Ruiz Quintano explica por qué el español es el pueblo más dócil de la Tierra
La tabarra catalana puede tener un final cercano. ¡Qué alivio! Dios mío, gracias. Y encima un final distinto del soñado por Artur Mas y la familia Pujol. ¿Será posible?
En una columna llena de insinuaciones, Salvador Sostres (El Mundo) advierte a Oriol Junqueras que Artur Mas puede acabar entregándole a ‘Madrit’ y a Pilar Rahola que se duche.
VERDAD O MENTIRA: VOTE LA FRASE DE EDURNE URIARTE
Pedrojota estuvo ayer en el programa radiofónico más escuchado de Cataluña, El Món a RAC1, que dirige y presenta mi amigo Jordi Basté. Pilar Rahola estaba de contertulia y sus intervenciones certificaron la inevitable derrota a la que tu propósito está ligado si frente a Pedrojota sólo la tienes a ella. Si ésta es la estética y ésta la ambición intelectual, la gloria siempre te será esquiva. Una comunidad que se siente intelectualmente satisfecha leyendo a Pilar Rahola está condenada a la decepción. La distancia que hay entre Pedrojota y esta mujer es la mejor metáfora de la inminente derrota catalana. A los que dentro de unos años quieran volver a intentarlo, les dejo escrito que el aseo -también físico, pero sobre todo moral- es el primer aspecto en el que tendríamos que mejorar.
El día que el de la tensión sexual no resuelta se encuentre a la chica desnuda y dispuesta en el lecho, llamará a su esposa para pedirle ayuda: «Helena, no sé qué hace esta mujer en mi cama», y exactamente así venderá a ERC, haciéndoles quedar como una banda de locos y pactando con el Gobierno una salida razonable, que podría incluso pasar por apoyar la detención de Junqueras por haber procedido a la declaración unilateral de independencia con la que Mas hoy tanto coquetea. Así es Convergència cuando le tocan el tinglado. No hay prisioneros, sólo recuento de cadáveres.
Rahola (La Vanguardia), por el contrario, da ánimos a los separatistas y asegura, con todos sus conocimientos de seudo-doctora, que la UE tendrá que admitir a una Cataluña independiente en su seno, le guste o no.
Ayer lo constató el Consejo Asesor para la Transición Nacional en un extenso informe, demostrando que no hay nada escrito estatutariamente en el tema europeo, que cualquier opción respecto a Cataluña se tomaría en función de los intereses económicos y políticos, que la última de las posibilidades es quedarnos fuera de la Unión Europea, porque sería la debacle para la propia Unión -y muy especialmente para España- (…) Es decir, Cataluña se quedaría con toda probabilidad en la UE asumiendo los deberes y gozando de los derechos.
¡Qué feliz es la vida en Barcelona, junto al Mediterráneo, con la pensión de diputada española, una columna pagada en la vanguardia y el euro en el bolsillo!
El decálogo falso del separatismo catalán
Cristina Losada (Libertaddigital.com) alerta de que las revoluciones pueden acabar con sangre en las calles para sorpresa de los adolescentes, como prueba la de Ucrania.
Más allá de sus peculiaridades, el caso de Ucrania viene a confirmar la regla de que las revoluciones no son ninguna fiesta, tal como creen los adolescentes perpetuos, sino un auténtico desastre. ¡Ay de los que ponen en marcha, o permiten que se pongan en marcha, dinámicas revolucionarias pensando muy cucos que llegado el instante oportuno las van a controlar a voluntad! Una vez suelto ese tigre, a quien primero se come es al domador.
Juan Carlos Girauta (ABC) sostiene que hay una división entre Rubalcaba y el PSC.
Creamos a Rubalcaba cuando en los micrófonos de Catalunya Ràdio rechaza la autodeterminación y explica que su propuesta de reforma constitucional no prevé tocar los artículos 1 y 2 de la Constitución. Creámosle porque lo dice en un medio adverso, separatista y acostumbrado a que le alegren los oídos. Creámosle por razones metodológicas. Bien, una vez creído Rubalcaba es urgente que los representantes del PSC asuman públicamente la misma posición sobre este asunto, el más urgente y peligroso de cuantos nos ocupan. O bien que se desmarquen de las tesis del PSOE y vayan preparando, ellos sí, la secesión… de su partido.
Ese inservible PSC es el que ahora pide que se ejercite el derecho a decidir, que es el de autodeterminación (eso sí, de acuerdo con el gobierno), y una reforma constitucional que lo incluya, algo imposible si se mantienen los artículos 1 y 2. Y ahora, ¿creemos a Rubalcaba o creemos al PSC?
Para concluir, Pablo Sebastián (Republica.com) da el decálogo de las mentiras catalanas. Destaco dos.
La opresión. La pretendida ‘opresión’ del Estado español contra las libertades en Cataluña además de ser falsa es un insulto para el conjunto de España. Más bien es al revés, es en Cataluña donde se acosa a los no nacionalistas y donde están bajo mínimos la libertad de expresión y de prensa.
La financiación del proceso. No es cierto que todo este proceso independentista que emana del Generalitat sea fruto de una acción e iniciativa ciudadana catalana. Hay que sabe -y convendrían hacer una profunda investigación oficial- que parte de ese proceso se está financiando con dinero del Estado español por uso y abuso de instituciones que, como la Generalitat, son parte del Estado. Y a no perder de vista la otra financiación paralela de entidades privadas y empresas que están financiando dicho proceso con el dinero que ellos recaudan en el resto de España.
