La corrupción vuelve a ser una vez más, el 4 de julio de 2013, el tema central de los espacios de opinión de la prensa española. Bárcenas y Gürtel, por un lado, y Magdalena Álvarez y los ERE, por otro, acaparan gran parte de las columnas del día. Como curiosidad de la jornada, el trío Rajoy-Guindos-Montoro, en especial este último, encuentran como inesperado aliado a uno de los máximos responsables del Periódico de Catalunya. Claro que esto ocurre cuando Aznar parece haberse convertido de hecho en el principal opositor a la política del Gobierno del PP.
Juancho Dumall, director adjunto del auto erigido en ‘diario de la Catalunya real’ se plantea: ¿Se pueden bajar los impuestos? Recuerda algo que es sabido por todos:
En sus últimas apariciones públicas (Antena 3, club Siglo XXI y diario Abc) [Aznar] le había enmendado la plana sin contemplaciones a Mariano Rajoy al proponer una política económica muy distinta a la que ejecuta el tándem Guindos-Montoro y basada sobre todo en una drástica bajada de impuestos. El martes, la FAES, fundación que preside Aznar, presentaba formalmente, como si se tratara de parte de un programa de Gobierno, una propuesta fiscal de gran calado, que proponía reducir los impuestos más importantes.
Añade:
La pregunta sencilla es: ¿se pueden bajar los impuestos y aumentar a la vez la recaudación? Teóricamente, sí.
Pero lanza una segunda cuestión:
Pero hay una pregunta algo más compleja: ¿se pueden bajar los impuestos en este momento? El ministro Montoro ya ha dicho que ahora «no hay margen», y el sentido común indica que en un momento de recesión como el actual y con el consumo estancado, una reforma fiscal de las características que propone FAES tendría la inmediata consecuencia de agrandar el agujero en las finanzas públicas.
La alegría llama a la puerta del despacho de Monotoro. Por fin alguien le da la razón al insaciable, e impacable, Recaudador Mayor del Reino. Lo que desconocemos, eso sí, es si lo hace por creérselo o tan sólo por llevar la contraria all ex presidente del Gobierno que gustaba de fotografiarse jugando al dominó en Quintanilla de Onésimo.
Concluye Dumall:
Detrás de la propuesta de FAES late un factor de corte psicológico y otro claramente político. El primero es que Aznar se considera autor del mal llamado milagro español de 1996 al 2004 (el que se creó la burbuja inmobiliaria) y piensa que ahora hay que volver a aplicar «su» receta. El político es que FAES no dice que una posible caída de ingresos se compensaría con un nuevo adelgazamiento del Estado.
Y este humilde lector de columnas se pregunta, ¿qué tendría de malo un nuevo adelgazamiento del Estado? De hecho, al mostrarlo como algo negativo parece que tuviéramos una Administración anoréxica, cuando en realidad si algún mal le aqueja en cuanto a peso es el de una obesidad mórbida evidente.
Como es nuestra costumbre, el periplo madrileño lo arrancamos en El País. Hace ya meses se nos hizo evidente que encontrar un columnista del diario de PRISA que escribiera, o incluso nombrara, el caso de los ERE resulta mucho más complicado que localizar a una miembro de los Hermanos Musulmanes participando en una protesta de Femen. Este humilde lector de columnas, en un ataque de optimismo, pensó que tal vez esto podría cambiar con la imputación la ex ministra antes ‘partía que doblá’. Vana ilusión. La reacción ante la nueva situación de Álvarez ha sido sacar a pasear a Bárcenas un día en el que no ha habido grandes novedades sobre el ex tesorero del PP.
Jorge M. Reverte titula su columna de contraportada directamente con el nombre del señor de las peinetas: Bárcenas.
El asunto central es que Bárcenas no sabe por qué está allí [en la cárcel], y considera, según el escrito presentado por su abogado, que nunca se ha producido un caso así en la historia. O sea, que Bárcenas piensa que ha entrado en la historia. Es de una injusticia desmesurada. Y, al parecer, no le han explicado bien por qué está en el talego, cuando los demás no entendíamos qué hacía fuera de él.
Concluye con cierto nivel de ironía:
Bárcenas ejerce su derecho a la defensa sin hacer chantajes, según el PP. Pero también acelera los requisitos de la rehabilitación. Parece que a sus compas no les hace peinetas. Les regala cosas del economato. ¿No ven ustedes un indicio de rehabilitación? No como el violador del Ensanche.
Josep Ramoneda, por su parte, escribe un relativamente largo artículo titulado La corrupción y el desdén. ‘¡Por fin! ¡Aquí uno que escribe sobre las corruptelas de todos los partidos’, pensamos alborozados. Nuestro gozo en un pozo, que dirían los antiguos. Que no, que tan sólo se nombra al PP. Ni una sola mención a los ERE, a las cuentas de la familia Pujol, al caso Millet y tantos otros casos protagonizados por miembros de diversas formaciones políticas.
Luis Bárcenas está en la cárcel. Cuando el presidente Rajoy elude pronunciarse sobre esta cuestión, en sede parlamentaria, respondiendo a un diputado que «usted puede hablar sobre lo que considere oportuno y conveniente, yo también puedo hablar sobre lo que estime oportuno y conveniente», se está haciendo un flaco favor a sí mismo y a la democracia. Bárcenas ha sido el principal tesorero del PP, Rajoy ha estado con él, antes y después de hacerse con la presidencia del partido, y le ha apoyado y defendido. Debe una explicación.
Ramoneda tiene razón en todo lo que afirma en esas frases, pero nos llama la atención que se limite a aplicarlo al caso Bárcenas y al PP. Añade:
[Gürtel] Es el caso más grave de corrupción que ha conocido nuestra democracia. Está en juego la credibilidad del régimen. Un presidente responsable debería llegar hasta el final, aun a riesgo de tener que renunciar a su función.
