada del ‘caso Malaya’, pero al final la Justicia ha decidido que sólo deba pagar algo más de un millón de euros de multa, pero elude la pena de prisión.
El caso de la corrupción catalana tiene un hueco destacado en portada, «Oriol Pujol dice que intervino en la ITV por interés de país». Suponemos que querría decir por interés a Cataluña. Eso sí, alega que el no formó parte de ninguna trama corrupta. Bueno, esto suele ser habitual en quien tiene un vicio o una adicción, es el último en darse cuenta de que tiene un severo problema.
EL PAÍS
El diario de Javier Moreno lleva como argumento principal al ex tesorero del PP, «Bárcenas fraccionó las donaciones para ocultar que eran ilegales». Según detalla El País de las revelaciones del sumario de la contabilidad secreta del partido, «el ex tesorero blanqueó las aportaciones que superaban los 60.000 euros ingresándolas troceadas en la cuenta del PP para pagos anónimos».
La foto, para Isabel Pantoja, aunque con un título diferente, «Condenada a dos años por blanqueo». No es que el titular sea mentira, pero lo cierto es que, a efectos legales, la tonadillera no pisará la cárcel en la que ya vuelve a estar Julián Muñoz.
Las malas noticias también vienen por la vertiente económica, «El FMI empeora sus previsiones sobre paro, déficit y deuda de España». En fin, a ver con qué salen los Montoro o De Guindos para rebatir los informes del Fondo Monetario Internacional.
LA RAZÓN
El diario de Paco Marhuenda aprovecha el tirón que tuvo la visita del ministro Ruiz Gallardón al foro de La Razón para seguir a vueltas con la cuestión de los abortos en España, «Acreditar el riesgo para la madre evitaría hasta 100.000 abortos al año» y detalla que la propuesta del Gobierno para probar de forma fehaciente el peligro físico y psicológico para la embarazada frenaría el coladero legal.
Foto para la artista andaluza, «La pena de la Pantoja» y destaca que mientras la cantante evita la prisión, Maite Zaldívar tendrá que afrontar tres años de privación de libertad.
Sobre el atentado en suelo norteamericano, «Obama extiende a nivel mundial la investigación por el golpe terrorista de Boston» y detalla que la maratón de Madrid, que se celebrará el próximo día 28 de abril de 2013, elevará la seguridad.
Muy en pequeño, esta noticia que es con la que abre a todo trapo El Mundo, «La defensa de la Infanta Cristina denuncia que su imputación es inquisitiva».
ABC
El periódico de Bieito Rubido abre con «Pantoja esquiva la cárcel» y destaca el incidente vivido en el exterior del Palacio de Justicia, «Lamentable acoso a la salida del juzgado».
Como segundo argumento, «Oriol Pujol justifica el tráfico de influencias por patriotismo catalán». Es decir, que ahora cualquier choriceo (presunto) puede hacerse en el nombre de tu patria (chica o grande). Lo curioso es que no se conoce que al hijo de Jordi Pujol le diese un ataque de risa tras pronunciar tal gansada.
ABC también lleva la cuestión de las interrupciones (¡menudo palabro para definir lo que en muchos casos es un asesinato indiscriminado y caprichoso) del embarazo, «El Gobierno fijará con qué malformaciones se permitirá abortar».
LA GACETA
El rotativo de José Javier Esparza lleva a portada al presidente de Hungría, defensor de los valores cristianos, Viktor Orban, que está de visita en España. Destaca el diario que «Es posible una política cristiana».
Le da también bastante cancha al tema de la tonadillera, «Escándalo nacional por los incidentes en el juicio a Isabel Pantoja». Señala que la lectura de la sentencia degeneró en un circo mediático y la cantante hubo de ser protegida por la fuerza pública.
Destaca una noticia curiosa La Gaceta, «La casa de los padres del Rey, zona de botellón» y dice que «Don Juan Carlos se desentendió de Villa Giralda hasta que la vendió por 2,7 millones en 2003».