Ignacio Camacho: "A Susana le falta preparación para gobernar pero le sobra intuición para ejercer el poder"
Arrancan el mes y la semana un lunes 3 de marzo de 2014 con unos espacios de opinión de la prensa de papel de la prensa española donde lo mediático tiene fuerza. Llama poderosamente, eso sí, como colaboradores y empleados de los diversos medios de Lara se lanzan pullas y retos desde sus propias cabeceras o desde otras agendas en las que colaboran. ¿Se estará preparando un cara a cara entre el más fiel entre los fieles a Rajoy y el más progre entre los progres en alguna televisión de Atresmedia? Viendo lo que se ve en este día, no nos resultaría nada sorprendente. Hacemos sonar una vez más nuestra armónica de afilador y nos ponemos manos a la obra.
Arrancamos en esta ocasión en el auto proclamado ‘diario de la Catalunya real’, donde una de las estrellas televisivas de Atresmedia lanza su auto-justificación por la más polémica de sus actuaciones. Jordi Évole escribe sobre ese ejercicio de periodismo ficción que fue ‘Operación Palace’ y titula Mi versión de los hechos.
Lo que se me escapa es el debate sobre nuestra credibilidad. Que después de Operación Palace alguien piense que lo que se cuente en Salvados será falso creo que no tiene mucho sentido, básicamente porque cuando hemos mentido -como es el caso del falso documental- lo hemos dicho. Sí, hemos hecho una incursión en el mundo de la ficción, igual que un columnista de un periódico puede escribir una novela y no por ello dejan de tener validez sus columnas. Pero es solo la opinión de alguien que quiere seguir explorando las posibilidades de un medio como la tele, porque no vamos a quedarnos siempre en el traje de Salvados, por muy cómodos que estemos con él. Y contra la comodidad no nos queda otra que arriesgar. Y lo seguiremos haciendo.
La comparación con el columnista que se mente a articulista nos parece una excusa realmente mala. Sería valida tan sólo si la novela se publica por entregas en la sección de opinión del periódico en el que publica el articulista y, cuando se termina, se dice: «Estas columnas en realidad eran una novela por entregas». Los lectores se sentirían estafados. De verdad, si Évole quiere resultar creíble, que busque unas justificaciones menos endebles.
Ferran Monegal.
Seguimos en El Periódico donde Ferran Monegal publica una de sus columnas sobre televisión titulada Facebook compra Catalunya. Lo jugoso no es el tema principal del texto, sino el último párrafo, dedicado a una cuestión diferente:
La obsesión de Paco Marhuenda, director de ‘La Razón’, con el Gran Wyoming, no amaina. Viendo que lo citaba continuamente, el presentador de ‘La Sexta noche’, Iñaki López, le dijo la madrugada de ayer: «Oye Paco, te animo a que hagas aquí un cara a cara con él». Y Marhuenda respondió: «No se atreve». ¡Ah! En bien del espectáculo reclamo este cara a cara.
A este humilde lector de columnas le ha llamado poderosamente la atención este párrafo. ¿Qué tienen en común los tres mencionados (Iñaki López, Marhuenda, y Wyoming) con el articulista (Monegal)? Los cuatro son empleados de Lara. Marhuenda dirige el diario del que Planeta es el accionista de referencia, La Razón; López y Wyoming trabajan en laSexta (Atresmedia) y Monegal en Onda Cero (también Atresmedia). Que en La Sexta Noche se propusiera en cara a cara y Monegal lo destaque al día siguiente puede ser casualidad, pero puede ser también una operación para ir preparando un enfrentamiento televisivo que levantaría mucho morbo.
Y a lo anterior se suma algo que nos encontramos en el periódico de la ‘disciPPlina’. El propio Francisco Marhuenda publica un artículo en La Razón (algo que suele hacer sólo en ‘grandes ocasiones’) para comentar las críticas de la comisaría europea de Interior, así como de parte de la izquierda española, a la Guardia Civil por la muerte de inmigrantes en las aguas próximas a Ceuta. Titula La comisaria sueca y los ‘progres’.
Como para dar la razón a Iñaki López y Ferran Monegal, señala en dos ocasiones al presentador-humorista de izquierdas de laSexta:
A la comisaria de Interior le sucede lo mismo que a nuestros «progres» nacionales, encabezados por el Gran Wyoming, que se creen que están en un concurso de mises. Es muy fácil ser «progre» y millonario, porque se puede mostrar una gran sensibilidad social y dar lecciones desde la atalaya de una casa lujosa.
Concluye:
Es evidente que es un problema europeo, pero de momento lo pagamos los españoles y en la Comisión se hacen muy bien el «sueco». Los «progres» ricos como el Gran Wyoming deberían acoger inmigrantes en su casa y así mostrarnos que son muy sensibles y coherentes con su izquierdismo de salón.
