«Esta Junta es el reflejo de cómo está el país: la empresa va mal, pero tras las protestas, la situación sigue siendo la misma vestida de manera diferente y ahora ya nadie siquiera levanta la voz». Un veterano accionista, ex empleado «de los de toda la vida» de Santillana, que en su día adquirió un «importante» paquete de acciones de Prisa «a unos 20 euros por cada una» y que hoy en día apenas valen nada, se revolvía incómodo en su asiento cuando Juan Luis Cebrián, presidente de la compañía, daba por concluída, sin haber alcanzado aún los cincuenta minutos de duración, la Junta General Extraordinaria de Accionistas que se ha celebrado en el Museo Reina Sofía de Madrid.
Y es que la misma ha sido tremendamente plácida para Cebrián, Abril-Martorell y el resto de prebostes de la empresa, sobre todo si la comparamos con la celebrada el pasado mes de junio–Un accionista de PRISA le canta las cuarenta a Cebrián: «Es usted un zombie, váyase»–.
Si en aquella ocasión un accionista cabreado -y ex empleado de El País- como Santiago Carcar se encargó de incendiar la misma diciéndole a la cara a Cebrián al fin y al cabo lo que muchos empleados y ex trabajadores opinan de su gestión, en esta ocasión, 10 de diciembre de 2013, ningún accionista se ha atrevido o ha querido alzar su voz. El turno de intervenciones, simplemente, no ha existido. Al acabar el acto, otro de los presentes, se encogía de hombros y se ha limitado a decir, con una mezcla de indignación e indiferencia:
¿Protestar? ¿Contra quién, contra Cebrián, contra los mercados, contra el Gobierno? Yo no lo tendría muy claro
Habría que ver si las mismas dudas la tienen todos aquellos que han abandonado la compañía en los últimos años dada la deficiente gestión de los directivos.
LOS ACCIONISTAS APRUEBAN EL PLAN DE REFINANCIACIÓN
Según informa Europa Press, Prisa ha alcanzado un acuerdo con sus acreedores para extender el vencimiento de su actual deuda financiera, que algunas fuentes citan en una cantidad superior a los 3.200 millones de euros, el cual ha sido ratificado por sus accionistas. En la negociación han participado tanto los 28 bancos acreedores como los 17 fondos de inversión que compraron parte de la deuda de la compañía.
Tanto Juan Luis Cebrián como Fernando Abril-Martorell se han felicitado porque la aprobación de la refinanciación de la deuda de Prisa supondrá que la compañía no se verá obligada «a la venta de activos importantes de una forma precipitada» lo que no excluye que finalmente Canal+ sea la sacrificada. Así lo explicaba su presidente que, por cierto, finalizó su intervención con un guiño al recientemente fallecido Nelson Mandela:
El cumplimiento de las nuevas condiciones implica la venta de activos relevantes pero en un plazo suficiente y realista que ha de facilitar que dichas disposiciones no se hagan con precipitación ni presionados a la baja en los precios por el oportunismo de algunos licitantes
Concretamente, la financiación se estructura en tres tramos: el primero que comprende el dinero nuevo provisto por los fondos, 353 millones de euros, con vencimiento a dos años pero que permite un año adicional de extensión, con una comisión que podrá ser pagada entregando ‘warrants’ equivalentes al 17% de las acciones A de Prisa.
Los otros dos tramos, a cargo de los bancos acreedores de Prisa, serán de 647 millones de euros con vencimiento a 5 años y con un interés en efectivo de Euribor de más de 260 puntos básicos, y un tercer tramo de 2.278 millones de euros a seis años, con un interés en efectivo de 10 puntos básicos y un interés PIK del 2,50%
ABRIL-MARTORELL CREE QUE SANTILLANA PUEDE SACAR TAJADA DE LA LEY WERT
El consejero-delegado de la compañía, Fernando Abril-Martorell, ha dibujado un panorama esperanzador para algunas de las unidades de negocio del grupo. No deja de sorprender que sea la tan comentada ‘Ley Wert’, criticada en varias portadas de El País con sus respectivos editoriales, el sostén al que se agarran en Prisa para reflotar la otrora joya de la corona del grupo–¿Qué se está cociendo con el cariño de Cebrián a Rajoy? ¿Tal vez la refinanciación de la deuda de El País?–:
Santillana se enfrenta al reto y la oportunidad de una nueva reforma educativa en España, de aplicación a partir del verano de 2014