Dentro del grupo Vocento, quizás el medio menos conocido para el gran público es la agencia Colpisa. Esta compañía, fundada en 1972, ofrece información desde Madrid a 17 diarios locales y regionales, no todos de su propio Grupo. Su director en la actualidad, Rodrigo Ponce de León (Sevilla, 1970), tiene experiencia previa en diversos medios de los grupos PRISA y Joly, además de haber sido director de Comunicación de AENA. Ha visitado Periodista Digital para hablar sobre su empresa y la situación del periodismo en la España actual.
TITULARES
Colpisa tiene una labor fundamental dentro del grupo Vocento.
Tengo la suerte de dirigir una agencia que para mí tiene los mejores periodistas de España.
Los dircom deberían ser personas que ayudan en su trabajo a los periodistas. En España algunas veces ocurre y otras no.
Las empresas deberían ser más transparentes y contar con los periodistas como aliados.
Esos medios de comunicación podrían seguir existiendo [Publico y La Gaceta] si la gente colaborara pagando por el ejemplar en el quiosco.
Al papel todavía le queda bastante vigencia.
Se están creando demasiadas teorías conspirativas por la destitución de un directivo de una empresa [los directores de periódico], que si fuera una empresa de otro sector no las habría.
Siempre hay presiones de los gobiernos, a todos los niveles y para todos los medios.
Si esos medios [El Mundo, El País y La Vanguardia] hubieran estado en una situación económica buena, probablemente no se hubiera destituido a esos directores.
Estoy convencido de que habrá fusiones.
ABC es el que tiene más papeletas para sobrevivir [de los grandes periódicos de derechas].
Artur Mas va llevar a todo el país, no sólo a Cataluña, a una situación realmente terrible.
Que desde una comunidad autónoma [Cataluña] se hagan informes sobre si un periodista es de una línea o de otra me perece una aberración de tiempos pasados que no son mejores que los que ahora vivimos.
Hay que eliminar todos esos organismo [los comités audiovisuales autonómicos].
Todavía no me ha quedado muy claro el criterio por el que el corresponsal de Colpisa no pudo entrar con Rajoy al Despacho Oval.
Los políticos muchas veces le echan la culpa a la comunicación cuando son problemas de gestión.
Nuestro presidente y los ministros deberían tener menos miedo a dar la cara y enfrentarse a los medios de comunicación, que al final es enfrentarse a los ciudadanos.