El País ha sido un periódico para la izquierda, pero jamás de izquierda
Con una experiencia profesional que arranca en Europa Press en 1969, Miguel Platón (Melilla, 1949), ha ocupado diversos cargos de responsabilidad en diversos medios, como Época o Telemadrid. Autor de media docena de libros, en 2005 publicó ’11-M. Cómo la Yihad puso de rodillas a España’.
Los atentados del 11 de marzo ocurrieron cuando era director de Información de EFE. Ha visitado Periodista Digital para hablar su trayectoria profesional, incluyendo la cobertura en la agencia pública de los mayores ataques terroristas de la historia de España.
TITULARES
El Franquismo era claramente una dictadura, pero estaba evolucionando rápidamente hacia una predemocracia [en los años 60].
La Transición sorprendió a quien se quiso sorprender.
El País nunca ha sido de izquierdas. El País ha sido un periódico para la izquierda, pero jamás de izquierda.
Es imposible que a personajes como Polanco o Cebrián se les pueda colgar la etiqueta de izquierda. No forma parte de su biografía, sino más bien todo lo contrario.
Adolfo Suárez no terminaba de tener las ideas claras [sobre las autonomías].
Durante la negociación de 1979 del Estatuto vasco, Carlos Garaikoetxea y Xabier Arzalluz, que era el presidente del PNV, chantajearon a Suárez diciéndole que si se se incluían en el Estatuto competencias propias del Estado, en materia por ejemplo de Educación, aquello iba a ser la caraba, que ETA iba a matar a no sé cuántos.
El problema real del Estado de las autonomías es que, una vez puestos todos a competir, resulta que algunos han competido mejor que los que se pensaba que eran los gallitos.
Autonomías sin una tradición histórica pero con mucho sentido común, como es el caso de La Rioja, están mejor gobernadas que autonomías con supuestamente más historia pero con menos sentido común, como es Cataluña.
El los años 90 estaba de moda ser rico, fue una de las cosas sorprendentes de la etapa de Gobierno de Felipe González.
Aquello [el caso Juan Guerra] fue una consecuencia de una mayoría absoluta en la cual pensaban [los socialistas] que tenías derecho a todo y que el país era suyo.
Hubo una especie de cacería excesiva [hacia Alfonso y Juan Guerra].
PRISA era un grupo mucho más poderoso que ahora y no estaba acostumbrado a las críticas.
Que me pusiera en una lista negra del Tripartito es uno de los mayores honores de mi profesión periodística. Por favor, que repitan.
Todos los dictadorzuelos, sean elegidos o no, son iguales.
El día 11 [de marzo de 2004] a mí me intentaron colar lo de los suicidas, y no acepté.
Para mí ni hay ni la menor duda de que el núcleo principal de los autores del atentado del 11-M fue el grupo de islamistas que se suicidaron en Leganés 20 días después.
Hay muchísimos más periodistas licenciados que los que demanda la realidad.