Pedro Jota le deja a Zapatero una página para defender el aborto
«Los lunes son peores que las democracias», dice @norcoreano en Twitter, pero este lunes 20 de enero de 2014 hay columnas muy divertidas sobre el adulterio de Hollande. Los cuernos, como las caídas en la calle, son muy divertidas cuando le ocurren a otros. En todos los periódicos hay columnas sobre camas, amantes y testosterona.
Fernando Sánchez Dragó (El Mundo) se queja de lo aburridos que son los políticos españoles en comparación con los franceses:
Los políticos españoles son unos siesos. ¿Será que no se les… (censurado)? Disculpen tan humillante hipótesis, pero a ninguno de los que vinieron después del Caudillo, a excepción de Suárez y Alfonso Guerra, cabe atribuir devaneos dignos de figurar en la nómina de la alta literatura. Y a los de antes de Franco, que murió en la cama, pero muy solito, tampoco. (…) ¡Con tales mimbres! Sí, sí, ya sé: nos queda el Rey… ¡Ejem, ejem! Mis respetos, Majestad, e incluso mi admiración por su hoja de servicios, que para mí quisiese. Era sólo una broma. La Corona está por encima de los cotilleos. ¿Si no borbonearan los Borbones quién demonios borbonearía?
A nuestros políticos, además de finezza, les falta un chorrito de testosterona. De estrógenos, en cambio, anda el país más que sobrado. Basta con salir a la calle para verlo. ¡Qué mujerío! Lo hay, incluso, desesperaditas todas, en el hemiciclo de las Cortes, el banco azul y el de la infiel oposición. En el Senado, no.
José Luis Martín Prieto (La Razón) disiente de Sánchez Dragó, y asegura que en la clase política española hay mucha testosterona, y los que más tienen son los socialistas.
Cierto que la clase política española produce demasiada testosterona; en ocasiones hasta las más feministas militantes de cualquier partido parecen tenerlos cuadrados, rayados, de arrabio, colocados encima de la mesa. Pero la historia de nuestros socialistas revela que pocas veces fueron bucólicos pastorcillos tocando el caramillo.
Los socialistas son tan machos que han sido los primeros y los únicos demócratas en meter en cal viva a ciudadanos, ser condenados por financiación ilegal y suspender derechos civiles. Demasiada testosterona.
Juan Manuel Prada (ABC) incluye el adulterio entre los principios de la Revolución, y sabe de lo que habla debido a su conocimiento de la literatura y el cine franceses:
Despojándola de farfollas retóricas, la Revolución Francesa no fue otra cosa sino la rebelión de unos burgueses resentidos que no soportaban ser gente corriente y anhelaban la brillantez de la aristocracia; esto es, sus rentas e infidelidades. Por supuesto, el adulterio es cosa de simples hombres pecadores; pero la obsesión adulterina es un invento de la burguesía revolucionaria. Desde entonces, Francia no ha sido otra cosa sino una piscifactoría de adúlteros que gulusmean las veinticuatro horas del día en pos de una presa, para demostrarle al vecino su adhesión a los principios revolucionarios.
¿Y qué nos dice de Hollande, que por socialista es más revolucionario que la media de los franceses?
Pero nadie había alcanzado extremos tan grotescos en su obsesión adulterina como este majagranzas de Hollande (que tipos tan plebeyos alcancen la máxima magistratura republicana nos da una idea de la decrepitud de Francia y de su sistema político), que primero se divorcia para amancebarse y después exhibe orgulloso a su barragana, como si fuera su mujer; para, finalmente, ponerle los cuernos, nostálgico de un adulterio que, en puridad, no lo es, porque a las barraganas no se les pueden poner los cuernos. Hollande, con su pintica de valet de chambre, es la prueba más palpable de los efectos demoledores que el veneno del resentimiento burgués introdujo entre los franceses, cuando vendieron su primogenitura por un plato de lentejas revolucionarias.
Josep Miró (La Vanguardia) no acusa del adulterio de Hollande a la Revolución, sino al socialismo.
Nuestra sociedad critica la infidelidad por dinero, pero parece excusar la que defrauda a la relación personal. Es un error. (…) Hollande es un político socialista, modelo de hombre desvinculado; es decir, hedonista y egoìsta, que antepone sus deseos a sus responsabilidades. un progresista guiado por el machismo falocrático auspiciado por el poder.
