Los fotógrafos Xoan Soler y Mónica Ferreiros, de La Voz de Galicia, son los autores de algunas de las fotografías más impactantes del accidente ferroviario ocurrido en Santiago de Compostela el 24 de julio de 2013. La publicación de estas imágenes, incluyendo la que ilustraba la portada del diario gallego, ha vuelto a abrir el debate sobre la conveniencia o no de mostrar las víctimas mortales en el material gráfico o audiovisual de los medios de comunicación.
Periodista Digital ha hablado por teléfono con Xoan Soler para que diera su testimonio sobre la jornada y aportara su visión sobre el debate. Tras remarcar que él no trabajó sólo, que estaba también su compañía, respondió a las cuestiones que le planteó este periódico.
«Es difícil verse en esa situación. Es difícil ver una escena dantesca, casi no te das cuenta de lo que está pasando. Yo creo que ves la foto después, cuando llegas a la redacción. Es un cúmulo de imágenes y que vas disparando [la cámara]. En el momento que estás trabajando no te das cuenta de lo que estás viendo».
«Bajamos a las vía y había heridos. Paré cinco minutos porque había una señora a la que ayudé a bajar un desnivel que había y ayudé a una chica».
Era un caos tan grande que sí que realmente hay escenas muy fuertes, pero es que verdaderamente fue lo que pasó. Y hay fotos más duras que estas [las que se publicaron].
LÍMITES PARA ELEGIR LAS FOTOGRAFÍAS
«Nuestro método de trabajo es descargar todo [en el ordenador], hacer un resumen del trabajo, una selección, y es el editor el que se encarga de ese asunto. Nosotros podemos proponer pero son ellos los que deciden».
Se intenta no herir. Nuestra intención no es herir la sensibilidad de nadie. Pero si está la vía llena de cadáveres, son 80 muertos, ¿cómo muestras eso?
«Son momentos que pasan muy rápido; efectivamente, son imágenes muy duras. Nuestra labor es disparar, no herir, no hacer daño a los familiares, no entorpecer la labor de la gente que está ayudando. Yo acompañé a hasta un policía a una chica que estaba aturdida, y en esos momentos en que la acompañé no disparé mi cámara».
Había chicos que nos pedían que no les hiciéramos fotos, y también les respetamos. Pero te ves con estas escenas…
¿SE FALTA O NO EL RESPETO A LAS VÍCTIMAS Y SUS FAMILIAS?
«La sensación que tengo es que no es una falta de respeto, en absoluto. Es un acontecimiento, es un accidente. Es lo que estaba pasando en ese momento».
«Insisto en que hay muchas fotografías mucho más duras que las que se publicaron. Intento no herir ni hacer daño a nadie».
El maquinista: «¡Descarrilé, ¿qué voy a hacer, qué voy a hacer?!»
