OPINIÓN / Afilando columnas

Losantos: «La SER no sólo no ha pedido perdón por los falsos suicidas sino que se premió con los Ondas por sus aciertos»

Confesiones de un político del PP a Ignacio Camacho: "Si perdemos en mayo siempre podemos agarrarnos a un consuelo: la victoria del PSOE reforzaría a Rubalcaba"

Cuando falta un día para que se cumpla una década exacta desde los terribles atentados del 11-M, aquellos ataques terroristas ocupan gran parte de las páginas de los periódicos de papel. Los espacios de opinión no son la excepción, y una buena cantidad de los artículos de la jornada tratan de ese asunto. No faltan, por supuesto, columnas dedicadas a ajustar cuentas entre unos y otros por las distintas posturas mantenidas durante aquella jornada, y las posteriores, o por la línea seguida durante estos diez años. Por otra parte, en el periódico ahora dirigido por Casimiro García-Abadillo parecen haber sucumbido a una especie de pasión por Zapatero. 24 horas después de haber publicado una entrevista al ex presidente del Gobierno metido a supervisor de nubes, le ceden un a página a completa para que saque pecho de los resultados de su ley sobre la violencia de género.

Tras hacer sonar, como cada día, nuestra armónica de afilador, dejamos constancia de todo ello.

Arrancamos en el periódico del conde de Godó y Grande de España que recula en su apuesta por el independentismo catalán. El director de La Vanguardia, Màrius Carol, titula su artículo sobre el aniversario de los atentado con un La tristeza de una cama vacía. Nos quedamos con las últimas líneas:

El ministro del Interior, Ángel Acebes, fue repitiendo lo de la dos líneas de investigación -ETA y el terrorismo yihadista- por mezquino cálculo político. Aquello le costó al PP perder las elecciones tres días después. Y entonces, algunos medios de comunicación de Madrid abonaron una teoría conspirativa sobre su autoría.

Nadie es hoy capaz de sustentar semejante disparate, ni siquiera quienes más se aferraron a él. Diez años después hemos de honrar a las víctimas, exigir a la policía la máxima eficacia y pedir a la prensa todo el rigor. Entre las víctimas del 11-M también figura una manera disparatada de ejercer el oficio.

Observamos aquí algo que veremos en algún otro artículo. La critica a El Mundo, Libertad Digital y la COPE (antes de la salida de Losantos) sin citarles. Claro que aquí nos da la impresión de que se refieren en específico al diario de Unidad Editorial. Pero hay algo que le ha llamado especialmente la atención al afilador de columnas, eso dl las víctimas que tienen «una manera disparatada de ejercer el oficio».

Al margen de que ser víctima del terrorismo no es un oficio, parece que a Carol no le gusta como se comportan algunas personas que han sufrido en carnes propias la acción de los terroristas. No sobraría cual es, según él, la forma correcta de comportare por parte de esas víctimas. ¿Estar siempre calladas, tal vez?

Tomamos el puente aéreo y nada más aterrizar en Madrid miramos El País. Antonio Elorza, en 11-M, pasado y presente, ajusta cuentas contra propios y extraños.

Siete días después del 11-M publiqué el artículo titulado ¡Yihad en Madrid! Fue mal recibido. Casi de inmediato recayeron sobre él duras críticas, unas lógicamente de islamistas, pero también de colegas y hasta entonces amigos, con el habitual recurso descalificatorio de haber utilizado una mala traducción y, sobre todo, por la inaceptable asociación de islam y violencia.

Marca ‘culpables’:

«No debemos dejarnos arrastrar a un debate teológico de lo que dice y no dice el Corán», advirtió enseguida Juan Goytisolo, y los efectos sedantes de la admonición se extendieron en mancha de aceite. Bin Laden encontró refugio en el coro de condenas centradas en la responsabilidad de Aznar. Los atentados habrían sido un ejercicio de justa venganza. No fue así, aun cuando su actuación como comparsa de Bush permitió a los terroristas legitimar su barbarie, por si no bastara con el mito de Al Andalus.

