OPINIÓN / Afilando columnas

Pérez-Maura vuelve a la carga desde ABC contra El Mundo: «A algunos no les avergüenza nada dar un titular a toda página y verlo desmentido de inmediato»

El director de La Vanguardia saca su lado más prepotente: "La ignorancia se cura viajando... a Catalunya"

Por fin llega, el 31 de octubre de 2013, un poco de variedad a los espacios de opinión de la prensa de papel española. La situación interna del PSOE, incluyendo sus relaciones con el PSC, es comentada por varios articulistas de distintos medios. No falta tampoco quien habla sobre de patriotismo, pareciéndole especialmente mal que se critique al magistrado español de la sentencia contra la doctrina Parot y encontramos la ración de críticas de un periódico a otro mezclado con la defensa de que nuestros propios servicios de inteligencia nos espíen. Y ya sabe usted, querido lector, que tras tocar nuestra armónica de afilador nos ponemos manos a la obra.

Arrancamos en esta ocasión con el antaño director de periódicos , que añora los tiempos del jardinero de bonsáis a tiempo parcial reconvertido en diseñador de joyas y presidentes de una fundación para estudiarse a sí mismo. El Mundo publica una columna de Luis María Anson titulada España necesita un PSOE robusto.

A España le conviene un PSOE sosegado y robusto como el que lideró Felipe González. No es verdad que el bipartidismo resulte pernicioso. Manteniendo siempre la más varia pluralidad de opciones, la fórmula de dos partidos mayoritarios es la garantía de estabilidad y gobierno eficaz en toda Europa. Si el PSOE continúa debilitándose nos encontraríamos con que la alternativa al centro derecha no sería un centro izquierda constructivo sino un Frente Popular más o menos ampliado.

Añade:

La fórmula de la Transición sigue mostrándose como la más positiva: alternancia de los dos grandes partidos que representan al 85% de la ciudadanía. La hostilidad, la disparidad de criterios, el diferente entendimiento de las circunstancias políticas de cada día se armoniza en ambos partidos con el respeto expreso a la Constitución de 1978, derivada de la voluntad general libremente expresada.

Concluye:

España necesita un Partido Socialista robusto y eso lo saben todos los que ponen por encima del interés partidista, el interés nacional. No soy pesimista. Seguro que en los próximos meses el PSOE encuentra a una persona joven, hombre o mujer, capaz de liderar el partido y remansar las aguas emborrascadas. Si no fuera así, los militantes socialistas se inclinarán por dirigentes no abrasados como Javier Solana o José Bono. En todo caso, hay que desear suerte a los socialistas para que enderecen el rumbo de su nave, zarandeada hoy por las más agrias tormentas, por alguna galerna también que amenaza en el horizonte.

Queda claro, Anson, el futuro siempre está en el pasado. Y puestos a hablar de socialistas, permitan que este humilde lector de columnas les reproduzca el divertido tuit que nos hizo llegar la tuitera y odontóloga Leire Echeberria a colación de la maniobra de distracción protagonizada por el ex alcalde de San Sebastián que quiere cambiar de lugar los huesos del dictador Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera:

 

 

Con la esperanza de haberles arrancado una sonrisa, pasamos al periódico del conde de Godó y Grande de España metido a independentista catalán. El director de La Vanguardia, José Antich, escribe sobre Cuervos. En el texto, en ningún momento a aclara a quién se refiere con dicho título, pero habla sobre las relaciones entre el PSOE y el PSC, así como de la petición del hermano de ‘mi henmano’ de que se produzca la ruptura entre ambas formaciones.

A estas alturas, decir que en las relaciones entre el PSOE y el PSC se ha producido una fractura no tiene nada de exagerado. Es una quiebra de confianza recíproca que el tiempo, lejos de ir reduciendo, no ha hecho más que ensanchar.

Añade:

Esta etapa compleja, difícil y de reparto de la penuria le ha tocado gestionarla en el PSOE a Alfredo Pérez Rubalcaba. Casi sin poder en ninguna administración y con expectativas nada halagüeñas. No son mucho mejores los escenarios para el PSC.

