El exdirector cometió el error de revelar a su sucesor que algunos gerifaltes de RCS apoyaban recuperarlo como editor general

Casimiro ‘apuñaló’ a Pedrojota cuando se enteró de que estaba negociando con los dueños italianos de UNEDISA su vuelta al poder en el grupo

Antonio Fernández-Galiano se limitó a ponerse de perfil en la pelea, dejando que se destrozasen entre ellos

En un derroche de candidez, inusual en él, Pedrojota llegó a decirle a Casimiro que estaban a punto de volver los buenos tiempos a 'El Mundo' y que el seguiría siendo el director, pero bajo su supervisión como mandamas de todo el grupo

No ha sido una semana fácil para Pedrojota Ramírez y este domingo tiene que tragar un amarga pildora. La segunda dosis, porque la primera se la administraron hace justo una semana («Mi situación es inaceptable»).

El viacrucis, que comenzó el pasado martes cuando los dueños de ‘El Mundo’, el diario que fundó hace 25 años y convirtió en referente esencial de la vida política española, le quitaron despacho, secretaria, guardaespaldas y chófer, tiene este 16 de noviembre de 2014 para Pedrojota nueva estación: tampoco publicará la larga homilia que todos los domingos sin excepción lleva escribiendo desde 1989.

RCS MediaGroup, dueña de ‘El Mundo’, notificó el pasado 11 de noviembre a Pedrojota que no volvería a escribir en el periódico y, para mayor inri, que tampoco puede hacerlo en otro o fundar su propio medio al menos hasta enero de 2016, so pena de arriesgarse a cuantiosas penalizaciones económicas.

Para empezar, la exigen ya por vía legal 400.000 euros con la excusa de que ha hablado ‘demasiado‘.

Según el suculento contrato que cerraron en enero de 2014, para engrasar su salida ‘tranquila‘ de la dirección de El Mundo, Pedrojota recibiría en varios plazos 16,3 millones de euros de indemnización y se comprometía a no fundar un medio o escribir en otro periódico en los dos años siguientes a su salida de la dirección.

A cambio, se le garantizaba cada domingo una página en el diario, para que siguiera publicando sus ‘cartas‘. Ya no y eso tiene encendido al exdirector:

¿Cómo se ha llegado a esto? ¿Qué pasó para que una relación de tantos años y tan fructífera para todos los implicados se rompiera de repente?

¿Qué impulsó a Casimiro García Abadillo, antaño ojito derecho y delfín de Pedrojota, tarifase con tanta acidez con su mentor?

¿Por qué ordenó Casimiro que le hicieran una entrevista en la que ninguneaba a su predecesor? ¿Era consciente Pedrojota de lo que desataba subiendo mensajes hirientes a Twitter?

Tras hablar con mucha gente, incluidos periodistas relevantes que siguen en ‘‘El Mundo’, se han ido del periódico o continuan a medias en él, hemos descubierto la clave: Todo empezó hace justo un mes con una conversación amistosa, casí íntima entre Pedrojota y Casimiro.

En un derroche de candidez, inusual en alguien con una peripecia vital tan tórrida y tumultuosa, Pedrojota comentó ilusionado a su sucesor que estaban a punto de volver los buenos tiempos a ‘El Mundo’. Soplaban vientos positivos para él en RCS, la matriz italiana.

En Milan se le echaba en falta. Casimiro seguiría siendo el director, pero bajo su supervisión, como mandamás de todo el grupo

Pedrojota, cuya torpeza para las relaciones humanas es proverbial, no fue capaz de atisbar que el gesto atento con que le escuchaba su sucesor era más un rictius de dolor que una sonrisa. Y que la perspectiva de verle resurgir como el Ave Fénix le hacía de todo a Casimiro, menos gracia.

Al ahora director, que conoce el paño de ser ‘subalterno de confianza del Cebollo’ porque estuvo tres décadas con ese trango, no se le escapaba que si cristalizaban los ambiciosos planes de su predecesor, volvería a su histórico papel de segundón y todo el protagonismo sería otra vez para Pedrojota.

Rumió en silencio sus temores, hizo discretas indagaciones, habló con Antonio Fernández Galiano, presidente español de UNEDISA, sondeó disimuladamente a Giampaolo Zambeletti, el siempre sonriente vicepresidente del grupo, y menos de una semana después, el 20 de octubre de 2014, con el lujoso Hotel Palace de Madrid como escenario y con el XXV Aniversario de ‘El Mundo’, como excusa, inició el contraataque. Y de forma harto sibilina.

