El nuevo director del periódico de UNEDISA deja al antiguo a los pies de los caballos

La ‘plasta’ de Pedrojota y el ‘mea culpa’ de Casimiro a los sufridos lectores de ‘El Mundo’

Con motivo del décimo aniversario del 11-M los periódicos dedican grandes especiales a recordar la efeméride

La 'plasta' de Pedrojota y el 'mea culpa' de Casimiro a los sufridos lectores de 'El Mundo'
Casimiro García Abadillo y Pedrojota Ramírez. PD

Del diario que ahora dirige Casimiro García Abadillo destaca una información firmada por el catedrático Reinares que lamina todo lo que ha publicado 'El Mundo' durante 10 años sobre el 11-M

El Mundo, La Razón y El País, La Vanguardia y El Periódico, dedican este domingo 9 de marzo de 2014 grandes especiales sobre el décimo aniversario de la matanza del 11-M que se conmemorará el próximo martes.

El Mundo y La Razón son los periódicos que más espacio dedican a esta información especial, dice Libertad Digital en su resumen de prensa.

Y del diario que ahora dirige Casimiro García Abadillo destaca una información firmada por el catedrático de Ciencia Política y Estudios de Seguridad de la Universidad Rey Juan Carlos, e investigador de Terrorismo Internacional del Real Instituto Elcano, Fernando Reinares (El 11-M se ideó en el 2001 en Pakistán y la Guerra de Irak fue un pretexto posterior).

Parece aposta, sobre todo cuando uno lee la columna que se larga casi al lado Casimiro, pidiendo perdón a los lectores por los pecados y la soberbia del pasado (Las víctimas del 11-M merecen que seamos menos arrogantes reconocer que todos cometimos errores).

Lo que cuenta el catedrático Reinares lamina todo lo que ha publicado ‘El Mundo’ durante 10 años sobre el 11-M

Este especialista firma un artículo, similar, en el diario El País. En ambos mantiene la misma tesis, que el 11-M comenzó a Urdirse a finales de 2001 en Pakistán, dos años antes de la Guerra de Irak.

Según cuenta, es la historia de una venganza, de la venganza de Amer Azizi, miembro de la desarticulada célula de Abu Dhadah, que quiso vengarse, según Reinares, porque en 2001, la Policía española detuvo a la filial de Al Qaeda en España en la Operación Dátil.

Así pues, ni teoría de la conspiración, ni ETA, ni venganza por la Guerra de Irak, ni servicios secretos, ni cloacas del Estado.

Y para desdicha de ‘El Mundo’, unas páginas más allá, adosado a los obituarios está la carta de Pedrojota Ramírez y unas más acá la pieza de Casimiro García Abadillo.

En su extenso artículo-editorial titulado «Diez años después, un balance desapasionado del 11-M», Casimiro, nuevo director de El Mundo, asegura no estar interesado en «pedir disculpas» o «poner medallas», sino «reflexionar» porque «los demócratas no aprendimos la lección de la lucha contra ETA».

En su opinión, si en aquellos días hubiera habido una «fotografía de Aznar y Zapatero, una investigación de la Policía sin contaminación política» se podrían haber evitado «muchos malentendidos».

«Las víctimas merecen que seamos menos arrogantes y debemos reconocer que todos cometimos errores».

Es un mea culpa en toda regla, entonado por el director del periódico que, hasta hace dos semanas, dirigía Pedrojota Ramírez. Y a este le tiene que haber sentado la cosa a cuerno quemado.

Escribe Casimiro García Abadillo: «los que dudamos de la versión oficial que conducía a pensar que Al Qaeda se vengaba de España por su intervención en Irak, también cometimos errores. Dimos crédito a algunas informaciones faltas de rigor, que sólo tenían como fin confundirnos y llevarnos a un callejón sin salida».

«La labor de los servicios secretos (que se sirvieron de algún abogado y de ciertos miembros de las fuerzas de seguridad) fue crucial para hacer que los que buscábamos honestamente la verdad, pareciéramos una pandilla de iluminados».

Entre los errores que atribuye a la política, por un lado dice que «Aznar se negó a convocar el pacto antiterrorista que le había pedido Zapatero» y por otro que el PSOE puso a sus contactos en los servicios secretos y en la policía a disposición de Ferraz, lo que permitió manejar la investigación desde el principio confundiendo a un torpe Gobierno que daba palos de ciego.