Según Antich:

En estas circunstancias, la política recoge más la miseria que la grandeza. Y da pie a una carcajada cuando políticos como Alfonso Guerra piden que el PSOE rompa con el PSC porque ha dejado de ser socialista.


José Antich.

Concluye:

Era [el PSC] una amalgama interesante de catalanismo y socialdemocracia. Eso se ha roto y cuando una parte de su voto explosiona hacia otras formaciones no es por ser menos socialistas, sino por la pesada mochila que lleva el socialismo. Lo demás es alimentar la demagogia. Y es que la ignorancia se cura viajando… a Catalunya.

Ya sabe usted, querido lector. Si quiere que sus hijos no vivan en la ignorancia, no les inculque el hábito de la lectura. Tampoco hace falta que les envíe a estudiar a alguna prestigiosa universidad en cualquier país del mundo. Para nada. El único remedio para no ser ignorante es viajar a Cataluña. Donde esté un paseo por Las Ramblas de Barcelona o un baño en la Costa Brava, que se quiten la Biblioteca Nacional de Madrid, la Biblioteca del Congreso de Washington o las universidades de Oxford, Yale o La Sorbona. ¿Después se quejarán Antich de que alguien le acuse de prepotente?

Volvemos tierras madrileñas y llegamos a la contraportada de El País. Jorge M. Reverte escribe sobre Patriotas.

Ahora estábamos intoxicados con los catalanes, pero nos han salido los de la España eterna. La nómina se nos ha plantado en la cara con toda su crudeza. Y es larga y preocupante.

Lo que va más allá es lo del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Se a ha atrevido a poner en solfa a un magistrado llamado Luis López Guerra por haber votado a favor de la derogación de la retroactividad de la doctrina Parot. Y el PP, tras el ministro de Justicia, le acusa de ser un antipatriota. O sea, le ha puesto a los pies de los caballos, y de las mulas. A los pies de los borrachos valentones.

Casi todos sabemos qué significa poner a alguien ‘a los pies de los caballos’, pero nos resulta más preocupante esa referencia a ‘los borrachos valentones’. No vamos a defender aquí a Ruiz-Gallardón, el nefasto ex faraón madrileño y pésimo miembro del Gobierno, pero nos da que Reverte se excede. ¿Está responsabilizando de una posible agresión por parte de unos descerebrados? Sinceramente, no creemos que esto vaya a ocurrir. Y si, Dios no lo quiera, pasara, la culpa no sería del ministro. Por cierto, que los ‘patriotas’ etarras beneficiados por el fallo judicial en el que tanto tuvo que ver López Guerra son los que han matado a decenas de personas.

 


Ramón Pérez Maura y Pedrojota Ramírez.

En ABC damos con una columna supuestamente dedicada a comentar el espionaje masivo, ese que en principio creíamos que se hacia desde Maryland pero que parece que en realidad se realiza desde las afuera de Madrid, pero que pone toda su energía en criticar a El Mundo. Eso sí, en Aliados y rivales, Ramón Pérez-Maura en ningún momento llama al diario de Unidad Editorial por su nombre. Se trata de una costumbre a la que se mantiene fiel en sus periódicos ataques al diario de Pedrojota Ramírez.

Este Edward Snowden publicó el pasado lunes, con alarde tipográfico y en el diario que debe de tener fe en la probidad de sus intenciones un informe que fue titulado: «La NSA espió 60 millones de llamadas telefónicas en España en sólo un mes». Falso. Al día siguiente la noticia era desmentida por la propia NSA, que explicaba con claridad quién había hecho ese espionaje: el CNI.

Hombre, quién publicó la noticia no fue Snowden. Este último, en todo caso, es la fuente. Y algo más, este afilador de columnas tampoco osaría a dar un cien por cien de credibilidad a la NSA. Como todo servicio de espionaje, la estadounidense Agencia Nacional de Seguridad es al mismo tiempo un organismo que pone todo su esfuerzo en intoxicar para poder trabajar de forma más eficiente. Las cloacas de los Estados son siempre así. De todos modos, conociendo a nuestros políticos, sí que es bastante creíble que fuera el CNI el encargado de espiar a los ciudadanos españoles y pasarle la información a Washington.