Cuando quien fuera todopoderoso y casi eterno director acudió, acompañado de una Ágatha Ruiz de la Prada ataviada como un anuncio de pub de carretera, Casimiro aguardaba en la puerta del hotel, junto a otros altos cargos del diario y Unidad Editorial.

Pedrojota fue repartiendo abrazos y al llegar a la altura de su ‘sucesor y amigo’, abrió los brazos con una sonrisa de oreja a oreja. Casimiro, rígido como una escoba, respondió con un apretón, con palmetón en el omóplato, digno de un colega de departamento ministerial (El abrazo envenenado).

Cuando esto ocurría, ya había comenzado el cóctel previo a la cena. En un espacio contiguo al salón, estaba el sitio reservado al ‘photocall‘ y para sorpresa de muchos, en el montaje de la foto para la historia, estaban todos -incluido el rey Felipe VI y la reina Letizia- pero no Pedrojota. 

El ninguneo fotografico, fue rematado dos días despues con un editorial en el que se hablaba de Casimiro como garante de la continuidad del periódico.

El editorial de El Mundo afirmaba textualmente (Alusiones venenosas):

El pasado mes de enero, fruto de un acuerdo empresarial, Pedrojota Ramírez cedió el testigo del periódico a Casimiro García-Abadillo, «que hoy lo dirige con gran acierto y como factor de continuidad», según señaló el propio Ramírez en su discurso

Pedrojota es capaz de tragar mucha quina y no es hombre de cóleras, pero llegaba con la cabeza caliente de tanto escuchar la monserga de Agatha y estalló en Twitter:

Se habían acabado los ‘pellizcos de monja’. En un pis-pas de 140 caracteres quedaba en evidencia que el ‘abrazo del Palace‘ había sido mero atrezzo y que no estaba dispuesto a pasar por alto el escarnio.

El cabreo llevó al exdirector más lejos de lo que inicialmente pensaba, pero siempre convencido de que si subía la apuesta, la empresa terminaría por inclinarse de su lado (Con su pan se lo coman).

Fue por eso por lo que dio a entender, siempre en las redes sociales, que estaba dispuesto a desvicularse de su criatura.

Retocó su perfil de Twitter, donde de poner ‘Fundador, 25 años director y columnista de El Mundo’, pasa a destacar que sólo es periodista, y anunció haber abierto cuenta en Facebook:

Buenos días. No entiendo aún las reglas de este muro pero espero que me ayude a derribar algunos otros. En cierto modo hoy es el primer día del resto de mi vida.

Puesto que me borraron de la foto del XXV Aniversario, asumo que yo nunca fundé nada. De hecho la mítica bola verde que durante un cuarto de siglo sirvió de reclamo en el quiosco ya no existe. Mejor así.

La pregunta, necesaria y obligatoria, que flotaba en el ambiente periodístico a esas alturas, era si mantendría su columna de los fines de semana.

Casimiro ni pestañeaba, Fernández Galiano ejercía de estatua de sal, los italianos se hacían los suecos y el exdirector intentaba subir la puja desde Twitter:

 

Lo que no preveía, vista su reacción posterior, es que Casimiro y los que le asesoran entre bambalinas, maniobraban en la sombra y con la inestimable ventaja que da controlar desde dentro el aparato.

Si Pedrojota hubiera izado bandera en enero de 2014, cuando le empujaron para dejar la dirección de ‘El Mundo’, muchos le hubieran seguido.

Lo que costaba entender, dentro y fuera de la redacción, es que si era verdad que los propietarios italianos lo habían apeado de la dirección del rotativo, plegándose a las exigencias de La Moncloa, La Zarzuela y el Ibex 35 y no por la espiral de pérdidas en que está el periódico (Se ‘baja los pantalones’ ante Ana Patricia Botín), aceptase quedarse de telonero.

A ese respecto, con mucha sorna, ha sentenciado Pablo Sebastián en ‘Republica.com’ que Pedrojota «vendió su alma de periodista a cambio de una buena indemnización».

Sean como sean las cosas, ocho meses largos después de su derrocamiento, el mito se había erosionado irremisiblemente y sus probabilidades de reeditar una jugada como la efectuada en 1989, cuando logró vaciar ‘Diario16’ y arrastrar a lo más granado de sus redactores y directivos a una nueva aventura, eran escasas. O nulas a la vista de lo que manifiestan estos días los todavía bien pagados integrantes de la plantilla.

