Juan Manuel Prada subraya cómo muchos católicos aceptan una ley del aborto que rechazaron en 1985
Comenzamos con Rosa Díez. Ni de derechas, ni de izquierdas es su título. A ver si van a tener razón los progres que le reprochan a la musa de Jiménez Losantos (¡menudas vacaciones de senador se está pegando este liberal!) que es una falangista camuflada. Pero recuerdo que hace unos días El País recuperó a viejas glorias como Javier Sádaba para unirlos al bando abortista. ¡Y acierto!
Díez ha caído en la trampa. Le haría ilusión sacar una tribuna en El País, o al menos firmarla. Lo ha hecho, atacando la regulación del aborto de Zapatero y la propuesta por Ruiz Gallardón, y pronunciándose por mantener el derecho al aborto y una ley de plazos. La conclusiónes que doña Rosa ha perdido unos cuantos miles de votos de desencantados del PP.
La alternativa que defiende Unión Progreso y Democracia es la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo mediante una ley de plazos que deje a la mujer gestante la decisión definitiva sobre la interrupción del embarazo dentro de un plazo legal mayor que el actual de 14 semanas
Hiprogresía: Manuel Rivas defiende la vida… no de los fetos humanos, sino de los animales, en especial de las ballenas y los cuervos.
¿A qué huelen las nubes? ¿Por qué se subvencionan los gin-tonics?
Después del electro-shock propinado por El País el tono del resto de la prensa es como beberse un litro de tila.
Pilar Rahola en La Vanguardia se escandaliza de que subvencionemos los gin-tonic que se toman los diputados en el Congreso (aunque ella no se escandalizó así cuando tuvo denuncias de la corrupción del 3%); Alfonso Ussía en La Razón nos confiesa que no celebra ni la Nochevieja ni el Día de la Madre; y Lucía Méndez nos pide que no nos olvidemos de quienes se están quedando en el túnel que, según el Gobeirno, hemos dejado atrás.
John Müller habla de los efectos de la bajada de la prima de riesgo:
Los negativos son que los reformistas pierden un aliado, los adictos a la deuda vuelven a respirar y la política puede campar a sus anchas.
La Vanguardia prosigue desenganchándose del Artur Mas. Fernando Ónega dice, con finura, que el president y sus consjeros están enfermos de nacionalismo:
La fiebre independentista les hace creer que todo es muy fácil, que nadie va a rechazar algo tan democrático como votar el destino de un pueblo, esas cosas que se dicen en los mítines.
La debilidad doctrinal del catolicismo español
Para encontrar algo de garra hemos de buscar las columnas dedicadas al aborto, pero en el lado contrario de los banqueros y los progres.
Juan Manuel de Prada (ABC) subraya el ablandamiento del catolicismo.
En 1985, el catolicismo español (…) se opuso sin fisuras a la ley porque todavía el consenso político no había conseguido destruir el consenso social, ni tampoco ofuscar su comprensión de la doctrina. Treinta años después, el catolicismo español, ya reducido a fosfatina y con la doctrina más olvidada que el catecismo de Ripalda, aplaude mayoritariamente (…) este anteproyecto de ley
Ignacio Ruiz Quintano (ABC):
Porque abortar es matar. Luego se discutirá si matar es de rojos o de fachas, o si matamos células o matamos podencos. Pero el único problema filosófico importante ya no es el suicidio, como decía Camus, sino el aborto, que es donde Gustavo Bueno ve más corrupción que en cualquier otro asunto.
Y J. A. Gundín (La Razón):
Si se trata, como dicen los progres, de un derecho, es una incoherencia restringirlo a plazos determinados. (…) Quien así lo entendió con gran lucidez fue el siniestro doctor Morín, para quien cualquier plazo inferior a nueve meses sólo era cuestión de tarifa.
Seguimos con la muerte: ETA
Florencio Domínguez (La Vanguardia), el periodista que mejor conoce los entresijos de ETA, sostiene que la banda aún mantiene el control sobre sus presos:
Hoy por hoy, no admiten que un preso, por su cuenta, pueda acogerse a los mecanismos de reinserción previstos por la legalidad, ni que pueda pedir perdón por sus crímenes, ni, mucho menos, colaborar con la justicia.
Y relacionado con lo anterior, el breve que firma ‘Secondat’ (el ex presidente del Tribunal Constitucional Manuel Jiménez de Parga) en El Mundo:
A mí entender, la prisión indefinida revisable tiene encaje en nuestro ordenamiento jurídico-penal, siempre que se acierte en precisar quién debe efectuar la revisión y con qué procedimiento. Por tanto, no es un problema de principios, sino de aplicación de la medida.
Y le aseguro, amigo lector, que se me ha caído el cigarrillo en la tostada, al leer que el banquero Jaime Botín, hermano de Emilio, se ha declarado en contra de la derecha, la Iglesia, los curas y el Gobierno del PP. La tribuna de este 4 de enero de 2014 en El País es impagable. La colección de tópicos progres le quedaría como pancarta en mano a los Suso de Toro, Almudena Grandes y Forges.
Si la derecha política gana la partida aquí es como si en América se impusiera un partido republicano dominado por el Tea Party, los herederos del Ku Klux Klan.