Nos colocaron delante un horizonte bonito y caminamos hacia él, nos equivocaron y nos equivocamos también
Un grupo de jóvenes decide construir una «habitación oscura»: un lugar cerrado donde nunca entra la luz. Al principio la utilizan para experimentar nuevas formas de relacionarse, para practicar sexo anónimo sin consecuencias, por una mezcla de juego y transgresión. A medida que van enfrentándose a la madurez con sus decisiones, desengaños y reveses, la oscuridad se convierte para ellos en una forma de alivio.
Con el paso del tiempo, la incertidumbre social y la vulnerabilidad personal se instalan en sus vidas y la habitación oscura aparece entonces como un refugio. La realidad se va filtrando cada vez más al interior, mientras algunos piensan que no son tiempos de esconderse sino de contraatacar, aunque con sus decisiones pongan en riesgo al resto del grupo.
‘La habitación oscura’ (Seix Barral), la más reciente novela de Isaac Rosa, es una exploración de las posibilidades literarias de la oscuridad pero también, una mirada generacional: un retrato de quienes crecieron confiados en la promesa de un futuro mejor que ahora ven alejarse. A través de las vidas de quienes a lo largo de quince años entran y salen de ella, vemos el duro despertar a la realidad de una generación que se siente estafada.
TITULARES DE LA ENTREVISTA CON ISAAC ROSA
«Mi mirada al pasado parte de una pregunta por mi crisis, desde mi situación personal, de lo que me está pasando. Es una novela muy deudora de mi estado de ánimo»
«En literatura lo que me interesa es mirar desde la extrañeza, poner algo entre los personajes y el lector y eso es la habitación oscura»
«Mi generación hoy comparte una sensación de decepción, nos habíamos creído una promesa de futuro. Tenemos resentimiento, improductivo, que no nos está sirviendo de mucho. Se nos han derrumbado las expectativas»
«Nos colocaron delante un horizonte bonito y caminamos hacia él, nos equivocaron y nos equivocamos también»
«Mi generación está incapacitada para resistir, no tiene memoria de resistencia y lucha»
«Público fue un proyecto en el que creía, que venía a llenar un espacio. El periódico podría haber sobrevivido, la manera en la que cerró lo hicieron muy mal, muy incoherente con los valores de izquierda que defendía. Nos deben todavía dos meses de colaboraciones. Estaban en contra de la reforma laboral y luego se la aplicó a sus trabajadores»