El 25 de octubre, dos días después del estallido tuitero y cinco desde el ‘abrazo del Palace’, Casimiro se hace hacer una entrevista en la que, bajo el titular «Ahora somos más incontrolables», introduce cinco frases letales:

  • Pedro es el padre de la criatura. Muchos consideraban ‘El Mundo’ un periódico de autor.
  • Ahora el periódico es más coral. Me gusta un periódico del que dentro de 10 años la gente diga ‘El Mundo’ y no ‘El periódico de Casimiro’.
  • Pedro montará un portal. Será un gran competidor y nos obligará a ser mejores.
  • Personalmente, no me molesta lo que Pedro dice ultimamente. Él es como un pez al que sacas de la pecera y pones en la mesa. Se muere. Ya no tiene el agua para vivir.
  • Él estaría más feliz teniendo un medio propio y dirigiéndolo y no en esta posición tan incómoda que le hace decir cosas que no me gustan.

El 2 de noviembre, domingo, Pedrojota replica en una larga, dolida, reivindicativa, ácida y llorosa diatriba en su sección Cartas de un arponero ingenuo.

La pieza se titulaba ‘De peces y peceras’ y en ella, tilda de traidor desagradecido a Casimiro, le restriega que es una creación suya y le acusa de haberse vendido a la vicepresidenta Soraya.

Durante el fin de semana, ambos se intercambian ‘tuits‘ nada cariñosos. Uno de los más explicitos, incluye el listado de lo que Pedrojota considera agravios contra él a lo largo de los últimos meses:

Se trata de una especie de intento de automutilación en toda regla que culmina una sorprendente trayectoria -quién te ha visto y quién te ve- orientada desde el primer momento a intentar destruir los lazos contractuales y sobre todo emocionales que todavía me unen con El Mundo.

Da la impresión de que el exdirector ha llegado a la conclusión de que su plegamiento inicial no le conduce a parte alguna y que le conviene romper la baraja, pero no es tan evidente (Pedrojota encarga el diseño de El Universal al mejor diseñador de periódicos del mundo ).

De hecho, a esas alturas, todavía cree que los dueños italianos, puestos en un brete y recordando todo lo que ha aportado a la empresa, inclinarán la balanza a su favor («Casimiro me empuja a la salida de El Mundo pero RCS no me deja marchar»).

Se equivocaba. A mitad de semana, exactamente el jueves 6 de noviembre, Casimiro lanza el órdago.

Como adelantó Periodista Digital, pasadas las 9 de la noche, Victoria Prego comunicó a alguno de los que quedaban en la redacción del periódico que el director se había plantado y amenazaba con dejar el cargo si Pedrojota volvía a publicar en el periódico.

Puestos en contacto con Fernández Galiano, este, fiel a su estilo, nos lo negó todo, pero tuvo que tragarse sus mentiras cuando se hizo público que estaba convocada una asamblea en la sede de ‘El Mundo’, para que se pronunciasen los empleados.

Ni siquiera hizo falta la reunión. A media mañana del 7 de noviembre, la empresa hacía público un breve comunicado:

Unidad Editorial quiere desmentir expresamente las informaciones publicadas en las últimas horas sobre una supuesta renuncia del director de ‘El Mundo’.

Casimiro García-Abadillo permanece al frente de la dirección del diario y cuenta con el apoyo incondicional, el respeto y la máxima confianza del Consejo de Administración de la empresa editora, de RCS MediaGroup -accionista de referencia de Unidad Editorial-, así como del conjunto de la redacción del periódico.

Ya a la dessesperada, desde París y nada más levantarse el sábado 8 noviembre 2014, Pedrojota mantiene el desafío en Twitter para regocijo de sus 282.000 seguidores:

A esas alturas, Casimiro, que había negociado con los italianos saltando por encima del silente Fernández Galiano, ya le había comunicado, vía correo electrónico, que no le iba a publicar la carta, como tampoco encontró espacio para la contrarréplica que le envió el ex director al editorial del pez y la pecera.

Y efectivamente, la edición de ‘El Mundo’ del domingo 9 noviembre 2014 llegó a los quioscos sin la Carta del arponero ingenuo (Le quitan el despacho, la tarjeta, la secretaria, el chófer, guardaespaldas y el móvil).

