OPINIÓN / REPASANDO COLUMNAS

¿A qué espera el Congreso a preguntar sobre el fantoche del pequeño Nicolás que ha dejado en ridículo a las instituciones españolas?

Pablo Sebastián anuncia que pronto se sabrá si hay una relación amorosa entre Corinna y el Rey Don Juan Carlos en Londres

La columna de Losantos, amigo de Pedrojota, desaparece de la sección de Opinión de El Mundo

Francisco Nicolás, el Pequeño Nicolás, o el primo feo de Jason Bourne, reventó las audiencias en su entrevista del sábado 22 de noviembre de 2014 en el programa Un tiempo nuevo, de Telecinco. Éste pasó de un ‘share’ de un 9,6% a un 21,1%. 2’7 millones de espectadores vieron al muchacho, imperturbable, aguantar el interrogatorio de cuatro periodistas sin que una gota de sudor perlara su frente y desvelar que en España no se movía una hoja sin que él estuviera al tanto.

Muchos columnistas salen esre 24 de noviembre de 2014, asombrados por la estrella (mediática, política o psiquiátrica) que ha nacido. Pero lo más llamativo es que el diario gubernamental conocido también por El País dispara su artillería contra el Pequeño Nicolás con una carga de explosivos que yo no recordaba desde el bombardeo de la ‘Posición Pilar Urbano’ por haberse atrevido hace unos meses a manchar el nombre de Su Majestad don Juan Carlos I al afirmar en su último mamotreto que estuvo al tanto del 23-F. Y es que menudos cortesanos son los republicanos socialistas o falangistas, que yo ya no sé qué es Juan Luis Cebrián.

Entonces, en abril, el propio Cebrián disparó el cañonazo; ahora se lo encarga a un antiguo subalterno, Javier Ayuso, que fue director de comunicación de la Casa Real entre 2012 y 2014 y que regresó a El País como adjunto a la dirección, escribe un artículo de dos páginas, con llamada en la primera, titulado ‘Desmontando al pequeño Nicolás’. Como se ha convertido en habitual en El País, Ayuso salva la cara a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y sostiene que es ésta (perdón, Su Excelencia).

El problema para Nicolás es que ese mes de agosto María Pico recibió otras llamadas desde Sotogrande con actuaciones similares de Gómez Iglesias. Así que, de vuelta de vacaciones se lo comentó a la vicepresidenta y esta dijo que había que ponerlo en conocimiento de la policía, porque estaban suplantando la personalidad de un funcionario de la Administración.

Si él dice que ha tenido varios encuentros con Soraya Sáenz de Santamaría y que incluso ha viajado con ella en su coche y la vicepresidenta afirma que no le ha visto en su vida, ahí se acaba la historia.

Ayuso difunde la mentira, comenzada por un periodista de la SER (oh, casualidad) de que Nicolás cobró por la entrevista, lo que negó Telecinco.

Circulaba la noticia de que la productora Mandarina le había pagado 100.000 euros por su participación en el programa.

Recuerda que accedía al palco del Bernabéu, pero no explica cómo.

Se dejaba ver en el palco del estadio Santiago Bernabéu o en los eventos políticos y empresariales de los principales hoteles madrileños, en los que se las arreglaba para sentarse en un lugar preeminente. Y se hacía fotos, sin parar, que colgaba en su cuenta de Facebook.

Y por último insinúa que el abogado del muchacho podía estar metido en el ajo.

Hay una última incógnita sin despejar. ¿Qué papel juega en toda esta historia el abogado Juan Antonio Untoria Agustín, propietario de la empresa Pristina S.L., coronel en la reserva del Ejército de Tierra, abogado del querellante a Nicolás que luego retiró la denuncia, y encausado, procesado, juzgado y condenado por la Operación Troika por blanqueo de dinero de la mafia rusa?

Los viejos de El País no escarmientan. En vez de matar la noticia, le han dado alas.

PILAR CERNUDA CONOCE A UNA VÍCTIMA DEL PEQUEÑO NICOLÁS

Otro periodista cortesano, el director de La Vanguardia, Màrius Carol, riñe a los colegas que le entrevistaron. El reflejo del periodismo catalán de no dar noticias que molesten a los que mandan…

Vi durante unos minutos la entrevista que le hicieron en televisión y me pareció una broma disparatada en la que, como el oficio no anda bien, participaban notables periodistas preguntando sobre labores que supuestamente le encomendó el Estado y sobre lo que sistemáticamente no respondía para no comprometer a nadie. Todo más cerca de Austin Powers que de James Bond. A lo mejor es que el periodismo necesita de algún divertimento entre tantas malas noticias.