Concluye:
Rajoy tiene una gran oportunidad de romper la omertà política, forzar un cambio en la relación entre poder y dinero y desmontar el círculo vicioso de la corrupción. ¿No quiere o no le dejan? ¿La trama de intereses es más fuerte que el presidente? El desdén de Rajoy hace perder toda esperanza. Dejar que la democracia se siga deteriorando cuando se tiene poder para evitarlo es también una forma de corrupción. La mezquindad es el terreno preferido de los corruptos.
Lo dicho. Sin animo alguno de defender a Rajoy por sus nada aceptables silencios en todo lo relativo a Bárcenas y la trama Gürtel, los males que achaca al registrador de la propiedad que pensábamos metido a gobernante pueden ser también atribuidos a Rubalcaba, Griñán, Mas y muchos otros. Pero ante esto, silencio ‘prisaico’.
Foto: Román Cendoya.
En La Gaceta, Román Cendoya prefiere centrarse en las corruptelas producidas al Sur de Despeñaperros. Lo hace en Maleni en los ERE:
El mayor escándalo de corrupción de la historia de España -anda que no es difícil ostentar ese récord- surge del PSOE en Andalucía.
Otro como Ramoneda pero en sentido inverso. Sinceramente, a estas alturas buscar un podio del choriceo político nos parece pueril. Estamos ante meros matices en el nivel de corruptelas, con independencia de cual sea mayor en puros términos contables.
Cendoya se plantea sobre la actitud de la juez Alaya:
¿Por qué no imputa ya a Griñán al que se le pueden aplicar los mismos argumentos utilizados para imputar a Magdalena? Porque seguro que la juez tampoco se fía de unos órganos judiciales politizados en los que, con la última reforma de Gallardón, ha sido aniquilada la casi ninguna independencia judicial.
Añade:
Y creo que sería más que plausible que, dentro de los múltiples delitos que han podido cometer, se contemple también el de organización criminal. No porque el número de imputados vaya a llegar al centenar, sino por la forma en que las personas involucradas estaban estructuradas y por cómo realizaban la actividad delictiva. Así, como características esenciales de la criminalidad organizada, puede verse que tenían objetivos comunes: el lucro ilícito, para cuya consecución se valían del poder. Establecieron un sofisticado entramado, con división de funciones, que conduce a una profesionalización de sus miembros -aseguradoras, sindicatos, políticos…- y a la mayor eficacia de la organización.
Concluye:
Esta imputación deja en una muy difícil posición al resto del PSOE. ¿Puede seguir Magdalena Álvarez desempeñando su puesto de vicepresidenta en el Banco Europeo de Inversiones? Está claro que no, aunque ella pretenderá seguir. Cobra un pastón. ¿Quién en el PSOE tiene autoritas para pedirle que dimita? Silencio.
Cerramos en esta ocasión con ABC. Aunque en este diario la mayor parte de las columnas están centradas en cuestiones internacionales (en especial el asunto de Snowden), nos quedamos con la de Isabel San Sebastián, dedicada también al caso de los ERE. titula De Magdalena a Susana. Hemos de decir, eso sí, que a diferencia de El País, en el periódico madrileño de Vocento resulta normal leer columnas muy críticas con el PP por el caso Bárcenas.
EL caso de los EREs andaluces es un cesto de cerezas (podridas), que está vaciando poco a poco la juez Alaya por el procedimiento de tirar de una y dejar que salgan detrás las que lleva enganchadas.
Dice de ‘Lady Aviaco’:
«Maleni», la que manejó miles de millones de euros en su Departamento y quiso colar a Esperanza Aguirre de una catenaria, es hoy, en razón de la misma arbitrariedad «dedocrática», vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones, donde la noticia de su imputación ha tenido que caer como un jarro de agua helada. Es lo que nos faltaba a los españoles, tan ayunos de crédito como de credibilidad, para convencer a nuestros socios de que no somos gentes de fiar y es preciso atarnos en corto. La peor de las noticias en el peor de los momentos. Una herencia póstuma de Zapatero tan envenenada como lo fue su Presidencia.
Pasa a cometar la situación del PSOE andaluz tras el anuncio de retirada de Griñán:
Se va, pero quiere dejar su legado, atado y bien atado, en manos de otra persona que atesora «meritos» semejantes a los de la ex ministra imputada: ser mujer y andaluza. Susana Díaz se llama la «delfina» en cuestión, quien a sus treinta y nueve años de edad suma a las citadas «cualidades» la de no haber ganado jamás un euro fuera de la política ni haber abrevado en otro pesebre que el del Partido Socialista, donde empezó a trepar mientras estudiaba Derecho en la Universidad de Sevilla. Tal vez por ello tardara diez años en estudiar una carrera de cinco, mientras el contribuyente subvencionaba»solidariamente» el 80 por ciento del coste de su educación.
Concluye diciendo de Díaz:
Ella es una gran entendida en «ejecuciones» silenciosas, que dejan a sus pies cadáveres sobre los que se va aupando. Así ha llegado hasta donde está, a dos pasos de heredar el poder sin saber lo que es transitar a cuerpo gentil por esa calle que va a gobernar. ¿Es completamente ajena al mayor escándalo de corrupción que ha conocido España desde la Transición una «aparatchik» local que echó los dientes en el partido y se conoce al dedillo todos sus rincones? ¿Se enteró de lo que había por los periódicos? ¿Pondrá todo su empeño en lmpiar la casa? Es difícil de creer… Pero ¡Ojalá!
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