Banalizar el talento de Orson Welles:
Su adaptación, dirección e interpretación de «La guerra de los mundos», de H.G. Welles, para la CBS, le dio inmerecida fama de oportunista porque antes de abrir la emisión se advirtió explícitamente a los oyentes de que era una dramatización de la conocida obra del británico. No hubo engaño alguno: pero miles de escuchas no oyeron el exordio y cuando ardió el pánico se cortó la emisión para repetir la advertencia de que estaban emitiendo un radioteatro y no un informativo.
Al afilador de columnas le ha quedado claro cómo quiere rescatar las diferencias entre lo que hizo Welles y lo perpetrado por Évole. El norteamericano advirtió de forma clara que se trataba de una obra de ficción antes de empezar la emisión y en medio de esta. No al final. Y eso no es lo mismo que las insinuaciones con las que se justifica Évole. Concluye el articulista de La Razón:
Falsificar a Welles es patético. Eludir su honestidad intelectual resulta infame.
Pedro G. Cuartango.
Seguimos en terreno mediático, pero salimos de los dominios de Lara. Entramos en el periódico ahora dirigido por Casimiro García-Abadillo. Pedro G. Cuartango nos ofrece en El Mundo una columna titulada Mentiras y verdades.
La prueba de lo fácil que es convertir una mentira en verdad la tuvimos la semana pasada en el programa de Jordi Evole sobre el 23-F, que ha sido tan criticado como ensalzado. El debate que ha suscitado me parece artificial porque la televisión es esencialmente espectáculo. Como decía McLuhan, el medio es el mensaje.
Sí, estimado lector, usted le dirá al afilador de columnas que también Cuartango escribe sobre Évole y laSexta. Pero si no se me marcha usted, verá que se trata tan sólo una percha:
En la televisión y en las redes sociales, nada es verdad ni mentira o puede ser ambas cosas al mismo tiempo. Un ejemplo son los telediarios de TVE y las cadenas privadas en los que la selección y presentación de las noticias suponen un ejercicio permanente de manipulación. ¿Acaso es más veraz la información que dan esas cadenas sobre los partidos y las instituciones que la telebasura en la que se comercia con la intimidad para ganar audiencia?
Similar crítica se puede realizar sobre una buena parte de la prensa escrita que no se cansa de glosar las hazañas del Gobierno y presentar a Rajoy como un superhombre. Y todo ello remunerado por el poder que recompensa generosamente a quienes se prestan al juego.
¿Estamos ante una defensa no reconocida de Pedrojota Ramírez y su discurso de que ha sido una víctima del poder político? No lo sabes, pero no lo podemos descartar.
Pasamos, para concluir, a ABC, diario en el que nos salimos de materias mediáticas para entrar en asuntos políticos. En concreto, nos quedamos con dos columnas sobre dos comunidades autónomas y dos partidos diferentes. Una versa sobre Andalucía y el PP y otra sobre Navarra y el PSOE.
Ignacio Camacho, buen conocedor de la política al sur de Despeñaperros publica Seis años, dedicada a la estrategia del registrador de la propiedad que creíamos metido a gobernante en lo referido al Partido Popular en Andaluciía.
Por más que fastidie a quienes desde Madrid creen conocer la realidad sociológica y política de una Andalucía en la que llevan treinta años fracasando, la prioridad de la presidenta de la Junta es ahora la de desembarazarse de Izquierda Unida. A Susana le falta preparación para gobernar pero le sobra intuición para ejercer el poder, que no es lo mismo, y su principal objetivo es el de evitar compartirlo. Si no se distrae mucho con las batallas nacionales del PSOE está en condiciones de consolidar su propio virrenato. Moreno -o Bonilla- tendrá que luchar contra la tentación acomodaticia que ha caracterizado a la derecha andaluza, a la que debe inyectar ambición y fe en sus posibilidades… a medio plazo. Pero él sabe que su carrera es de fondo y que la famosa paciencia marianista necesita ahora probarse a sí misma en este escenario. Total, costumbre no les ha de faltar cuando sólo llevan tres décadas palmando.
Vamos, que los andaluces siguen teniendo PSOE para rato y Rajoy no ha hecha nada para evitarlo.
Félix Madero.
Félix Madero, por su parte se centra en la ahora denominada ‘Comunidad Foral’ y el Partido Socialista. Titula A partir de Navarra:
De la talla del ¿líder? navarro Roberto Jiménez hay por desgracia en el PSOE unos cuantos. Pero la ocasión la pintan calva para decir en Navarra y en toda España que el proyecto pasa por los votos socialistas y no por los apoyos prestados de gente interesada cuando no indeseable por lo que representan y apoyan. Rubalcaba sabe que la inteligencia es el cuestionamiento del método, sobre todo cuando lo que se cuestiona no levanta cabeza. Si tiene un proyecto nacional y una idea que transmitir que le saque de la ambigüedad, en Navarra tiene una oportunidad. Decía Carlos Solchaga que para hacer una tortilla hay que cascar huevos. ¿Será preciso explicar semejante verdad? No es fácil darle la vuelta a un partido a la baja, pero este es el momento, acaso el último. No habrá más para decirnos que manda. Y, lo que es más importante, que lo que manda se cumple.
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