La Tercera de ABC la ocupa una carta que el escritor Juan Gómez-Jurado escribe a Nicolás para animarle a que vuelva a estudiar.

Se comienza copiando en un examen porque un amigo te explica el ángulo muerto del pupitre, y se termina defraudando en la cuenta de viajes o pidiendo comisiones porque un colega más viejo y trotado te explica el modo. Si te pillan, lo niegas todo. Dices que es una persecución del partido rival. Y al final nunca pasa nada, ¿verdad, Nicolás? ¿ Por eso lo hiciste? ¿ Porque no hay nunca consecuencias, y esa es la lección última que aprendiste en los telediarios?

Creo, Nicolás, que tú puedes haber aprendido la lección. Y por eso te escribo. Para pedirte que, por favor, cuando todo esto termine, digas que te equivocaste. Quizás evitemos que los que ya están soñando con ser como tú se den la vuelta y abran los libros. Aunque me temo que quizá sea demasiado tarde.

Pilar Cernuda (ABC) le llama estafador.

Esta periodista conoce al menos a un empresario al que el Nicolás que ni siquiera se llama Nicolás le sacó unos euros prometiéndole un comprador para una finca. El empresario no se atreve a denunciar la superchería por temor al ridículo, a que la gente se ría de él por confiar en quien no debe. Y eso, seguro, pasa con muchas otras víctimas de ese crío que tanto rédito está sacando a sus mentiras.

David Gistau (ABC) en ‘Un héroe español’ se toma a broma a Nicolás o Fran, como le llama.

La España actual está tan descreída y cínica que ya todo lo considera posible. En eso se basa la conmoción provocada por los delirios de Fran. De la que ni siquiera se salva el Estado, tan reticente para reaccionar a problemas verdaderos, y que el mismo sábado ya había emitido desde la vicepresidencia y la Casa Real unos cuantos desmentidos tan delirantes como los propios delirios. Nos estamos extinguiendo, pero todo es muy divertido.

Por el contrario, José Oneto (Republica.com) mantiene la esperanza en los españoles.

… la España de Nicolás, en la que todo parece posible. Pero, afortunadamente, ese no es el verdadero país. Y, en ese verdadero país, donde cualquiera no puede ser asesor de la Vicepresidencia del Gobierno, ni trabajar para los servicios de inteligencia, ni La Moncloa resuelve el problema catalán acudiendo a cualquiera que se ofrezca, no cuadra, el relato fantasioso del pequeño Nicolás, que de todas formas, necesita de una explicación oficial, mucho más amplia de la que se ha dado.

Especialmente del papel del secretario de estado de Comercio García Legaz, del empresario Arturo Fernández, y del ex secretario de las infantas García Revenga, un turbio personaje que tuvo mucho que ver con el escándalo Nóos y el papel de Iñaki Urdangarin.

Pablo Sebastián (Marcello.com) escribe una columna en la que va más allá de la broma o del «esto no puede ser porque lo dice la vicepresidenta»: empieza recordando que otra persona ya célebre se colocó una placa de colaborador del CNI.

Pues sí, todas las instituciones del Estado están tocadas, y la legalidad y el orden constitucional por los suelos en Cataluña y por todas partes. Y, por sí algo faltara, le llega el turno al CNI donde afloran espías pintorescos y sin el menor control. Ya tuvieron entre sus colaboradores a la falsa princesa Corinna y la amiguita del Rey Juan Carlos y su compañera en las cacerías de elefantes de Bostwana. Al menos eso es lo que dijo ella en unas declaraciones en las que alardeó de haber colaborado en operaciones confidenciales y de alto secreto para los intereses de España.

Y a continuación, el bombazo:

Pero ¿qué paso y qué hay de cierto en la afirmación de Corinna en la que dijo que fue colaboradora en asuntos secretos del Estado? Por ahora no se sabe, pero pronto se sabrá. Como pronto se ha de saber si ha establecido una relación estable y amorosa en Londres con su querido Rey Juan Carlos.

La Pantoja en la cárcel, la duquesa de Alba en el cementerio y el rey Juan Carlos en Londres. El Hola va a acabar publicándose en tapa dura.

Y en todo esto, el perro Marcello rastrea el olor del pacto PP-PSOE para que no se discuta nada sobre el CNI.

