La crisis económica en PRISA no cesa y tampoco la salida de trabajadores de los diferentes medios que componen el que otrora fue considerado como un auténtico trasatlántico. Hoy, a pesar de que su consejero delegado se lleva al año la friolera de 13 millones de euros, los empleados que se mantienen con una nómina que a duras penas llega en algunos casos a los tres ceros son los que pagan el pato. Esta vez le ha tocado la china de la carta de despido a cinco componentes de la revista On Madrid.
Por este motivo, los trabajadores que conforman PRISA Revistas han remitido un comunicado de ocho puntos para denunciar la nueva medida adoptada por la empresa:
Ante la noticia del despido de cinco compañeros de la revista On Madrid, los trabajadores de PRISA Revistas exponemos:
1. Que después del ERE la carga de trabajo es insostenible. El trabajo se ha duplicado porque se despidió a la mitad de la plantilla, los que se han quedado han asumido las tareas de los despedidos haciendo horas extras no retribuidas y que es imposible disfrutar en tiempo libre sin que ello afecte al trabajo del resto. Por tanto, no es cierto que no haya volumen de trabajo suficiente que permita integrar a estos trabajadores en otros cometidos dentro de la empresa.
2. Que la permanencia de los cinco trabajadores despedidos sólo redundaría en la calidad de los productos que aún producimos en Prisa Revistas, una variable que parece haber desaparecido en los planes de la alta dirección de Prisa.
3. Que la estrategia laboral de sustituir trabajadores despedidos por colaboradores (en muchos casos los propios profesionales despedidos) es improductiva, negligente, caótica y profundamente antisocial.
4. Que estamos en desacuerdo con las condiciones de despido que han sufrido nuestros compañeros de On Madrid: los 20 días de indemnización son insuficientes para un despido que, a pesar de denominarse objetivo, se nos antoja, a todas luces, improcedente.
5. Que sí es objetivo que se acaban de realizar siete contrataciones después de un ERE que dejó fuera a 45 personas.
6. Que la empresa ha infringido la legislación laboral al despedir a dos miembros del Comité de Empresa.
7. Que también consideramos que se deben ajustar algunos sueldos acorde con el desempeño de las funciones actuales.
8. Que entendimos que el ERE y el plan de viabilidad conllevaban la regeneración económica de la empresa, que, a un año vista, nos consta ha disminuido en calidad y en beneficios.