No tengo la sensación de haber perdido nada. Salí de un tren viejo y entro en uno nuevo
No estaba anunciada en el cartel pero apareció por sorpresa. Maruja Torres participó en la mesa dedonda que montaron los de la revista Mongolia en el Círculo de Bellas Artes de Madrid el viernes 17 de mayo 2013 para tratar la crisis de la prensa y el fracaso de los periódicos en España, justo el día después de conocerse su marcha de El País–Maruja Torres anuncia su adiós a El País: «Javier Moreno me ha echado de Opinión y yo me he ido del periódico. Es un alivio»–.
Posteriormente, atendió a Periodista Digital y anunció su fichaje por la publicación satírica:
Yo decido que si no hay Opinión no hay Maruja en El País y me voy. Yo estaba de incógnito en Twitter con 102 seguidores, entonces de repente salgo del armario, pongo mi nombre y pienso que esto tiene que contarlo alguien. Pedí ayuda y ya se hizo público. He fichado para Mongolia, donde tendré una sección fija. No tengo la sensación de haber perdido nada. Salí de un tren viejo y entro en uno nuevo
Coincidiendo con el tema tratado en la Mesa Redonda y que magistralmente desgrana Pere Rusiñol en el libro ‘Papel Mojado’, donde se sacan las vergüenzas de los diarios tradicionales como El País, El Mundo, La Vanguardia o el ya fallecido Público, la escritora y periodista asegura en la conversación con PD que:
Se ha acabado. Empieza una nueva era. Y quiero estar en la aventura. Los periódicos tradicionales tienen unos grandes profesionales que han malgastado mal. Ellos no saben que hacer con esa gente tan talentosa. Les han traicionado como han traicionando a sus lectores.
El dinero se está gastando en capitanes y no en soldados pero en capitanes tontos. La cruz mas grande que le puede caer a un buen periodista es tener un mal jefe. Yo he tenido un 5% de buenos jefes…y de buenas jefas, como Soledad Gallego Díaz en El País, pero he tenido al resto que no sabían que hacer conmigo.
Ahora me siento muy liberada. De esos capitanes a los que le ponen coche, chofer y ayudante mientras a los jóvenes les hacen viajar para un reportaje, volar de vuelta en el mismo día para no tener que pagar una noche de hotel allí… llegar por la noche, escribirlo y quedarse al cierre… esto son las galeras de Ben-Hur.
Aprovechando su marcha del rotativo de Prisa, ha hecho un repaso de algunos de los nombres más importantes que tuvo a su lado y con los que trabajó a sus órdenes, como son Augusto Delkáder, Javier Moreno y Juan Luis Cebrián:
Augusto Delkáder ha sido un gran periodista, un hombre muy complejo pero porque le encantaba putear… pero ante el buen periodismo se rendía. Tengo un recuerdo cariñoso de él aunque dijo que comprendía el ERE de El País pero la gente es que cuando cobra es capaz de cualquier cosa
Javier Moreno es un hombre que hace a gusto el trabajo de liquidador y que está físicamente destruido: pálido, desaliñado, lívido… No creo que sea feliz pero no creo que fuera feliz tampoco dejando lo que ha conseguido echando gente.
Cebrián era un buen director. Siempre supe que no era buena persona, era un hombre taimado, astuto y muy soberbio. Fue un gran director pero porque encontró a Polanco y Polanco fue un gran empresario porque le encontró a él y creo que esa fue una simbiosis que funcionó.
Cebrián había dirigido ‘Gentleman’ sin pena ni gloria. Pero en El País siempre se me ponía los vellos de punta cuando le veía que sabía lo que tenía que hacer y eso siempre se lo agradeceré.
Yo me marché a Barcelona en los 90 desde Madrid con la excusa de que mi hermana estaba enferma porque no quería ver en lo que se estaba convirtiendo el periódico