¿Pero quién es Nicolás, y por qué fue detenido? ¿Y qué ha pasado y está pasando en el CNI? ¿Y a qué espera el Parlamento para preguntar sobre este fantoche que ha dejado en ridículo a las primeras instituciones del país? No hay respuestas para todas estas preguntas, sino otra vez el silencio de la gran coalición que de facto ya funciona entre el PSOE y el PP.

A UPYD NO LE RINDE HABER CONSEGUIDO QUE SE IMPUTE A BLESA

Al comentar la encuenta de El Mundo que coloca a Podemos como partido más votado en unas elecciones generales, Santiago González se pregunta por qué UPYD, que ha conseguido que se procese a Miguel Blesa, no recoge ningún beneficio de su oposición.

Alrededor del 85% de los ciudadanos desaprueba su reacción ante los casos de corrupción que les afectan, aunque en el caso de los partidos pequeños, IU y UPYD no bajan del 70% en la desaprobación ciudadana, a pesar de que el partido de Rosa Díez ha llevado a los tribunales el caso Bankia y puede presumir de ser, rara avis, un partido sin imputados en sus filas. Claro que una presentación tan irreprochable se vio deslucida por el núermo dos del partido (Gorriarán) este verano, al acusar de «corrupto 100%» al candidato que habían presentado cinco meses antes como cabeza de lista al Parlamento Europeo.

Un poco de tabarra catalana a cargo de Enrique Gil Calvo (El País). Se burla de la querella de la Fiscalía y asegura que un referéndum como Dios manda habría hundido a Mas.

Mariano Rajoy se preguntó retóricamente un día: «¿Quién manda en Cataluña?». Pues bien, ya lo sabemos: hoy manda Mas. Ahora mismo, el president es el único árbitro del tablero con capacidad de imponer su propia agenda a los demás. Y para pararle los pies, la politizada fiscalía ha solicitado su encausamiento a petición de La Moncloa, acusándole de supuestos delitos de lesa majestad: unos arcaicos delitos sin víctimas que son más propios del Antiguo Régimen.

Los resultados de la pseudoconsulta del 9-N demuestran que si se hubiera hecho un referéndum con todas las de la ley, hoy el secesionismo estaría vencido como en Quebec o Escocia. Pero tras ser prohibido y celebrarse su versión proscrita, transgresora y desobediente, el auge del soberanismo puede darse hoy por descontado, al resultar todavía más rompedor y sexy que antes.

Para este funcionario la ley es otro chicle… salvo supongo que la ley que nos obliga a pagarle su sueldo.

Raúl del Pozo (El Mundo) es radicalmente pesimista.

Antes eran la cuarta parte, ahora son la mitad los catalanes que nos ven como opresores, usurpadores, antidemócratas, o gachupines. Ya no tragan la soberanía compartida, ni un pacto fiscal, ni un mamoneo con la Corona para una grotesca Commonwealth de Puente Aéreo. Quieren irse, no saben adónde, pero lo más lejos posible de nosotros.

Dejó aquí otra desaparición en las páginas de Opinión de El Mundo, después de la de Pedrojota Ramírez: Federico Jiménez Losantos tampoco aparece en su espacio habitual de los lunes. ¿Enfermedad, indisposición, viaje… o depuración? Ya nos enteraremos.

ISABEL SAN SEBASTIÁN: DENTRO DE POCO, LA EUTANASIA

Después de la manifestación del sábado en Madrid contra el aborto, varios columnistas escriben al respecto. Juan Manuel de Prada (ABC) es el más tajante de este grupo, ya que asegura que el aborto es imprescindible para el capitalismo.

Lo necesita como control de daños último para sostener sus cimientos, para mantener en pie su edificio de iniquidad. Adam Smith ya intuyó que cuanto mayor fuese su prole, más imperiosamente reclamaría el trabajador una subida de su salario

La víspera de la manifestación contra el aborto se hacían públicos unos datos escalofriantes que nos indican que un tercio de los asalariados españoles cobran poco más de seiscientos euros al mes. Y esta situación ignominiosa se hace mucho más habitual entre los trabajadores en edad de procrear: un 86% de los jóvenes menores de 18 años, un 75% de los que cuentan entre 18 y 25 años y un 38% de los que se hallan entre los 26 y los 35. Para que esos jóvenes no se revuelvan contra el sistema, hay que evitar que procreen; y para evitar que procreen, amén de la religión profetizada por Chesterton, es preciso el control de daños del aborto.

Por eso todos los gobernantes al servicio del sistema mantendrán el aborto; y por eso cualquier político que quiera de veras plantar batalla al aborto (y con el concepto prostituido de libertad sobre el que se funda) deberá empezar por restablecer la justicia social, con salarios dignos que cubran las necesidades del trabajador y de su familia. Todo lo demás es arar en el mar.

