Raúl del Pozo se empeña en que Manuel Valls es hijo de un exiliado, lo que ha negado su hermana
Que sí, que Mariano Rajoy tiene política de comunicación, y no ceñida al Marca. Ha conseguido lo que no pudieron conseguir Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo y José María Aznar: domesticar a El País.
El periódico que dirige Javier Moreno o Antonio Caño, pero que hace Juan Luis Cebrián, está más suave que un guante con Rajoy. Hoy tenemos varias páginas que demuestran que se ha convetido en, como le bautizó Luis María Anson en el mayor rasgo de ingenio de su carrera, el «diario gubernamental», ¡pero del PP en vez del PSOE!
La información que da sobre el dato de paro registrado compite en optimismo con la que dan ABC y La Razón. Veamos los titulares de las portadas, porque yo no noto las diferencias.
El País:
Los signos de mejora del mercado laboral se consolidan
ABC:
El mejor marzo para el empleo desde 2006
El Mundo:
España suma 6 meses de caída del paro y crea 84.000 empleos
La Razón:
La creación de empleo se dispara en marzo con 83.984 afiliados más
El primer editorial de El País, titulado ‘Mejora la tendencia’, comienza así:
Caben pocas dudas de que la economía española ha entrado en una senda de crecimiento,
Sólo le falta llamar «patriotas de hojalata» a los que duden de la recuperación y de las bondades de la reforma laboral.
Por otro lado, hay respuesta pepera a la tribuna lacrimógena que publicó ayer Elena Valenciano en que reprochaba al Gobierno del PP que no diese más dinero a los pobres africanos, perdón a sus dictadores. Otra tribuna, firmada por Mariano Rajoy. ¿Será él el candidato del PP en las elecciones europeas que se enfrentará a Valenciano? Cábalas aparte, Rajoy o Jorge Moragas, que será quien haya escrito el artículo, le da un repaso a Valenciano de la misma magnitud que se lo dio hace unos días el Barça al Osasuna (7-0). Frente a las «lágrimas socialdemócratas» (Santiago González), datos, datos y más datos.
Nuestra relación con África ya no se limita a la cooperación para el desarrollo. De hecho, África recibe actualmente más fondos remitidos por sus emigrantes en el extranjero que cooperación. También las inversiones extranjeras en África superan a la ayuda y no solo recibe inversiones sino que también invierte en otros países. Hoy en día Angola invierte más en Portugal de lo que lo hace el país europeo en su antigua colonia.
Nuestras Fuerzas Armadas contribuyen a la paz en Malí y Somalia y pronto lo harán también en la República Centroafricana. Es una contribución consensuada con la oposición, enmarcada en fuerzas de la UE, amparada en resoluciones de Naciones Unidas y solicitada por la Unión Africana.
La clase media está creciendo en África más rápido que en ninguna otra región del planeta. El 34% de la población de África, más de 300 millones de personas, son ya clase media según el Banco Africano de Desarrollo.
A Reverte le leerá Montoro con alegría
Incluso Jorge Martínez Reverte parece unirse a las directrices propagandísticas del Gobierno, que culpan de la baja recaudación fiscal, no a la subida de los impuestos (que fomenta la economía sumergida) ni a la depresión del consumo, sino a la falta de probidad de los ciudadanos, en concreto ¡de los funcionarios!
en una terraza muy cerca del Ayuntamiento, cuatro ciudadanos se sientan a darse un respiro. Al camarero le demandan un refresco con cero calorías, un café manchado, un aguamineral sin gas y un gin-tonic. Cuando han acabado las consumiciones, piden la cuenta. Y vienen todos los cargos detallados, las bebidas y sus precios. Hay un error: en lugar del gin-tonic aparece una tarta de manzana. Y alguien le dice al camarero que se ha equivocado.
Una de las mujeres, la que ha tomado el refresco, resuelve el enigma: -Un truco para quienes trabajan en la Administración y quieren pasar la nota. Porque así no te quitan lo de las bebidas alcohólicas.
Es una espléndida salida para el pequeño golferío.
Cuando Cristóbal Montoro la lea hoy, dirá «¡Ahí, ahí, dales fuerte a esos c…!».
En este panorama, la columna de Patxo Unzueta oponiéndose a la cesión a la Generalitat de la competencia para celebrar referendos no desentona. El vasco asegura que para llegar a un acuerdo entre el Gobierno de la nación y el Gobierno de una región de esa nación
la primera condición será evitar, el próximo día 8, la transferencia a laGeneralitat de la competencia para convocar un referéndum consultivo sobre la independencia catalana. Pues ya ha dicho el portavoz Homs que aunque formalmente sea consultivo, si gana la independencia «esto tiene una legitimidad democrática que sitúa las cosas en un punto de no retorno».
Antonio Caño, tiembla por tu puesto, que te lo puede quitar Francisco Marhuenda.
Al lado de las páginas de El País, Fernando Ónega (de jefe de prensa de la Guardia de Franco a redactor de discursos para Suárez) parece un desafecto con su columna en La Vanguardia.
Es tal la euforia desparramada desde las instancias oficiales, que ningún mortal como este escribidor se atreve a poner la menor objeción: lo echarían del país. A la inversa, resulta enternecedor escuchar a un socialista quejarse de la escasez de la creación de empleo. Resulta melancólico oír a los sindicatos quejarse de la precariedad. Poco a poco la propaganda fomenta la sensación de las izquierdas lo quieren todo.