Almudena Grandes (El País) se queja de la España negra que ve por la ventana (¿será que no ha subido la persiana?) no le permite hablar de amantes y adulterios.
¿Quién puede opinar sobre el amor cuando le ha tocado vivir en una época, en un país como este? Sería interesante, sería refrescante, novedoso, hasta agradable, pero no cabe en una España tan negra como si Goya la hubiera pintado en la cima de su desesperación. Se me ocurre que ese será el verdadero final de la crisis que vivimos, la derrota del monstruoso pulpo que nos ahoga con todos y cada uno de sus incontables tentáculos. Algún día podremos volver a hablar del amor, del adulterio, de las mujeres abandonadas, de las amantes resplandecientes. Algún día, podremos volver a ser frívolos e, incluso, a hacer chistes de gusto dudoso. La medida de nuestra pobreza es que hayamos podido llegar a echarlos de menos.
Ay, los progres. Siempre sufriendo por los demás, siempre sacrificándose, siempre renunciando al amor, la alegría y la libertad. ¡Qué corazón tienen! ¡Y qué aburridos son!
Zapatero y sus perogrulladas
Y de progra a progre.
El Mundo de Pedrojota se une a la campaña pro-aborto de El País y el PSOE con una tribuna de José Luis Rodríguez Zapatero en que éste justifica su ley de plazos y reconoce que el supuesto de la salud psíquica o física de la madre era un fraude de ley. El artículo es una sarta de tópicos feministas y progres, como:
En una sociedad democrática, las leyes deben estar del lado de la libertad de los ciudadanos.
Ya, como las leyes que suben los impuestos o bajan las pensiones, las que impiden escolarizar a los niños en la lengua oficial de toda España, las que prohíben que un estaurante tenga área de fumadores, las que discriminan a los hombres frente a denuncias de las mujeres…
Concluye con una cita de una desconocida, para mí, Christine de Pisan sobre la discriminación que han sufrido las mujeres durante siglos. ¿Como Sonsoles, José Luis?
Pedrojota: Mala cosa es cabrear a los lectores con un artículo de Zapatero, el que aseguraba que íbamos a pasar a Francia en renta per cápita.
Los viejos partidos se desmoronan
Ante el nuevo escenario político que está surgiendo, Isabel San Sebastián (ABC) constata el fin del bipartidismo:
Las profundas fisuras en la confianza anuncian ya la muerte del bipartidismo, con la consiguiente fragmentación del arco parlamentario. Eso dificultará la tarea de gobernar en aguas revueltas. Si no somos capaces de reformar a tiempo la democracia que tan buen servicio ha prestado a España, los partidarios de destruirla, rompiendo de paso la Nación, acabarán viendo satisfechos sus propósitos.
Carlos Cuesta (El Mundo) se centra en el caso de Vox, presentado la semana pasada. Enumera las personalidades que presentaron Vox…
Pero sin querer quitarles en absoluto protagonismo, ninguno de ellos ha sido su impulsor último. Quien realmente ha decidido que surja una nueva opción de voto en la derecha ha sido el PP
¿Cómo? Incumpliendo su programa electoral en los puntos de independencia judicial, lucha contra el terrorismo, bajada de impuestos…
Al PSOE le llueven las bofetadas en la prensa.
Ignacio Camacho (ABC) se pregunta adónde marcha el PSOE con sus primarias abiertas-no-tan-abiertas.
Cuando los grandes partidos han perdido gran parte de su capacidad prescriptiva de ideas y valores para caminar detrás de las modas y tendencias de las redes sociales existe un riesgo cierto de desnaturalización política de sus modelos. Y en ese sentido el PSOE se ha embarcado en una aventura de incertidumbres al avanzar hacia una fórmula de primarias abiertas sin haber acabado de resolver el funcionamiento de las cerradas.
Alfonso Merlos (La Razón):
Probablemente se lo tengan merecido los jefes de la cosa en Ferraz. Porque son incapaces de entender que hay ciudadanos con vocación progresista que entienden que su líder no puede ser ni un joven inexperto, ni una señora de provincias sin instruir, ni una nueva rica que cambia de chaqueta cada dos por tres ni un cadáver que lleva treinta y pico años subido a un coche oficial. Están en tierra de nadie. ¿No se nota?