A algunos no les avergüenza nada dar un titular a toda página y verlo desmentido de inmediato. Y para justificar su metedura de pata ahora buscarán cómo inventar otro escándalo colateral ignorando la naturaleza misma de los servicios de inteligencia y el servicio que prestan a la sociedad. Son servicios que han de existir en cualquier país y tipo de régimen político. Y que hacen una labor mejor cuanto menos se hable de ella para nada.

Otra carga contra El Mundo, seguida de una defensa de los servicios de inteligencia en general. Y hombre, claro que hay que hablar de lo que hacen, en caso contrario el abuso está asegurado. Concluye Pérez-Maura:

Porque lo único que ha demostrado este Snowden amigo de los chinos y los rusos es que nuestros servicios están haciendo el trabajo que deben hacer. Que el dinero de los contribuyentes españoles está muy bien invertido y que el general Sanz Roldán y su equipo están consiguiendo dar a los servicios de inteligencia de España un lugar bajo el sol, una posición de respeto por parte de las agencias con las que colaboran y con las que también compiten los nuestros. Porque ésa es una de las peculiaridades de este negocio: todo aliado es, al mismo tiempo, tu rival. Y eso hay quien no es capaz de comprenderlo.

Lo que algunos no comprenden es el abuso. Un nivel de espionaje telefónico tan masivo a los propios ciudadanos de un país es imposible llevarlo a cabo con las pertinentes órdenes judiciales. No hay así garantía alguna de que, además de potenciales terroristas, se esté espiando a otros ciudadanos inocentes con cualquier fin espurio.

Terminamos en esta ocasión en La Gaceta, con un artículo de Fernando Díaz Villanueva dedicado a la rebaja de impuestos en Madrid, con referencia a las quejas que ha generado en determinado periódico catalán. La columna se titula Captando capitales:

Me acaban de decir que en La Vanguardia han recibido la bajada de impuestos de Ignacio González en Madrid como «una ofensiva para captar capital catalán (sic) y del resto de España». Ahí, con un par. Me dan ganas de dejar de escribir aquí mismo y que el espacio en blanco de la columna haga las veces de boca abierta. Pero no, no haré eso porque, a diferencia de La Vanguardia, yo sí tengo respeto por mis lectores. La rebaja fiscal en Madrid no es una ofensiva de nada, es simplemente una rebaja fiscal. Así de sencillo, nada por aquí, nada por allí, unos eurillos más en su bolsillo. ¿Ven lo fácil que es robar menos a la gente indefensa?

Explica:

Que en Madrid se pague menos al fisco y sea algo más sencillo hacer negocios se ha traducido en más empleo, más riqueza, más oportunidades y menos mala leche. La capital y sus aledaños siguen recibiendo cada año decenas de miles de emigrantes provenientes de todos los rincones de España en busca de un trabajo, no digo ya un trabajo mejor, un trabajo sin más. Aquí recibimos a los nuevos con los brazos abiertos porque, a diferencia de otras ciudades de cuyo nombre no quiero acordarme, Madrid pertenece a quienes la habitan y no a un número siempre limitado de apellidos que llevan en esta tierra desde hace generaciones.

Concluye:

Madrid no quiere ser Pontevedra, tampoco quiere ser París, ni Londres, ni Nueva York; quiere ser, y perdóneme el atrevimiento, sólo Madrid. Una ciudad única en su especie, enclavada en mitad de ningún sitio pero a la que todos quieren llegar para quedarse a vivir en ella. Aquí captamos gente, no capital. Otra cosa es que ciertas personas poseedoras de capitales encuentren óptimo traérselo a un lugar en el que la sucia mano de la política no se va a cebar con ellos. Espero que en La Vanguardia entiendan algo tan elemental.

 

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Autor

Antonio Chinchetru

Licenciado en Periodismo y tiene la acreditación de suficiencia investigadora (actual DEA) en Sociología y Opinión Pública

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