Critica tanto a El País como a El Mundo, aunque tampoco lo cita por el nombre:

Volviendo la mirada hacia el interior, el mazazo terrorista no ha tenido los efectos siniestros que algunos descontaban. No ardieron las mezquitas, como temía un amigo de este diario. El sistema judicial afrontó con serenidad el juicio del 11-M, las fuerzas de seguridad impidieron su repetición a escala ampliada. Fracasaron los intentos obsesivos de intoxicar a la opinión desde un conocido periódico.

Pasamos ahora a el periódico de la ‘disciPPlina’, donde Martin Prieto exculpa a Acebes y Aznar de la acusación de haber mentido cuando insistían en la posible autoría de ETA. En El crimen nos deja melancólicos sostiene:

El PP no mintió a una sociedad convencida, y el ministro del Interior, Ángel Acebes, comunicaba cada hora la información que le llegaba en caliente de los servicios, las policías y las unidades antiterroristas. Si pecó fue por facundia.

El columnista de La Razón añade:

Masivamente fue la SER quien engañosamente dio pábulo irresponsable a la aparición de cadáveres con capas de calzoncillos purificadores (los muertos que nunca existieron) abriendo la puerta a la conspiración islamista que era lo último que esperábamos. Cuando la Policía confirmó a Rubalcaba los indicios yihadistas le dijo a ZP: «Ya hemos ganado las elecciones». E ilegalizando la tregua electoral acusó de mentiroso al Gobierno. El único que no mintió en aquellas aciagas jornadas fue el PP, pero una fuerza de marea emotiva y sentimental revolcó las elecciones que iba a ganar Mariano Rajoy, aunque sólo fuera por mayoría minoritaria.

Al menos, Martín Prieto cita el nombre del medio de comunicación que quiere criticar.

Salimos momentáneamente de tema del 11-M para ver un texto sobre otro asunto. Alfonso Merlos titula Al otro lado su artículo sobre la valla de Melilla (y suponemos que la de Ceuta también):

Sí. Al otro lado de la valla están el islamismo, el terrorismo, la delincuencia y el crimen organizado, el tráfico de personas y de drogas. Y todo lo que es incontenible: la miseria, la pobreza, la desesperación. Y eso quiere decir que las intentonas de asalto, las avalanchas, se multiplicarán incesantemente hasta que no vuelva un mensaje de firmeza. De apoyo sin reservas ni tregua ni complejos a la Guardia Civil. Y a todos los militares que hacen un trabajo difícil y callado en el corazón del continente negro.

Es cierto que, como dice la sonrisa más blanca de los informativos de 13-TV que al otro lado de la valla, o las vallas, en cuestión hay islamismo, terrorismo, delincuencia y crimen organizado,. Pero también los hay a este lado. Los atentados del 7-J en Londres lo cometieron personas que, aunque de origen paquistaní, eran británicos, el yihadismo se predica en muchas ciudadades de europa. Y qué decir del terrorismo (ETA, IRA, GRAPO y muchos otros) y el crimen organizado. Existen muchas mafias ‘made in Europe’. Concluye:

Hagamos lo que debemos. Dar un tratamiento humanitario a quienes son víctimas. Y respaldar a los agentes del orden y los militares que preservan nuestra seguridad y nuestra libertad. Tacañear en un asunto capital y nacional sólo traerá disgustos. Más pronto que tarde. Seamos sensatos y rocosos.

¿Y qué tal si se propone algo que permita que los países de donde vienen los inmigrantes se desarrollen? No nos referimos a malgastar millones en una ayuda al desarrollo que en muchas ocasiones, y en el mejor de los casos, es un mero parche y en muchas otras tan sólo sirve para enriquecer a los corruptos gobernantes de los países receptores. No sobrarían políticas destinadas a abrir nuestros mercados a los productos de esas naciones, permitir que se desarrollen y crezcan comerciando con nosotros.Losantos: «La SER no sólo no ha pedido perdón por los falso suicidas sino que se premió con los Ondas por sus aciertos»

Volvemos al 11-M de la mano de Federico Jiménez Losantos en El Mundo. titula Perdón por los aciertos:

Tiene mucha razón Casimiro en que diez años después del 11-M y por respeto a las víctimas todos debemos reconocer nuestros errores. Lo malo, lo que no se perdona en la basurienta España actual, es tener que reconocer los aciertos.