Los beneficios para España del conflicto en Ucrania
El escándalo de la progresía con el dedo de Alfonso Rojo señalando los kilos de más de su hada madrina Ada Colau conduce a Edurne Uriarte (ABC) a concluir que las redes sociales están controladas por la izquierda.
me entero de que Wyoming ha hecho días después todo tipo de chistes en su programa, también en La Sexta, sobre lo «gordito» que está Miguel Arias Cañete. Y sin escándalo alguno en las redes sociales. Lo que nos indica algo que deberían tener más en cuenta todos esos que quieren medir tendencias sociales con tales redes. Que las redes están dominadas por la izquierda en España, de ahí que pongan el grito en el cielo cuando llaman gordita a su líder Colau y se queden tan contentas cuando llaman lo mismo a Arias Cañete.
Con su humor característico, tan celebrado en los salones de té, los clubes de golf y los casinos de provincias, Alfonso Ussía (La Razón) se burla de los promotores de la expropiación de la Catedral de Córdoba.
El eximio señor Rodríguez, de muy limitaa humildad, se presenta y define como «profesor, jurista, escritor, músico y activista social, cultural y político». Es decir, que Leonardo da Vinci a su lado era un merluzo.
Pasemos a otro pensador de la derecha. Por Luis María Anson no pasa el tiempo. Ya no dirige el ABC, pero no ha perdido sus tics, ni sus manías. Cuando llegaban las elecciones europeas trataba de evitar que el voto de derechas, harto de los Fragas, los Marcelinos y los Manchas, se fuese a otras candidaturas, como la de Ruiz-Mateos. Hoy repite el juego con su menguante columna en El Mundo.
El desencanto que ha producido la política d eMariano Rajoy con relación a Catalauña y al terorrismo no puede conducir a que un sector del centro derecha le retire el voto porque eso no redundaría ni siquiera en favor de un gobierno del PSOE, partido que garantiza la estabilidad. No, si una parte del centro derecha le niega el voto al líder del PP, eso despejaría, hoy por hoy, los horizontes del Frente Popular.
Así que los votantes del PP cabreados con Rajoy por los impuestos, el aborto, la memoria histórica, Bolinaga y demás motivos, tienen que fastidiarse y seguir votando al PP porque si no vienen los super-rojos. ¡Luis María, que este cuento ya no asusta a nadie!
¿Y quién se ocupa de la crisis en Ucrania? Pues Hermann Tertsch (ABC), quién va a ser, el único comentarista que se atreve a asomar la cabeza por encima de los Pirineos. Del conflicto saca consecuencias positivas para España.
Nadie piensa en este momento en Moscú en lo que vendrá después. Que será duro cuando el entusiasmo decaiga, dado que Putin podrá cambiar muchas fronteras por la fuerza, pero no el hecho de que el patriotismo no se come. Y Rusia come de las materias primas que vende en el exterior. Como un país cualquiera del Tercer Mundo. Hay muchas naciones a las que puede chantajear con su energía. Pero nadie es más dependiente de la venta de energía rusa que la propia Rusia. Que no tiene más fuentes de ingresos. Cuando el gas comience a fluir masivamente desde las regasificadoras de España hacia los consumidores centroeuropeos, Rusia añorará estos tiempos de dependencia. El Kremlin se ha quitado la careta y puede que haya hecho un favor a todas las sociedades que aún dormitan. Porque se ha visto lo peligroso que está el mundo. Y lo insensato que es estar inerme.
¿Y de esto no se ocupan Rahola y el Consejo Asesor para la Transición Nacional?
Un pueblo lanar
Miles, docenas de miles, quizás cientos de miles y quién sabe si algún millón de españoles se manifestó ayer para reclamar la III República. ¿Estamos en vísperas de una revolución?, ¿de la toma del Palacio de Invierno?
En una columna tan divertida como inteligente, Ignacio Ruiz Quintano asegura que el español es el pueblo más obediente al poder que hay en el planeta. Así es difícil que se produzca ninguna revolución. Ante una pelea de tres mujeres en la calle de un pueblo (una de ellas embarazada y la que más repartía), Ruiz Quintano asegura que
El español ya no se pega como la española, reserva espiritual de nuestras pasiones: camorrea en los tendidos, y de aquí no pasa. Carece de orgullo.
La inglesa quiere saber por qué el español ya no es apasionado (por qué ya no se pega), y, a cambio de una fresa, le explico que Trevijano, que es nuestro Tom Payne, tiene la teoría de que el español es el pueblo más dócil de la Tierra, por delante incluso del alemán y del japonés, nacidos para obedecer, y tampoco es cosa de detenerse ahora en las ordenanzas municipales sobre el tabaco y el alcohol.
Como pueblo, pagamos la merma genética que suponen la expulsión de los moros y judíos (se quedan los que se cmabian de chaqueta: hasta hoy), las sangrías de la Conquista (se van los avebtureros) y la Guerra Civil (muerren los valientes y se salvan los emboscados), más el derroche de la inmigración (de la que s eexcluyen los acomodaticios del «tú no llames la atención» y el «a mí que no me toquen el cocido»)
Claro que también ha influido en el aborregamiento de los españoles columnas y artículos como el que firma hoy Rosa Montero (El País).
Las patrias son por definición excluyentes de los diferentes. Las patrias se crean creando enemigos. Por eso me apena y me preocupa el tema catalán. Me apena, porque quiero a los catalanes y no deseo que se vayan. Y me preocupa porque están despertando a la bicha (ojo también con el españolismo). Por eso tendremos que hacer algo, ellos y nosotros. Tendremos que llegar a algún acuerdo, antes de que las patrias nos devoren.
Paaaaazzzzzz, paaaaaaaaaazzzzzzzzz… Y con esta nana, nos dormimos.