El columnismo de izquierdas se ha metido a Tribunal Constitucional el 20 de septiembre de 2013, por supuesto sin argumentar sus sentencias condenatorias al Gobierno en materia como pensiones o becas.
En uno de los casos lo hace para defender al nacionalismo independentista catalán, que sigue siendo la materia más tratada en los espacios de opinión de la prensa de papel española.
Por otra parte, nos enteramos gracias a ABC de que en tierras dominicanas no ha hecho ninguna gracia que Zapatero haya ido allí a dar lecciones sobre cómo evitar entrar en una crisis económica.
Algunas de las reacciones fueron realmente ingeniosas.
Arrancamos en esta ocasión con Juan José Millás, que lanza una proclama de estilo tremendista desde El País titulada Abuelo, abuela…
Atención, viejo, anciano, jubilado, atención, abuelo. El Gobierno de Rajoy le va a sacar a usted 33.000 millones de euros en apenas nueve años. Con habilidad de carterista, denominando «reordenación del sistema» a lo que es un atraco anticonstitucional, le meterá mes a mes los dedos índice y corazón en la garganta para que vomite usted la parte alícuota.
Ya ven ustedes. Ahora cualquier reforma en el sistema de pensiones que suponga un incremento menor de las mismas es anticonstitucional por obra y gracia del señor Millás. Excepto cuando quien congelaba las pensiones era el PSOE, claro. Y qué mesura, esa imagen de meter los dedos en la garganta de los ancianos para que vomiten, pura poesía.
¿Qué hará con ella luego? No sabemos, quizá regalársela a los bancos, como lo que se obtuvo de la anterior congelación de las pensiones.
Leído así cualquier pensaría que quienes hicieron dicha congelación de las pensiones fueron el registrador de la propiedad que creíamos metido a gobernante y Montoro. Pues resulta que no, el pequeño detalle que prefiere obviar Millás es que eso ocurrió con Zapatero.
Juan José Millás.
Según avanza el texto, el columnista se vuelve más osado y se pone en plan ‘gore’, dice que el Gobierno va a por los ancianos y describe cómo:
Y a ustedes se lo vamos a hacer en plan biopsia. Hoy un trocito de hígado para entregárselo encebollado a la Troika, y mañana un pedazo de criadilla para que las autoridades alemanas prueben el sabor de nuestra cocina política. Hay poca cultura gastronómicovisceral en esta Europa. Entreguémosles las suyas, viejo, vieja, anciano, anciana, abuelo, abuela, entreguémosles sus vísceras para levantar la marca España.
Pasamos ahora a ABC, donde su jefe de Opinión, Jaime González nos cuenta y comenta las tribulaciones sufridas en la parte oriental de La Española por el hombre que soñaba con supervisar nubes. Lo hace con el título de Crucen los dedos:
Bajo el sugerente título de «La crisis económica en Europa y su impacto en América Latina», José Luis Rodríguez Zapatero pronunció ayer una conferencia en Puerto Plata, localidad dominicana que, por razones obvias, corre el riesgo de perder su hermoso nombre.
El capítulo de reacciones es lo más jugoso:
«Es como si el doctor Mengele nos alertara de los riesgos de la clonación humana, o como si el presidente sirio nos previniera del peligro de la proliferación de las armas químicas», comentó un agente del mercado de valores de Santo Domingo. Otros, más críticos, no ocultaban su estupor: «Hasta ahora hemos evitado el contagio de la crisis económica en Europa, pero me temo que el impacto de la presencia de Zapatero en América Latina pueda ser irreversible».
Y no sólo por parte de los analistas:
Vecinos de Puerto Plata intentaron inútilmente unir sus fuerzas para impedir que el expresidente del Gobierno español pronunciara la conferencia: «¡No queremos ser Puerto Hojalata!». El más gráfico era un joven sin pelos en la lengua: «Si Zapatero no midió el impacto en España de la crisis, cómo va a medir el impacto de la crisis en Iberoamérica», se preguntaba en voz alta.
Concluye:
Ajeno a la polémica, José Luis Rodríguez Zapatero se reunía con el presidente de la República Dominicana, Danilo Medina, a quien desde estas líneas le recomiendo encarecidamente que rece lo que sepa. Y no solo por el bien de América Latina, sino porque tendría guasa que ahora que estamos saliendo de la crisis sufriéramos el «impacto» de la tormenta económica que podría desatarse al otro lado del Atlántico. Crucen los dedos.
Pasamos ahora al tema del nacionalismo catalán. Para empezar con esta cuestión viajamos a Barcelona. En el auto proclamado ‘diario de la Catalunya real’ nos encontramos con una columna de un señorito gallego ex portavoz del BNG y tertuliano de cuota zapateril durante las dos legislaturas anteriores. Anton Losada publica en El Periódico El miedo no guardará Catalunya:
Al parecer, lo único que les queda a Mariano Rajoy y a la derecha española para intentar ganarse a Catalunya es el miedo. Todo son avisos a navegantes. A la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría no hay que animarla para que meta miedo. Se ve enseguida que le sale solo, y es lo que mejor se le da. Su forma de decir «diálogo, pero siempre dentro de la Constitución» recuerda tanto a Tony Soprano que impresiona. Sientes cómo, en cualquier momento, alguien va a mandarle la Guardia Civil a alguien y alguien lo va pagar muy caro.
