Pere Navarro une la España renovada con el federalismo
En los editoriales de los periódicos de hoy, 3 de junio, una de las ideas más repetidas es que el nuevo tiene que hacer reformas. Y de nuevo, como al final del franquismo y al comienzo del reinado de Juan Carlos, las palabras tienen dobles siginifcados. La reforma sirvió para que los franquistas apoyasen una ley, la Ley para la Reforma Política, que en realidad buscaba desmantelar el franquismo.
Ahora unos creen que las reformas consistirán en conseguir la independencia judicial, aplastar la corrupción o desmantelar el plan separatista de Artur Mas.
El PSOE y El País tambien apelan a la palabra reforma, pero no con la finalidad de proteger el Estado y a los españoles, sino para dar satisfacción a las exigencias separatistas, o al menos ganar unos pocos años de paz: reforma federal.
En octubre pasado, Rodríguez Zapatero ya se mostró partidario de ceder más competencias a la Generalitat catalana y protegerlas mediante una reforma constitucional.
PERE NAVARRO, SECRETARIO GENERAL DEL PSC (LA VANGUARDIA)
La abdicación invita a a iniciar una nueva etapa para afrontar juntos los cambios que el Estado necesita con urgencia.
La reforma federal de la Constitución es la solución para articular un Estado de estados, para profundizar la democracia y actualizar las instituciones.
Todos y todas somos responsables, como sociedad estamos llamados a hacer realidad esta España renovada y federal.
FELIPE GONZÁLEZ, EX PRESIDENTE DEL GOBIERNO (EL PAÍS)
P. ¿La abdicación del Rey empeora o mejora las perspectivas del futuro de España ante el desafío independentista catalán?
R. Si esta situación se interpreta como un impulso hacia un futuro de reformas necesarias y de diálogo imprescindible, podría ayudar, es lo que yo espero.
JUAN LUIS CEBRIÁN, CONSEJERO DELEGADO DE PRISA (EL PAÍS)
No nos encontramos sólo ante un relevo generacional, sino ante un cambio de época en el que nuevamente la institución puede y debe servir de ayuda a la hora de solventar los serios problemas que enfrentamos. Sin duda el más evidente desde el punto de vista estructural es la desafección creciente hacia el Estado que se percibe en Cataluña.
Una reforma adecuada del sistema constitucional, pactada entre las fuerzas políticas y sometida a la consulta y aprobación de los españoles, ayudaría mucho a que el reinado de don Felipe, a quien nadie atribuye hoy el adjetivo de Breve, sea tan fructífero y duradero como el de su padre.
EDITORIAL DE EL PAÍS
se necesita una etapa de transformaciones -entre otras, una reforma constitucional- bajo el arbitraje y la moderación de un nuevo jefe de Estado
J. L. RODRÍGUEZ ZAPATERO, EX PRESIDENTE DEL GOBIERNO (EL PAÍS)
Somos una democracia consolidada. Con necesidad de reformas, por supuesto, pero debemos hacerlas desde los valores, la letra y el espíritu de la Constitución. Eso es una posición responsable de un partido de gobierno como el PSOE. Seguramente nadie esperaría otra cosa.