Felipe González y Alfredo Pérez Rubalcaba arroparon a la cúpula de El País en la gala celebrada en el Auditorio Caixaforum
«Mi tiempo [al frente del grupo Prisa] es limitado por la edad que tengo pero todavía voy a dar bastante guerra». Con estas palabras a Periodista Digital salía al paso Juan Luis Cebrián de las informaciones que le sitúan fuera de Prisa al final de año durante la gala de entrega de los Premios Ortega y Gasset de Periodismo. De hecho, se afirma que su cabeza sería una de las condiciones que habría impuesto la banca acreedora-propietaria para refinanciar de nuevo la deuda del grupo.
Unas palabras que posiblemente sienten como un jarro de agua fría entre los trabajadores de la compañía toda vez que la mastodóntica deuda sigue sin reducirse mientras que el presidente y el resto de su consejo de administración se siguen embolsando cantidades prohibitivas sin reparar en el contexto actual concreto y general de crisis. No es descabellado afirmar que serían muchos los que quieren ver a Cebrián, cuanto más lejos, mejor.
Mucho se ha hablado también en los últimos días del ataque frontal del ex presidente del Gobierno José María Aznar contra Prisa a cuenta de las informaciones publicadas por El País que relacionaban la boda de su hija con la trama Gürtel. Cebrián declaró a este medio que:
Hemos publicado una cosa que es verdad con documentos y él se empeña en decir que es mentira. Supongo que es por eso. No vamos a polemizar con él
Cebrián comandó un acto donde se pudo ver a pesos pesados del socialismo español, como el secretario general del PSOE, Pérez Rubalcaba; el ex presidente de Gobierno, Felipe González o los ex ministros Trinidad Jiménez o Ángel Gabilondo arropar al diario El País en la entrega de sus premios. En el discurso posterior, Cebrián no tuvo pudor en declarar, a cuenta de las amenazas de Aznar, que «ahora mas que nunca hace falta periodistas capaces de criticar al poder». Los mismos que él está despidiendo.
* Reportaje realizado por Marian García y Roberto Marbán