¿Bieito o Paco? ¿A quién quiere más Rajoy? Los directores de los dos diarios oficialistas participan en una enloquecida carrera armamentística con sus portadas para ganar los favores de la Moncloa -LEA EL TRASGO EN LA GACETA-.
El arma más poderosa parece ser el ridículo: ¿qué dice tan claramente «te amo» como la disposición a ser el objeto de todos los chistes en los bares y en ese bar universal y despiadado que es Twitter?
A juicio del respetable, iba ganando Marhuenda por varios cuerpos. Ha agotado todas las fotografías favorecedoras del líder en sus portadas y realizado prodigiosos contorsionismos para ocultar el elefante en la sala de estar y presentar como buenas noticias verdaderos desastres.
Bieito renqueaba detrás. Hacía sus pinitos, realmente. Pero era difícil luchar contra el servilismo entusiasta de Marhuenda, su forofismo innato. Sin embargo, Bieito tenía una carta en la manga, y el lunes estalló.
En efecto, La Razón es de ayer por la tarde, no tiene un gran prestigio que perder. ABC, el decano de la prensa de Madrid, es una venerable institución que ha escrito páginas gloriosas en la historia del periodismo patrio. Sin duda Mariano tiene por fuerza que conmoverse con el gesto de alguien dispuesto a editar la portada más patética de la prensa española, aun teniendo en cuenta solo la forma y obviando el contenido.
Un smiley, ya sabe, una de esas caritas sonrientes en un círculo amarillo, solo que en este caso -observen ustedes la sutileza- es rojigualda, sobre un fondo azul. ¿Y esto venía a…? «La mejor EPA desde que empezó la crisis». Suponemos. Los datos se sabrán el jueves. Pero ABC simplemente LO SABE. Y aunque el paro siga por encima de los seis millones, España debe sonreír. ¡Supera esa, Paco!
Porque, además, ayer Paco no participaba. Se hacía casi raro no ver a Rajoy por ningún lado (su efigie cesárea, queremos decir, que su nombre aparece abajo: «Rajoy prepara ya una comparecencia antes de agosto sobre el caso Bárcenas»). Pero tocaba Papa: «Revolución Francisco, rumbo a Río». Al fin, la editora del diario también edita la versión en español del L’Osservatore Romano, razón por la que tuvieron que eliminar los anuncios de putas deprisa y corriendo.
Mientras, en el mundo real, leemos en la primera de El Mundo que «El PP con su peor resultado aún ganaría al PSOE de Rubalcaba», algo que dice muy poco del partido del Gobierno y mucho, mucho de los socialistas de don Alfredo.
Parece ser -hay tantos desmentidos y pasos atrás con el Gobierno que uno no se atreve a aseverar- que usted y yo no pagaremos los carísimos tratamientos de fertilidad de las parejas de lesbianas y las solteras. Naturalmente, la izquierda ha aprovechado para rasgarse las vestiduras y gritar «¡homofobia!», porque, de algún modo, los niños no tienen derechos, se crían exactamente igual con o sin padre y que yo le pague a usted el alambicado proceso es un derecho fundamental que le asiste.
Por supuesto, también, el progrerío en las redes sociales y en los medios no lo han contado así, no: han contado que el PP prohíbe/impide (de las dos formas lo he leído) a las lesbianas y solteras someterse a tratamientos de fertilidad (botón de muestra: «Parirás con dolor y cuando el Gobierno te diga», de María Eugenia R. Palop en eldiario.es). Es la lógica del Estado niñera: todo se convierte en un derecho, y sentirte legitimado para que los demás paguen tus deseos se convierte en la norma. Que no haya dinero no es una excusa. Hasta la quiebra.