Curioso que todo un profesor de Ciencia Política compare la defensa de la Constitución con las amenazas de un mafioso. Añade:
Gracias a la Via Catalana y a las sesudas clases de derecho que nos imparte gratis la vicepresidenta tras cada Consejo de Ministros estamos descubriendo que cuanto dice la Constitución es exigible ante los tribunales. Igual que resulta ilegal convocar un referendo para decidir si los catalanes se van o se quedan, debe resultar ilegal que una española o un español carezcan de vivienda digna y se les prive de su pensión o de la beca que les permitía estudiar. Está en la Constitución, como la indisoluble unidad de la nación española.
Anton Losada.
Este humilde lector de columnas no es profesor, ni tan siquiera licenciado en esa carrera, de Ciencia Política, pero le da la impresión que conoce algo más la Carta Magna que Losada. Mientras que la Constitución regula quien y cómo puede convocar un referéndum, y sólo puede hacerlo el Rey a propuesta del presidente del Gobierno previa autorización del Congreso de los Diputados, lo que hace ilegal que lo convoque una comunidad autónoma, los otros temas que cita Losada son diferentes.
El derecho a la vivienda digna (artículo 47) y las pensiones (artículo 50) figuran en el Capítulo III, ‘De los principios rectores y de la política social y económica’, del Título I, que son meras orientaciones. Y de las becas, es que ni aparecen en la Constitución. En fin, no tiene nada que ver con la indisoluble unidad de la nación española ni con la convocatoria de un referéndum.
Tras señalar que Almunia ha recordado que la independencia sacaría a Cataluña de la UE, y las consecuencias de esto, añade:
No deja de resultar un poco patético, pero muy simbólico, que la última línea de defensa de la unidad de España acabe en Europa.
Una vez más, sorprende que Losada, recordamos que profesor de Ciencia Política no parezca comprender que la UE se fundamenta en unos tratados, y que estos deben cumplirse por mucho que moleste a los nacionalistas catalanes. Y concluye con un elogio al PSOE e IU:
Solo la izquierda se atreve tímidamente a ofrecer algo parecido al federalismo. Todo lo demás es terror. Si el miedo es lo mejor que tienen para ganarse a Catalunya, la cosa va mal. No lo dice la canción, pero bien podría decirlo porque lo sabe todo el mundo: cuando el miedo entra por la puerta, el amor salta por la ventana.
Volvemos a Madrid para encontrarnos con Alfonso Merlos en el periódico de la ‘disciplina’. El, en palabras de Beatriz Manjón, ‘American Dad español’ firma en La Razón Fobia a la Ley:
Está clarísimo lo que hay contra Cataluña. Ni fobia ni odio ni vísceras ni amenazas ni incomprensión ni vandalismo. Y por consiguiente es evidente lo que hay: comprensión, diálogo, acercamiento, compromiso y, esencialmente, solidaridad. Esto lo sabe perfectamente el señor Tardá. Y esto significa que las denuncias de este capitoste de la Esquerra Republicana son falsas. O peor, son simplemente un embuste.
Añade:
Una mentira repetida en mil ocasiones jamás en democracia, en una sociedad sana y madura, debe convertirse en una verdad. Y los abanderados del separatismo más cavernícola saben a la perfección que los ciudadanos de ninguna región de España son víctimas por el hecho de habitar esa región. Otra cosa es el victimismo, el discurso construido sobre falacias para justificar decisiones absolutamente delirantes.
Concluye:
Y aun así, la soflama equivocada de Tardá no puede caer en saco roto. El desafío nacional pasa precisamente por meter en vereda a quienes, en esta línea tramposa y cerril, empuñan las armas dialécticas de la intolerancia. Son un peligro.
En El Mundo, Federico Jiménez Losantos también toca el tema catalán en Rajoy contra Madrid:
La inquina del Gobierno de Rajoy contra la Comunidad de Madrid es sólo comparable a su servil complacencia con la Generalidad de Cataluña. Hasta ahora, la única estrategia del Sesteante es comprar tiempo al separatismo catalán a cambio de traicionar sus obligaciones nacionales, de entregar al separatismo el dinero que quita a todos los españoles. Y como el obstáculo para esa política de sumisión a Barcelona es Madrid, pues contra Madrid cargan los ministros más ministros del Gobierno, es decir, los que están más cerca de la tumbona presidencial.
Concluye:
Y es que, a diferencia de Cataluña, está tan enraizada en Madrid la idea liberal que ayer Ana Botella anunció una bajada de impuestos y todos interpretaron que quería seguir siendo alcaldesa. Ja, ja. Relaxing time. Pero cuando Ignacio González ha dicho que bajará los impuestos para activar la economía, Montoro ha saltado, irritadísimo: «¡Será que les sobra el dinero! ¡Mientras cumplan el déficit!». Hombre, Manirrótez, para que tú se lo des a Cataluña por incumplir el déficit y para financiar el odio a España, mejor que se quede en Madrid.
Como suelen decir en el Foro: ¡date el piro, vampiro!
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