El Grupo PRISA, como la muerte, tenía un precio
La delicada situación económica por la que atraviesa la endeudada Prisa y su dependencia del Gobierno para solventarla han convertido al grupo mediático en una especie de doctor Jekyll y mister Hyde.
Pocos como Juan Luis Cebrián son capaces de ponerle una vela a Dios y otra al diablo sin despeinarse.
De despotricar en la SER porque La Moncloa dejara a la emisora fuera del despacho oval y a la vez de envolver un editorial de El País en papel de regalo y entregárselo a Mariano Rajoy con una nota de felicidades.
El diario de Javier Moreno dejó este miércoles al Gobierno patidifuso y provocó la indignación de muchos de sus lectores por encabezar su sección editorial con un artículo titulado ‘Un éxito de Rajoy‘, en el que el rotativo alaba la «bendición al inicio de la recuperación» que el presidente ha conseguido de Barack Obama y de la directora del FMI, Christine Lagarde.
«Rajoy representa ahora -escribe El País- a un país al que el presidente norteamericano, en mayo de 2010, expresó su «apoyo» y «solidaridad» (…) para llevar a cabo lo que aconsejó su vicepresidente, Joe Biden, en visita a La Moncloa: ganarse la confianza de los mercados, incluso a costa de ´lágrimas y sufrimiento´. Tres años y medio después, la economía del país que les inquietaba ha dejado de preocupar tanto a los líderes de Estados Unidos, y mucho mejor que sea así para atraer potenciales inversiones y rebajar la prima de riesgo, facilitando el reequilibrio de las cuentas públicas: un alivio para los contribuyentes».
Es más. El rotativo de cabecera del PSOE y en especial del rubalcabismo -o al menos lo era hasta ahora- se permite aconsejarle al Ejecutivo que siga adelante:
«Sería erróneo que el Gobierno se dejara llevar por una complacencia inhibidora del programa de reformas».
Y todo ello, como subraya A.I.M. en ‘El Semanal Digital’, a la vez que abre su portada con el siguiente titular: El PP se enroca en una defensa a ultranza de la ley del aborto.
Tan elogioso editorial le ha valido numerosos reproches de sus lectores, que se preguntaban en Twitter qué había sido del diario de referencia de la izquierda o bromeaban con un secuestro del editorialista del periódico y su suplantación por un fontanero de La Moncloa.
No es la primera vez en las últimas semanas, meses incluso, que El País lleva flores a Rajoy, pero sí seguramente la más descarada.
En los círculos políticos y mediáticos a nadie se le escapa que tanta galantería tiene mucho que ver, si no todo, con lo necesitado que anda el Grupo Prisa, que entre otras arrastra deudas millonarias con los ministerios de Hacienda y de Empleo (este último por la Seguridad Social).
La larga conversación privada que el mismísimo Cebrián y el director del Gabinete de Rajoy, Jorge Moragas, mantuvieron hace un mes escaso en La Moncloa durante una copa de Navidad ofrecida por el presidente a la prensa fue reveladora.
Prisa, como la muerte, tenía un precio.