Pedrojota, de madrugada, tras comprobar que la persona que durante tres décadas había crecido periodísticamente a su lado y de quien considera que le debe todo, le daba la puñalada final, publicó en su cuenta de Twitter:

 

Periodista Digital se puso en contacto este 14 de noviembre por teléfono con el ex director de ‘El Mundo’, para preguntarle si creía -como afirman algunos- que su destitución en enero tiene bastante que ver con el establecimiento de la ‘Tasa Google’ (El precio), y Pedrojota -amable, profesional y en buen tono, contestó a a eso y a todo:

 «Encajar, encaja. No conozco los detalles. Lo que he dicho una y otra vez es que yo fui destituido tras una brutal campaña del Gobierno sin precedentes contra un periodista. El 1 de agosto de 2013 Mariano Rajoy [] arremetió contra ‘El Mundo’, es decir, contra su director, acusándome públicamente de manipulación y tergiversación.

Luego, María Dolores de Cospedal, sin que viniera a cuento, en su comparecencia como testigo en el Caso Bárcenas, a una pregunta sobre el contenido del periódico dijo: «Yo no leo El Mundo». Que la secretaria general de un partido con 11 millones de votantes diga eso va destinado a presionar o a coaccionar o a influir sobre los accionistas.

Y por último, y ahí sí que tuvo un papel indiscutible y relevante la propia Soraya Sáenz de Santamaría, el hecho es que el boicot a la entrega de los premios periodísticos de ‘El Mundo’ fue total. Y todos sabemos que ese tipo de cosas las coordina la vicepresidenta.

Ahora, esto del canon de AEDE no lo conocía.

Fiel a su relato oficial, detalló que existieron también presiones económicas para que la empresa le destituyera como director:

Hay un itinerario. A raíz de esa campaña del Gobierno contra mi, se produjo un descenso de la publicidad.

Si no estuvieran en juego cuestiones muy serias, lo cómico sería que en el primer semestre de 2014, una vez que yo ya fui guillotinado, se recuperó la inversión publicitaria y se volvió a establecer el equilibrio que había existido hasta que yo publiqué los papeles de Bárcenas.

Respecto a su relación con Casimiro, no se mordió la lengua:

Casimiro publicó en una entrevista comentarios muy ofensivos, muy despectivos hacia mí y yo le he contestado con la ironía, creo que ha sido una contestación elegante y educada, no ha sido para nada injuriosa y a mí me ha sorprendido mucho que hoy me hayan dedicado un editorial.

Casimiro ha conseguido que me echen del periódico que fundé bajo amenaza de abandonar su cargo («Me toca las narices «).

Confesó que le causa más pesar que sorpresa que Unidad Editorial, RCS y el propio  Fernández Galiano aceptaran el ‘chantaje‘ de Casimiro y forzaran un despido utilizando como argumento la publicación de un texto que todos conocían y aprobaron su contenido sólo una semana antes.

Es palpable que le molesta y de manera especial que quienes mandan ahora en Unidad Editorial hayan judicializado la disputa llevando a los tribunales el contrato y exigiéndole 400.000 euros de indemnización por vulnerar el pacto de no agresión firmado en enero de este año.

Yo nunca he roto el pacto que cerramos en enero. ¿En qué párrafo pone que criticar a Casimiro es vulnerar el pacto?

Mi carta está dentro del cánones de cualquier disputa entre periodistas y lo lógico es que Casimiro respondiera en los mismos términos, no forzando mi despido.

Los únicos que han vulnerado el pacto han sido ellos, si en el contrato habían ocho cláusulas y ellos han vulnerado siete, no pueden pretender que yo respete la única que me comprometía: no escribir en ningún otro medio ajeno a ‘‘El Mundo’ hasta enero de 2016).

Por tanto, estoy absolutamente seguro de que ganaremos la disputa en los tribunales.

Por si acaso y a la espera de que se pronuncien los tribunales -‘es demasiado coincidencia que no pueda escribir hasta después de las elecciones de 2015′-, sigue machacando en Twitter:

Lo tremendo llegaba al final y contribuye a explicar el mecanismo mental por el que en ‘El Mundo’ uno tras otro, Pedrojota fue recogiendo como subalternos a muchos de los que fueron en otra época rivales y hasta enconados enemigos suyos:

Le pido a los lectores que intercedan ante el para que me dejen escribir en ‘El Mundo’ o me den la libertad para que pueda emprender un nuevo proyecto («O García-Abadillo me deja volver a escribir en El Mundo o Galiano me deja hacerlo en otro sitio»).

Si volviera a tener un puesto ejecutivo, seguiría contando con él. Casimiro es un periodista estupendo aunque me toca las narices que se meta conmigo.

Según chascarrillo que hacía correr por ‘El Mundo’ un veterano reportero ya en declive,  Pedrojota Ramirez es el único donante de corazón que que sigue vivo en el planeta periodístico: «No quiere nadie; no tiene en su cabeza espacio para el amor, pero tampoco para el rencor».

 

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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