El País, ‘Al Rojo Vivo’, ‘El Intermedio’… muchos han sido los espacios que durante las últimas jornadas han realizado entrevistas al ex comisario de Vallecas Rodolfo Ruiz en una serie de piezas que tenía como evidente intención responsabilizar al ex director de El Mundo, Pedrojota Ramírez y al ex director de La Mañana de COPE, Federico Jiménez Losantos del suicidio de la esposa del citado comisario, dando a entender que fue la campaña de estos medios contra el policía, la que causó la depresión de la esposa de Ruiz.
El argumento comenzó a ser esgrimido por José Díaz Herrera en su libro ‘Pedrojota al desnudo’, en el que también intenta responsabilizar personalmente a Ramírez de la muerte de su ex editor Juan Tomás de Salas, a pesar de que esta se produjera 11 años después de su ruptura con Ramírez.
Es controvertido responsabilizar a un medio de comunicación de un suicidio (algo que tampoco es nuevo, ya se intentó cuando se suicidó el senador socialista Carlos Piquer y, también contra Pedrojota, a pesar de que aquel caso no lo destapó su periódico), pues cada vez que un medio activa la máquina de linchamiento contra una figura, sea un policía, un militar, un concejal se pueda llamar Ada Colau o Aquilino Polaino por poner dos ejemplos de linchamientos de diferente trincheras, no se la puede acusar de que puede causar el suicidio de un familiar de estos, salvo que la información que publiquen sea inventada.
Pero, en lo que ni La Sexta ni El País parecían querer insistir demasiado es en el origen del linchamiento mediático a Rodolfo Ruiz: la polémica detención de dos militantes del PP Isidoro Barrio y Toñi de la Cruz por abuchear a José Bono en enero de 2005.
Fue a raíz de aquello cuando comenzó la campaña mediática, se sacó que había sido el de la mochila de Vallecas, etc. En el caso de ‘La Mañana’ de la COPE se llegó al insulto, sin duda, pero no sólo a él, a él, al Delegado del Gobierno Constantino Méndez (que había anunciado que habría detenciones y acabó teniendo que dimitir), al propio Bono, a José Antonio Alonso y por encima de todos a José Luis Rodríguez Zapatero.
Aquel caso desató una conficto interno entre los policías de la brigada, porque hubo un juicio y un cruce de acusaciones del ‘quién ordenó’, ‘él dijo’, ‘yo no dije’. Un policía (Heliodoro C.) que declaró que Ruiz le ordenó detener a los militantes del PP y se negó y entonces vinieron otros, un caso que acabó en una condena en primera instancia y una absolución en el Supremo.
Ni Pedrojota, ni Jiménez Losantos se inventaron aquella causa judicial – aunque la aprovecharan para vender sus rentables teorías alternativistas y amargarle la vida a aquel hombre – pero la causa fue real y pretender ocultarla o disimularla como han hecho El País, ‘El Intermedio’ o ‘Al Rojo Vivo’ no parece lo más coherente si se está denunciando una manipulación.