Gabriel Albiac (ABC):
Reinventado tras la muerte del dictador por Bonn y Washington, el grupo que pasó a llamarse PSOE no concebía la política más que como enriquecimiento. En Sevilla, los de González. En Barcelona, los niños bien de siempre. Fue una alianza de intereses. Que ahora se quiebra. Porque el dinero, ahora, lo reparte CiU. Y todo queda ya en ni Dios ni nada.
Francesc-Marc Álvaro (La Vanguardia):
Lo que hoy pasa en el PSC expresa el fracaso del socialismo catalán a la hora de modificar el concepto del socialismo español sobre Cataluña.
Menos mal que el PSOE aprobó el nuevo estatuto catalán, porque si no Álvaro los colocaba con UPYD.
El socialista Borrell replica, con retraso, a las mentiras catalanas
El socialista catalán Josep Borrell firma con Joan Llorach una tribuna en El País titulada ‘¿Dónde están los 16.000 millones?’, que es una respuesta a las cifras del expolio que difunde la Generalitat.
Muchos catalanes están convencidos de que la Generalitat independiente dispondría cada año de esos 16.000 millones de euros adicionales. Y ese es un poderoso argumento en favor de la independencia. Pero realmente no es así.
A continuación, los dos universitarios desgranan una serie de conceptos y estados contables, para llegar a la conclusión de que
Se puede discutir mucho sobre las ventajas y los inconvenientes de la independencia de Cataluña. Pero Cataluña no hubiese dispuesto en 2009 y 2010 de unos 16.000 millones para financiar servicios públicos adicionales a los suministrados por el Estado. Y si estamos equivocados, agradeceríamos que alguien nos diga de dónde saldrían.
Ya, pero este artículo viene un poco tarde, don Josep, unos pocos años tarde, cuando Pedro Solbes, como ministro de Zapatero, aceptó elaborar unas balanzas fiscales autonómicas.
Casimiro García-Abadillo cuenta en El Mundo que
Las autoridades económicas europeas no dudan en calificar el desafío soberanista en Ctaaluña como «el mayor riesgo para la recuperación económica en España». Lo que, hasta hace unos meses, no era más que un puntual ruido de fondo, ahora ha encontrado hueco en las agendas de la política internacional.
donde nos jugamos el futuro es con Cataluña. Rajoy debería construir un gran pacto de Estado con el PSOE y otros partidos para establecer las líneas rojas que la Generalitat no debe traspasar.
Marcello (República.com) manda un aviso a la oligarquía catalana:
ahora Mas quiere sobre todo ser un héroe, el hombre que mas cerca estuvo de la independencia de Cataluña. Y con eso se conforma convencido de que habrá en todo el proceso -como dijo el Conde de Godó en Nueva York- «mucho sufrimiento, en España y en Cataluña». Aunque algunos aún no se han percatado de que ese sufrimiento no será solo para la clase política y las clases medias bajas de la sociedad, las que hacen el trabajo «sentimental y patriótico», mientras el verdadero y el único poder catalán -el que está detrás de todo esto- pela los langostinos de Sanlúcar que se come mientras se toma una copa de champaña (nada de cava). ¿Quiénes son estos misteriosos y poderosos señores que todo lo controlan en Cataluña? Pues estén atentos a esta pantalla porque un día de estos lo vamos a contar.
De menor interés
Jiménez Losantos riñe a la prensa española porque llama independentistas y soberanistas a los separatistas. Màrius Carol canta a los 50 abriles de Michelle Obama…
¡Extra, extra! Pilar Cernuda nos da una noticia: Baltasar Garzón quiere ser candidato de una lista a la izquierda del PSOE para las elecciones al Parlamento Europeo.
A Garzón, que según sus amigos echa las muelas porque ha ‘desaparecido’ la petición de indulto que presentó hace un año, le gustaría ser candidato al Parlamento Europeo en la lista de Izquierda Unitaria Europea, de la que forman parte IU, Iniciativa per Catalunya y Los Verdes, entre otros partidos europeos.
Y Franco, ¿qué opina de esto? ¡Menuda noticia, Pilar! Pon un poco más de ganas en ganarte las habichuelas.