Lo bueno de no cubrir la información económica y haber dejado la carrera de Derecho en tercero es que sobre la prisión incondicional dictada contra Blesa no tengo opinión alguna -LEA EL TRASGO EN LA GACETA-.
Pero es inevitable, en cambio, que vea en este arranque por carcelarias un apólogo moral de nuestra época. Ayer volaba en primera a Miami y se le cuadraban los grandes de este mundo, y hoy tiene que dar los cordones de los zapatos, la corbata y el iPhone5 para entrar en una celda junto a vulgares chorizos. Sic transit gloria mundi! No creo ser un observador especialmente agudo del ánimo social si digo que este país, que ha pasado en meses 24 de la ‘Champion League’ de la economía a la sombra griega del rescate, el paro de Guinness, desahucios, rescates bancarios multimillonarios, el escándalo de las preferentes y demás escenas de crónica negra, estaba deseando ver a un banquero entre rejas. Es catártico. Repito e insisto: no entro en la justicia o injusticia del auto (para ser sinceros, ni siquiera estoy seguro de que sea un auto), en si está o no ajustado a derecho.
Y Blesa, al frente del más malo de los bancos ‘buenos’, era el hombre. Hasta da el perfil. Juan Carlos Escudier, uno de mis rojos favoritos, se marca en Público una columna de sarcasmo sangrante, muy Swift, con la que este pobre reaccionario ha disfrutado bastante: “Lo de Blesa es indignante por múltiples motivos y uno fundamental: peligra gravemente el Estado de derecho, que tiene cimientos firmes pero no tan resistentes como para soportar que se encarcele a un honrado banquero cuyo único pecado es haber ejercido plenamente la libertad de empresa. Si se pone esto en solfa, estamos perdidos”.
No me peguen, ya sé, ya sé… Pero es bueno, y ya les he dicho que yo no soy jurista. Escudier insiste en su irónica indignación contra el auto en un párrafo demoledor: “¿Que Blesa troceó la operación de compra de un banco en Miami para no requerir autorización alguna? ¿Y qué? ¿Acaso los pollos se comen de un solo bocado? ¿Que pagó un sobreprecio? Con un par, ¿y qué si fue de sobrado? ¿Vamos a enseñar a Noé los secretos de la lluvia? ¿Que su gestión fue, en general, tan calamitosa que el rescate de lo que luego fue Bankia nos ha costado miles de millones, que gracias a ello el país está intervenido en la práctica y que como consecuencia han pagado su tributo trabajadores, pensionistas, parados o inmigrantes, algunos de los cuales mueren de tuberculosis porque tratamos de ahorrarnos unos euros con las radiografías de tórax?
Pero vamos a ver, ¿habría cambiado algo si en vez de Blesa hubiera sido otro amigo de Aznar el presidente de Cajamadrid? Seamos serios”. Escudier compara el destino de Blesa con el de dos delincuentes anónimos que no han logrado el indulto del Gobierno, concluyendo así su columna: “El pueblo debe indignarse por el trato humillante que está recibiendo Blesa. ¿A quién se le ocurre quemar vivo a un violador o robar un móvil de mierda, que ni siquiera sería un smartphone? Que se hubiesen comprado un banco”. Si tenemos que tener rojos -y, con la derecha que sufrimos y la élite financiera que padecemos va a ser difícil prescindir de ellosque, por lo menos, escriban así. Pero Blesa es mucho Blesa… Todavía.
Y la prensa titubea. ‘Prisión incondicional para Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid’, titula El País, con ese magnífico desprecio por la realidad que dicta que, en la era de Internet, aún hay que añadir “ex presidente de Caja Madrid”. Hay algo casi británico -de la Cámara de los Lores- en ese desdén. ¡Oh, ser Prisa! Decía que la sombra de Blesa es alargada y muchos temen que gane batallas como Rodrigo Díaz de Vivar atado al caballo y muerto, y quizá sea por eso que La Razón sea el único diario generalista (es un decir) que no considera su ingreso en prisión la noticia del día y matiza: ‘Blesa vuelve a la cárcel pero sin fianza’.
Que me lo aclare algún jurista: la fianza, ¿no es para evitar la cárcel? ¿No es redundante la coletilla? Pero probablemente me precipite: no es que La Razón tenga razones para desblesizar en lo posible su portada, sino que en puridad piensa que un estornudo del líder inmarcesible es de parar las máquinas y eclipsar una escudería entera de autos. Es así que nos abre con una fotografía del -¡sorpresa!- registrador de la propiedad pontevedrés avanzando decidido junto a Durao Barroso y el titular entrecomillado: “España ya no es un drama”. A los lectores del Marhuenda’s Times les sorprenderá la declaración. ¿Un drama? ¡Pero si lleva siendo una marcha triunfal desde que vivimos a la sombra de su mano!
En un aparte diré que yo tampoco creo que sea un drama: España es un sainete. Tampoco al ABC le gusta que empiecen a encarcelar banqueros. Bueno, vale: a Blesa. Y abre: ‘Prisión sin fianza para Blesa contra el criterio del fiscal’. Enterados, sigamos. Me quedo con el titular de El Mundo: ‘El juez encierra a Blesa: ‘No me convencen sus explicaciones’. Roy Bean, el ‘juez de la horca’, no hubiera sonado más duro; de no llamarse Elpidio, su nombre sería Clint. Y termino el repaso buscando en eldiario.es de Nacho Escolar la opinión de-fi-ni-ti-va contra Blesa y, oh, nada. Nada que pueda encontrar, al menos. Venga, va, no nos pongamos paranoicos, que seguro que, cuando lean esto, ya la han colgado.