Salvador Sostres publica el 6 de mayo de 2013 un artículo en El País titulado Otro error de Iñaki, que incluye críticas a la infanta Cristina al tiempo que defiende al Rey.
Los duques de Palma cometen otro error marchándose a Qatar, un país cuyo Gobierno tiene un modo de operar inquietante e incluso siniestro. La alta sociedad qatarí, muy dada a la fiesta opulenta y al exceso permanente, querrá presumir de Infanta española, y Cristina e Iñaki no podían ofrecer una imagen más frívola e improcedente que la de ir de celebración en celebración teniendo como tienen asuntos pendientes con la Justicia y habiéndose presuntamente aprovechado ilegítimamente de dinero público.
En contra de lo que se ha dicho y publicado, ni el Rey ni su Casa tienen nada que ver con este desafortunado traslado. Ni lo han propiciado ni lo consideran oportuno. Se trata del enésimo desafío de Urdangarin a la Corona, y de la enésima vez que perjudica su imagen con su inconsistencia, temeridad y su alarmante no saber estar a la altura de las circunstancias.
Insiste en la defensa de Juan Carlos I:
Episodios como los del elefante y chismorreos como los de Corinna no desgastan a un rey consolidado y querido como Juan Carlos ni ponen en entredicho la vigencia de la Monarquía, ni su utilidad. Los reyes siempre han cazado, y siempre han retozado, y esto el pueblo lo ha visto siempre con mucha más simpatía que enfado.
Concluye:
La paciencia y la generosidad que tanto el pueblo español como la Casa Real han mostrado con Iñaki Urdangarin y con sus múltiples y profundas equivocaciones tiene el evidente límite de salvaguardar la credibilidad de un Rey que tanto ha aportado hasta ahora como lo que puede y debe continuar aportando en estos momentos tan delicados.
El tiempo de la condescendencia ha terminado, el Rey ha vuelto a tomar las riendas de un modo personalísimo y decidido, y no dudará en apartar fulminantemente a quien le perjudique en su imprescindible labor de recuperación de España.