La no inclusión de Alejo Vidal-Quadras en las listas europeas no es la primera vez en la que el PP aparta al todavía vicepresidente del Parlamento Europeo de un puesto clave. En 1996, como parte del Pacto de Majestic con Jordi Pujol, José María Aznar ‘entregó su cabeza’ a CiU al relevarle de la presidencia del Partido Popular de Cataluña. En aquella operación jugaron un papel fundamental dos periodistas que actualmente se presentan como muy combativo con la formación de Pujol y Artur Mas: Francisco Marhuenda y Pedrojota Ramírez.
Ya en 1995, frente a una línea de dureza ante el nacionalismo propugnada por Vidal-Quadras con el apoyo de Federico Jiménez Losantos (entonces columnista de ABC), los hermanos Fernández-Díaz y el concejal Enrique Lacalle defendían una alianza con CiU frente al PSC. Si asesor y vocero mediático, también desde el diario de Prensa Española, era Francisco Marhuenda. Los textos de este último causaron que Vidal-Quadras protestara formalmente ante el partido. De poco le valió, en las elecciones de aquel año el actual director de La Razón fue incluido como número 3 en la lista del PP por Barcelona, encabezada por el actual vicepresidente del Parlamento Europeo.
Al año siguiente, Aznar y Pujol firman el ‘Pacto de Majestic’, que supone la definitiva caída en desgracia de Vidal-Quadras. Pedrojota Ramírez fue señalado como el ideólogo de la operación. Un editorial de El Mundo marca las líneas de actuación:
«[Aznar] debe reconocer abiertamente que se ha equivocado en Cataluña, al apostar por un hombre tan proclive al radicalismo anti-nacionalista como Vidal-Quadras. Es así de elemental: no se puede hacer política en Cataluña contra la inmensa mayoría de los catalanes».
El mismo texto se hace un llamamiento al que el PP apueste por «el centro» y se dice:
«No se puede olvidar que Jordi Pujol es uno de los veteranos de esa posición en el mapa político».
Jiménez Losantos le replicó desde ABC, en un duro artículo en el que le reprochaba a Pedrojota Ramírez su apuesta por CiU. Sobre el líder de este partido decía:
«Que Aznar pacte con Pujol, taparnos la nariz. Eso no es girar al hacia el centro sino a la extrema derecha. Pero, ¡ay! temo que si la extrema derecha no es española, a algunos no sólo les resulta simpática sino ‘liberal'».