Losantos no cede un ápice en la postura que ha mantenido durante esta década:

Falsos fueron los terroristas suicidas con varias capas de calzoncillos inventados por el PSOE y la Ser, que no sólo no ha explicado y pedido perdón por sus errores sino que se premió con el Ondas por sus aciertos.

Concluye:

Pero la ventaja del acierto es que cambia cada temporada. Ahora dice Reinares en El País que la orden del 11-M la dio Al Qaeda en Karachi. En otro aniversario del 11-M dijo que fue un moro en Bruselas. Y de la destrucción de pruebas nunca dice nada. Pero habrá más 11-M y más versiones oficiales y serán todas verdaderas. Perdón por tanto error.

Dejamos este asunto definitivamente de lado para ver un par de cuestiones más. El periódico ahora dirigido por Casimiro García-Abadillo parece vivir un romance con José Luis Rodríguez Zapatero. Si el domingo 9 de marzo el ex presidente del Gobierno era uno de los entrevistados estrella de su suplemento especial sobre el 11-M, el lunes 10 le entrega una página completa para que publique un aburrido ladrillo para sacar pecho sobre los resultados de la Ley contra la violencia de género.

Se titula Democracia y violencia de género. Este humilde lector de columnas advierte que si alguien quiere perder parte de su tiempo dedicándolo a prestar atención al citado artículo, que lo haga bajo su responsabilidad. Tan sólo hay una cosa llamativa, y lo vamos a explicar aquí.

Del Informe, que responde a una petición del Parlamento Europeo y de la Presidencia española del primer semestre de 2010, el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, con sede en el Consejo General del Poder Judicial, destaca «cómo en España, a partir de la Ley Integral contra la Violencia de Género y la Ley de Igualdad, se han ido implementando herramientas que han producido importantes cambios que van transformando la sociedad a través de la visibilización y sensibilización sobre este fenómeno».

Traducido: ‘Europa dice que mi Ley es muy buena’.

Claro que después reconoce un dato que demuestra que no tiene motivo para presumir:

El número de víctimas anuales se ha mantenido constante, en torno a 60, lo que subraya la ardua tarea que aún tenemos por delante.

Que nos lo expliquen. Alguien presume de una ley que no ha conseguido en absoluto su objetivo. Si no hay menos mujeres muertas a manos de su pareja, lo mejor que podría hacer Zapatero es estar callado, o incluso reconocer que no se hicieron las cosas bien.

Terminamos este ‘Afilando columnas’ en ABC, donde Ignacio Camacho publica Política cubista. El artículo cuenta una conversación cuenta un encuentro con un político del PP, en una exposición de cuadros de Picasso en el madrileño paseo de Recoletos.

«De todos modos una derrota es una hipótesis previsible, sí. Mal asunto porque aunque no comprometa las generales provocaría el pánico entre alcaldes y presidentes autonómicos y tal vez una catarsis en el partido. ¿En el Gobierno? No sé, habría miradas a Gallardón y gente que le culparía por haber sacado la ley del aborto. Él dice que se lo ha pedido Rajoy. No que se lo ha autorizado: que se lo ha pedido. Pero sabe que puede ser el chivo expiatorio de un revés en las urnas porque los socialistas van a jugar fuerte la baza abortista».

Rajoy, con sus suaves maneras, al final demuestra que no duda en utilizar o incluso destruir a los suyos para mantenerse en La Moncloa o, al menos, al frente del PP. Concluye:

Estamos delante de la suite Vollard. «La política es como la pintura: Tienes que pensarla desde la abstracción y ejecutarla desde las emociones. La derrota es el Minotauro, que te saca lo peor que llevas dentro. Pero… ¿sabes? Si perdemos en mayo siempre podemos agarrarnos a un consuelo: la victoria del PSOE reforzaría a Rubalcaba. Y necesitamos que llegue a 2015 como sea…».

Curioso, el PP sufriría la más dulce las derrotas.

 

 

Siga en Twitter al autor de esta revista de prensa. El usuario es @chinchetru.

Te puede interesar

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Antonio Chinchetru

Licenciado en Periodismo y tiene la acreditación de suficiencia investigadora (actual DEA) en Sociología y Opinión Pública

Lo más leído