En el editorial y en el especial de 48 páginas que dedica esta cabecera al décimo aniversario de la masacre, El Mundo advierte a los lectores:

«No esperen grandes hallazgos, ni reproches, ni exigencias de culpas nunca asumidas. Éste es un relato en blanco y negro».

Con ese panorama, cualquier aficionado esperaría un estallido de Pedrojota Ramírez o por lo menos algo vibrante o por lo menos brillante. Nada de nada.

El exdirector de ‘El Mundo’ no sirve un pringoso pestiño en forma de carta dominical, donde afirma que la «masacre de Madrid seguirá dominando el inicio del siglo XXI como el desastre del 98 dominó el final del XIX».

 «2014 sigue atrapado, estancado, desventrado en 2004. Aquel atentado sería el padre de «la putrefacción del sistema».

Pedrojota, que hace como que no se estera de lo que escribe ese día Casimiro o del editorial,  arremete contra el juez Bermúdez y contra la «campanuda vagancia editorial» que pastorea a esa mayoría de españoles que prefiere no saber lo que no sabe» (Una década después del 11-M es la derecha la que hace que se te caigan los palos del sombrajo).

Para mayor escarnio de quien fuera su amo y señor, El Mundo acompaña todo esto con una edición especial del suplemento Crónica, en el que dedica 48 páginas al 11-M.

En el periódico de Casimiro va además una entrevista a Zapatero,  que pone a Aznar de atontado en las jornadas luctuosas que siguieron a los atentados.

Victoria Prego afirma que «aquél fue el mayor terremoto sufrido por los españoles desde la tragedia interminable de la Guerra Civil».

El exministro Eduardo Zaplana escribe: «Del mismo modo que el asesinato de Miguel Ángel Blanco unos años antes había servido para sacar lo mejor de nuestro país y es un referente compartido de todos los españoles de bien, los atentados del 11-M, quizá por el momento tan sensible que vivía el país (…), dividieron a la sociedad en unos extremos inéditos en nuestra vida democrática ante una matanza terrorista».

Manuel Jabois, que cuenta con 2 páginas en el suplemento, defiende el ‘relato oficial’ y, siguiendo la línea que expuso en su artículo contra el libro de Jaime Ignacio del Burgo, describe cómo los terroristas adquirieron los explosivos en Mina Conchita.

Fernando Lázaro, aporta dos artículos, contando la historia del policía Parrilla, que fue procesado por mantener una conversación con el propio periodista. También cuenta el caso de Torronteras y la profanación de su cadáver por la familia de El Chino.

Luis del Pino recuerda en «Un país en la mochila» que «ni durante el sumario ni en el juicio pudo aportarse ninguna prueba de que estuviera en los trenes».

Finalmente, destacar la serie «Diez cosas que hablan», escrita por Pedro Simón y Rafael J. Álvarez, en la que, a través de unos estremecedores relatos, recogen los testimonios de algunas de las víctimas de la masacre.

LO DEMÁS Y LOS DEMÁS

 La Razón dedica también un especial titulado «Diez años del 11-M: 191 muertos, una lección de vida».

Recuerda que, desde el atentado, han sido detenidos en España 472 islamistas y que, cinco de los 19 condenados, están en libertad -amén de otro, que está a punto de abandonar la prisión-.

Dos días después de que El Mundo entrevistara al juez Gómez Bermúdez, el diario de Planeta lo emula y titula su entrevista con la siguiente declaración: «El detonante del 11-M no creo que fuese la guerra de Irak».

El magistrado afirma que su «convicción de que ETA no tuvo nada que ver es absoluta» y que «llamadas de políticos no recibí ninguna; indirectamente, mensajes todos. Pero para tratar de influir, ninguna».

Además, La Razón aporta los testimonios de algunos supervivientes, como Ignacio González o Mario Collado, así como una entrevista con Ángeles Pedraza.

La presidenta de la AVT dice que «daría mi vida por no tener la condición de víctima» y recuerda a su hija Miriam, «una mujer con mucha iniciativa, resolutiva y con planes de futuro».

Además, recoge textos de José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Alberto Ruiz-Gallardón.

La Vanguardia dedica cuatro páginas interiores al especial aniversario con una crónica de lo sucedido firmada por Ignacio Orovio y unos amplios reportajes infográficos sobre cómo fue el atentado y algunas de las pruebas fundamentales como la mochila de Vallecas o la furgoneta Kangoo.

Finalmente, en la portada de El Periódico de Catalunya vemos a Pilar Manjón junto al titular: «Siento tristeza todo el tiempo».

 

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