Joaquín Estefanía (El País) coincide con Prada en la pequeñez de los sueldos medios que se están cobrando ahora, pero curiosamente el economista progresista no llega a la lucha de clases de nuestro reaccionario favorito.

Acaso haya aspectos discutibles en la acción política del Gobierno del PP en estos tres años de legislatura, pero no en materia de desempleo. El balance en este territorio es tan malo que no se justifican para nada los propagandísticos párrafos del presidente Rajoy en su artículo publicado en El Mundo («la reforma laboral está detrás de la mejora en el empleo

Fernando Sánchez Dragó (El Mundo) describe el dolor de las mujeres japonesas que abortaban.

Las campesinas, incapaces de mantener a sus hijos, se veían obligadas a abortar y a abandonar los fetos a la intemperie. El dolor las consumía. De entonces viene la construcción de templos en cuyo recinto miles de estatuillas infantiles, coronadas por un gorrito de lana, evocan a los niños de tal modo asesinados. Infinidad de mujeres visitan los santuarios -hay uno en Tokio y otro en Kioto- «con el deseo de librarse por medio de la plegaria del trauma psíquico provocado en ellas por la decisión de abortar». Así lo cuenta el pediatra Shoji Tateishi en su libro Los cerezos en flor.

Yo añadiría a la ofrenda un cuenco de pétalos de la flor del cerezo para rendir justicia póstuma a los niños que no llegaron a florecer.

Isabel San Sebastián (ABC) anticipa la legalización de la eutanasia para que el Estado y los jóvenes se puedan librar de los viejos, tan molestos y caros.

Cuando caiga sobre nosotros el invierno demográfico que nos amenaza en el plazo de pocas décadas, quienes vivan para verlo se darán cuenta de la magnitud del error de cálculo que cometieron sus mayores. ¿Cuánto tardarán entonces los apóstoles del egoísmo en plantear la eutanasia como un «derecho inalienable de los viejos»? ¿Cuánto tardará la propaganda oficial en depreciar el valor de la existencia sujeta a algún tipo de limitación, hasta convencer a los dependientes de que, en uso de su libertad, lo mejor que pueden hacer es quitarse de enmedio? Piénsenlo.

José Luis Martín Prieto (La Razón) reconoce que no le gusta el aborto, pero menos le gusta Podemos, y por eso pide a los antiguos votantes del PP que no le abandonen.

Con la dimisión de Gallardón no quedan las cosas como estaban, y el nuevo ministro de Justicia tiene como tarea principal limar las atrocidades sanitarias, sociológicas, biológicas y antropológicas del sueño de la razón de Zapatero. La entendible apelación de los provida a no votar al PP, en puertas de un hipotético frente de izquierdas, es no comer el rancho para que se fastidie el sargento.

A TRUEBA NO LE GUSTA QUE LE GENTE LLORASE A CAYETANA DE ALBA

David Trueba (El País) gana el premio a la columna ridícula con una pataleta por la gran audiencia que tuvo Cayetana de Alba por su muerte. Como Jaime Peñafiel, dice que él sabe muchas anécdotas de ella, pero que no las cuenta por respeto al público.

Si recordamos la ridícula taquilla de su película Vivir es fácil con los ojos cerrados, se comprende que el director progresista está comido por la envidia, ese pecado tan español.

En un país empobrecido y tocado, donde hay niños que ya no hacen tres comidas, la aristocracia tradicional no le ha hecho ni un guiño solidario al siglo XXI. Y sin embargo la más renombrada cabeza de familia latifundista se ha metido en el bolsillo al pueblo llano, que es más bien un pueblo pedregoso y lleno de pliegues y a menudo poco previsible en sus filias y fobias. Su popularidad llegó por la rebelión en la ancianidad, por sacudirse el yugo del retiro cuando ya le tocaba dejar paso a las portadas de los hijos, por renunciar a la discreción y casarse en la edad en que a uno se le fractura la cadera con tan solo estornudar.

No conocen los españoles, a los que se aparenta tener tan informados, ni una pizca de las anécdotas profundas de la duquesa de Alba, que dan para una sobremesa de cena hasta las claritas del día. No son aptas, me temo, para menores de edad y el espectador televisivo español, no nos confundamos pese a la apariencia libertaria, es siempre tratado por las cadenas como menor de edad.

¿Sabrá David Trueba cuánto dinero dio a la caridad la duquesa de Alba?

 

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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