El extesorero del PP se cita en restaurantes y cafeterías a la vista de todos y saca de su maletín un puñado de folios con la contabilidad paralela de su partido
Como subraya ‘ESD‘ en su peculiar revista de prensa online este 13 de junio de 2013, Sin duda, este jueves uno de los temas estrella de la actualidad es la querella de la Fiscalía contra Leo Messi por evasión de impuestos.
El presunto delito del futbolista argentino no ha pasado desapercibido en los digitales y Benjamín López tira de ironía en El Semanal Digital para señalar que «mucho envolverse con la señera y mucha nación pero al final va a resultar que el que roba a Cataluña no es España sino alguien más del terruño, más de la Masía, más del Palau».
«Sinceramente, lo de ‘siguiendo los consejos de nuestros asesores fiscales’ suena a querer escurrir el bulto, a yo no sabía, a hice lo que me dijeron… Hasta es posible que los asesores fiscales de Messi sean los mismos que los de los Pujol o que los del padre de Artur Mas. Porque como dice un amigo mío, el caso Messi viene a confirmar que aquí ha robado, presuntamente, hasta el más tonto».
Javier Fumero cree en El Confidencial Digital que «la Agencia Tributaria sigue los mismos pasos que empleó en su día con la cantante Lola Flores: una actuación con gran eco mediático para disuadir a los defraudadores e incrementar los ingresos».
Hace ya varios días, pero por José María Aznar no pasa el tiempo ni la actualidad y sigue dando que hablar desde su sonada reaparición y el cierre de filas del PP en torno a su persona del Club Siglo XXI.
El Confidencial Digital desvela las claves de ese acercamiento y asegura que en un principio Rajoy no quería que ningún ministro acompañara al expresidente en su conferencia porque estaba realmente molesto por las críticas que vertió en Antena 3.
Sin embargo, poco antes uno de los asesores secretos con los que cuenta Rajoy le hizo cambiar de opinión haciéndole ver que sería un error y recomendándole además que enviara un peso pesado del Gobierno:
«Finalmente, el lunes, a media tarde, Moncloa confirmó al Club Siglo XXI la presencia de Soraya Sáenz de Santamaría y de José Manuel Soria. Rajoy cedió al apunte de su asesor personal y el resultado fue óptimo».
Por su parte Cristina Losada apunta en Libertad Digital:
«Una visión de partido desaconseja aventuras como las que se esperaban de Aznar, que siempre entrañan riesgos no calculados y consecuencias imprevistas. Dicho esto, hay que darle al asunto otra vuelta de tuerca. Existen motivos para preguntarse hasta qué punto el sentido de partido ha arraigado en el PP y, en concreto, en sus actuales dirigentes. Las dudas al respecto surgen, justamente, a propósito de su conducta ante el caso Bárcenas, los sobres y los sobresueldos. Ante el hecho en sí mismo extraordinario de que no se comportó como un partido. De que las voces públicas del PP dieran en conducirse como si el escándalo no fuera con ellos, sino con los de antes».
Desde Eldiario.es, Miguel Roig le da una visión diferente al asunto y se centra en el bigote variable de Aznar:
«En sus imágenes de juventud se aprecia un bigote frondoso que va perdiendo espesor con los años hasta alcanzar el estado de la duda que exhibe hoy: ¿hay o no hay bigote en esa cara? Convengamos que el bigote hace al personaje, construye su carácter, afirma su identidad al punto de que se le llegó a llamar alguna vez, con sorna, ´bigotito´ al igual que a un personaje vinculado a la trama Gürtel a quien se conoce como el Bigotes ignorando el común de la gente su verdadero nombre».
«Según lo decide la luz, el surco del labio superior de Aznar da cuenta de múltiples puntos como ocurre al acercarnos demasiado a un cuadro de Seraut o bien, desparece por completo».
Pero si el PP tiene un problema, ese sigue siendo Luis Bárcenas, que ataca de nuevo según Javier Caraballo en El Confidencial:
«Ya no se oculta como al principio. El extesorero del PP se cita en restaurantes y cafeterías a la vista de todos y saca de su maletín un puñado de folios con la contabilidad paralela de su partido desde 1990 hasta 2008, con la salvedad de tres años intermedios (del 94 al 96) que se quedaron retenidos en algún cajón de su antiguo despacho».
«Aquí está; si quieres le haces la prueba del carbono 14, suele decir cuando su interlocutor va repasando con los ojos abiertos como platos los epígrafes que relacionan nombre y cifras. Bárcenas sólo pretende ganar credibilidad en círculos selectos de la clase influyente española y, sobre todo, quiere enviarle un recado a su antiguo partido».
Claro que, según Carmelo Jordá en Libertad Digital, hay una doble vara de medir a la hora de juzgar los «trinques» según el color político:
«Francisco Fernández Sevilla, secretario general de UGT Andalucía, ha pasado al menos año y medio generándose un bonito sobresueldo en el sindicato por el disimulado método de pasar unos gastos que era evidente que no hacía. Sin embargo, si, como es el caso, el trincaor es un esforzado defensor de la clase trabajadora, el silencio se abate sobre el panorama mediático como el humo falso de los conciertos, que no se sabe de dónde sale pero lo tapa todo».
«Y no digamos ya en regiones que llevan décadas disfrutando del progreso que trae el PSOE. Si el trincaor es de los nuestros, es decir, de los suyos, aquí no abre la boca ni el tato, al menos hasta que ni la más clamorosa omertá pueda ocultar el corrupto elefante en el pasillo. Dicho de otro modo: si es rojo, tiene carta blanca, que los pobres trabajan para el pueblo; y, al fin y al cabo, ¿quién más Pueblo que ellos?».
No es de extrañar que Vicente Torres se muestre algo desesperanzado en Periodista Digital:
«Parece cierto el hecho de que el Banco de España no ejerció convenientemente las labores de vigilancia sobre las entidades financieras que tiene encomendadas. Lo comentaban esta mañana las dependientas de la pescadería y algunas de las señoras que hacían cola».
«Una de ellas, que ha comprado tres pescadillas de buen tamaño, me ha invitado a comer, pero no he podido aceptar, lamentándolo mucho. Debe de ser muy buena cocinera. Si los políticos y los financieros. fueran, en lo suyo, tan buenos como parecía ser esta señora, no estaríamos tan mal. Ella mira el pescado que compra y lo mira bien, porque es para gente que le importa. A los políticos y a los financieros los ciudadanos no les importamos nada».
Menos mal que por lo menos la versión 2.0 de la Policía funciona a las mil maravillas. De hecho, tal como recoge Ana I. Martín en El Semanal Digital, el Cuerpo Nacional de Policía ya ha superado el medio millón de seguidores en su cuenta de Twitter @policia:
«Quién les iba a decir a ellos cuando empezaron a patrullar por la popular red social que se convertirían en todo un fenómeno, uno de esos follow indispensables para cualquier tuitero que se precie. ¿Su secreto? Un lenguaje cercano, del que se escucha en la calle, contenidos interesantes e interacción con el ciudadano. Y estar siempre siempre al pie del cañón. Como para no estarlo teniendo en cuenta que cada día reciben de media 1.300 mensajes privados».