Ferré se ha comprometido a parar a la Agencia Tributaria un mínimo de 11 millones de euros
Los españoles están convencidos de que los corruptos ricos quedan impunes y que pueden disfrutar de su fortuna sin preocupaciones. Demos una buena noticia: Fernando Ferré, un empresario hotelero de 69 años, aceptó ayer en Ibiza la petición de condena hecha por el fiscal Pedro Horrach de siete años de cárcel, multa de 11 millones de euros, más una responsabilida civil subsidario de otros 11 millones.
Ferré había construido un imperio en la isla, el Grupo Playa Sol, formado por 40 hoteles y 11.000 camas, más un entremado de 301 sociedades, con los que cometió uno de los mayores fraudes fiscales conocidos en España.
Durante muchos años, Ferré no pagó ni un solo impuesto y tuvo 1.000 empleados, la mayoría de los cuales con sueldos de miseria; tampoco pagó la Seguridad Social de muchos de sus empleados, que trabajaron en ‘negro’.
El caso se inició en mayo de 2010 en la llamada Operación Trueno, ordenada por la Fiscalía Anticorrupción.
EL PAÍS
El hotelero Ferré tenía en su red una plantilla de más de 1.000 trabajadores, algunos con sueldos de 300 euros al mes, jornadas de hasta 16 horas y retribuciones de 3,5 euros la hora. No daba días libres, libranzas ni vacaciones. Una temporada tuvo 477 empleados que contrató en Praga, en precario y sin Seguridad Social. Algunos trabajadores vivían en condiciones que atentaban a su dignidad, hacinados en sótanos.
Ferré se financiaba con los tributos que no ingresaba. No pagaba el IVA ni las cuota por impuestos de sociedades, ni los tributos por compras de inmuebles, no ingresaba en las arcas públicas las cotizaciones sociales. El empresario llegó al juicio renqueante y con una muleta. Su abogado, Gabriel Garcías, solicitó que el reo no ingrese en prisión dada su edad y su estado de salud.
ABC
El caso se inició en mayo de 2010, con la detención de Ferré y de Oller en la llamada «Operación Trueno», ordenada por Anticorrupción por presunto fraude fiscal.
La investigación permitió descubrir la existencia de un entramado de unas 300 sociedades para intentar falsear las cuentas y no pagar la preceptiva tributación. Además, también se descubrieron irregularidades en la contratación de trabajadores, muchos de ellos procedentes de Europa del Este, así como en sus condiciones laborales, con retribuciones que en algunos casos eran de 3,5 euros la hora.
El abogado de Ferré pidió ayer que su cliente no tenga que entrar en prisión, debido a su avanzada edad -el año que viene cumplirá 70 años- y a su mal estado de salud.
EL MUNDO
«Soy la persona que ha dado más trabajo en la historia de Ibiza.» Así se definió ante el juez, ayer, el empresario hotelero Fernando Ferré, a la vez que aseguraba no comprender muy bien por qué se encontraba «metido en esta situación».
Antes de pactar la letra pequeña del acuerdo, Ferré se lanzó a pronunciar un alegato, en defensa de su gestión, asegurando afirmaciones como que «ningún trabajador se ha quejado» de sus condiciones laborales.