Tópicos: los árabes trajeron el regadío y Valls es hijo de un exiliado
Constato que Raúl del Pozo vuelve a meter la pata. Hace poco proseguía el tópico de que los árabes, que vivían en desiertos, habían traído a España el regadío, que ya existía desde los romanos. Hoy Raúl asegura que Manuel Valls es hijo de exiliado.
Un catalán y una gaditana mandan en Francia: Manuel Valls, barcelonés, hombre fuerte del socialismo, ha sido nombrado primer ministro; y Anne Hidalgo, de la isla de San Fernando, como Camarón, ha conquistado la Alcaldía de París. Los dos descienden de exiliados.
La Vanguardia ha publicado una entrevista a la hermana de Manuel Valls, Giovanna, que niega el fácil tópico de español acomplejado.
«Mi padre no era un exiliado, ni siquiera republicano (sic). Se fue a Francia en 1949 porque si querías ser pintor en la España de Franco no podías llegar muy lejos a menos que tuvieras buenos apellidos», dice Giovanna Valls
En el lado contrario de la columna de Raúl del Pozo (la medalla falsa del exilio antifranquista pasado por un «Yo soy español, español»), está la de Ignacio Ruiz Quintano (ABC), que compara a España con Suecia, el paraíso socialdemócrata, donde a los gitanos se les esterilizaba para que no llenasen el país de cabecitas morenas.
La civilización de los botones niquelados, la llamó un viajero español, y Foxá, que ve en ella una Castilla del luteranismo, puesto de aquavit, le dice una noche a un sueco: -Si no poseemos un alma inmortal, Estocolmo tiene razón y Ávila es absurda. Pero si nuestro destino está más allá de la tierra, tendríamos que invertir nuestro juicio.
¿Invertir nuestro juicio? ¡Ahí os quiero ver, socialdemócratas del pan «pringao»! Porque, según las últimas estadísticas, el país de los alces y sol de medianoche supera, y por mucho, al país de los toros y sol de mediodía en eso que los horteras llaman «violencia de género»: matan a palos a las mismas beldades que Foxá mataba a versos.
Más la revelación del Gobierno (de derechas): Suecia se pasó el siglo veinte persiguiendo (¡esterilizando!) a los gitanos, cosa que ha escandalizado menos que la expulsión en Francia de la niña «rom» (estudiante de un colegio «André Malraux», oh, justicia poética) por orden de un Manolo socialista en Interior que, sólo por esa acción, ha llegado a primer ministro.
En defensa de la obra de Gonzalo Anes
Alfonso Ussía dedica su tribuna de La Razón a uno de sus blancos preferidos: Rosa Díez, la caudilla de UPYD. El título es ‘Rascas, y sale el PSOE’. La diputada está recibiendo todo tipo de críticas por sus palabras contra el cardenal Rouco y la interpretación del himno en la misa por Suárez.
Rosa Díez era consejera de Turismo, si no yerro. Y un genio, que se llamaba Antonio Mingote tuvo que sentarse en el humillante banquillo de los presumibles delincuentes por su culpa. Rosa Díez puso en marcha un programa divulgativo del País Vasco, remarcando todas sus bondades y bellezas -que son muchas-, y obviando sus miserias y perversidades terroristas y nacionalistas. «Ven y cuéntalo», rezaba el mensaje. Creo que fue en la playa de Zarauz donde la ETA explosionó una bomba. Falleció una mujer. Su cuerpo destruido por la metralla contrastaba con las olas que rompían en la arena y el vuelo de las gaviotas. Y Antonio Mingote publicó un dibujo en «ABC». La mujer muerta sobre la arena y la leyenda «Ven y cuéntalo».
Y a Rosa Díez la tengo un tanto atragantada, no digiero bien ni sus demagogias, ni sus afanes permanentes de engañar a las baldosas que pisa.
Quizá Rosa Díez desea como Himno Nacional, en honor a su nombre, un tramo de la zarzuela «La del Manojo de Rosas», que en su caso sería «La del Manojo de Espinas».
Y así explica Ussía el comportamiento de Rosa Diez a sus lectores:
Rascas, rascas, y sale la socialista de siempre.
Gabriel Albiac (ABC) elogia en ‘Anes y los necios’ a un sabio recién fallecido, el director de la Real Academia de la Historia.
A costa del monumental Diccionario biográfico de la Academia, a Gonzalo Anes le llovieron encima todos los necios del país: los que confunden historia con relato, los que piden a la historia consuelo para esa cosa, por definición desalmada, que es el curso de la vida. Y ese consuelo, claro está, tenía que ejecutarse sobre el tiempo presente. O el muy inmediato. A tres siglos de distancia, los consuelos dan solo benévola risa. El trastrueque del Diccionario biográfico en lenitivo de nuestros sufrimientos es una idea boba que solo puede hallar eco en una patria tan enferma como la nuestra.
Cincuenta volúmenes, cuarenta mil voces, una obra con poco equivalente en Europa y ninguno en España, hubiera debido ser, en lógica académica, gloria del director de la Academia de la Historia que consumó el proyecto. Así habría sucedido en cualquier sitio. Aquí no.
Acabo con la noticia triste del día: la impunidad del terrorista Bolinaga, comentada por Isabel San Sebastián (ABC).
Josu Uribetxeberría Bolinaga no está preso, que es como debiera estar, porque un gobierno quiso que saliera y otro carece del coraje o la convicción necesarios para poner fin a esta infamia. Y encima ni siquiera han cobrado la deuda impagable de oprobio contraída en nombre de la sociedad española. ETA no ha entregado las armas.