Camacho compara la relación de Aznar y Rajoy como las de divorciados en la Comunión del hijo
Ya me había llamado la atención que Francisco Marhuenda estaba haciendo méritos para sustituir al veterano maestro de periodistas Luis María Anson en el puesto de periodista cortesano oficial. Y este 9 de mayo de 2014, el director de La Razón le roba a Anson una de sus consignas más queridas: «¡Que vienen los rojos!».
Desde que los Luca de Tena le entregaron la dirección de ABC, Anson ha metido miedo a las marquesas y los coroneles retirados con la inminencia de un nuevo frente popular que derroque la monarquía y nacionalice la banca. Sigue con esa ‘ideica’ en sus artículos en El Mundo. Y por ello Anson destaca que es importante para la estabilidad de España «un PSOE fuerte».
En una columna de comentario de la encuesta del CIS, Paco Marhuenda trata de movilizar a los votantes cabreados del PP con el ogro del frente popular.
Los votantes de centro derecha saben que la alternativa al PP es una caótica amalgama de partidos radicales que estarían encabezados por Rubalcaba. Las europeas son una vez más la antesala de las generales. Rajoy necesita movilizar a su electorado y explicarle que los incumplimientos de su programa fueron imprescindibles para impedir el rescate y la intervención. Lo que entonces parecía seguro, hoy es un mal recuerdo de aquel angustioso 2012. No había otra alternativa que las duras reformas, porque sin resolver la macroeconomía no se podía recuperar la actividad y volver a la senda del crecimiento en que nos encontramos.
Tanto Anson como Marhuenda nos vienen a decir: «Sí, el PP os ha engañado, os ha subido los impuestos, mantiene el aborto y la memoria histórica, Rajoy es un vago, pero si no votáis a Cañete vendrán los rojos y los republicanos, y ya veréis».
No sé yo si los cada vez más reducidos lectores de prensa de papel de pago se asustarán ante estos fantasmas.
¿PACTO PP-PSOE PARA NO MENCIONAR LA CORRUPCIÓN?
El comienzo de la campaña y la encuesta del CIS son temas para varios columnistas.
Florencio Domínguez (La Vanguardia) destaca la importancia que tienen las elecciones para los nacionalistas que en Madrid se apodan moderados frente a ERC y Sortu/Bildu.
El 25-M se juegan otras muchas batallas internas, de política doméstica, que interesan a los partidos más que la representación en la Eurocámara. En Catalunya y el País Vasco se dirime quién lidera el bloque nacionalista, si los partidos más radicales, caso de ERC o Sortu, o los partidos como CiU y PNV que tradicionalmente han representado el nacionalismo institucional y moderado. PNV y CiU tienen que hacer frente a formaciones que, por vez primera, les disputan la hegemonía en su espacio ideológico y tienen posibilidades reales de sobrepasarles. Para Iñigo Urkullu y Artur Mas será una cuestión menor ver si gana el PP o el PSOE porque lo importante será lo que ocurra en casa.
José Oneto (Republica.com) anticipa que la corrupción no aparecerá en la campaña.
ambos partidos, PP y PSOE, parecen haber firmado un pacto para que los casos de corrupción (Gürtel, sobresueldos, financiación ilegal de los partidos, el escándalo de los ERE andaluces, el caso de los fondos de formación…) no alteren, en nada, la campaña electoral de las europeas
José María Marco (La Razón) subraya que el bipartidismo del que todo tertuliano habla no es tal.
En España no existe el bipartidismo. Existen dos grandes partidos nacionales (…) Hay partidos nacionales pequeños que compiten con ellos (como IU o UPyD).Y hay partidos nacionalistas de alcance limitado a una comunidad autónoma, donde, a su vez, se reproduce la línea divisoria entre izquierda y derecha. Este esquema ha permitido conjugar la estabilidad (con mayorías absolutas durante numerosas legislaturas) y la integración de opciones diversas, con el apoyo de los nacionalistas a los grandes partidos en el gobierno de la nación.
Y a partir de aquí, Marco trata de disuadir a sus lectores de que no voten a los nuevos partidos.
una dispersión del voto que llevará a la necesidad de contar con muy diversas fuerzas para alcanzar la estabilidad gubernamental.
Quienes respalden a organizaciones de este tipo (incluidas las «regeneracionistas») y se figuren que de este modo habrá menos «política», se encontrarán con lo contrario: más política, más difícil de entender y con muchas más posibilidades de hurtarse al control ciudadano.
LOS ALIADOS DEL PSOE: VALLS… Y MERKEL
Santiago González (El Mundo) destaca la incongruencia de la campaña de Elena Valenciano.
la obsesiva precampaña de la cabeza de lista del PSOE, reprochando a sus adversarios ‘sumisión’ a Merkel, despreciando el hecho de que sus 18 o 19 eurodiputados van a estar en el mismo grupo que los que saque el SPD alemán, socio de Gobierno que ayuda a definir la política de Merkel que tanto daño nos hace. Y en el mismo que los eurodiputados socialistas franceses, que quién nos iba a decir que Manuel Valls nos iba a salir un ‘manostijeras’ comparado con el cual Rajoy iba a parecer un acabado socialdemócrata.
Por esas coincidencias que se producen en la vida, El País publica una tribuna firmada conjuntantamente por Elena Valenciano y Martin Schulz, socialdemócrata alemán candidato de los socialistas europeos a la presidencia de la Comisión Europea, titulada ‘El mayo que cambiará europa’, en recuerdo al nefasto mayo de 1968, del que tantos males provienen.
Los europeos, los españoles tienen en sus manos promover ese cambio de rumbo el próximo 25 de mayo. Pueden impulsarlo decisivamente eligiendo una mayoría socialista en el Parlamento Europeo y, por primera vez, un presidente socialista en la Comisión Europea.
Ante esto, sólo cabe recordar las palabras citadas arriba: pero socialdemócratas alemanes, ¿no estáis gobernando con la supervillana Merkel?
José Antich nos muestra la perla del día. En un ejemplo de que los nacionalismos son desigualdad y privilegio, al ex director de La Vanguardia le molesta que las elecciones europeas sean las únicas en que el voto de cada español vale lo mismo viva donde viva y propone circunscripciones más pequeñas, que por supuesto primarán a los nacionalistas PNV y CiU.
La jacobina Francia parece mimar su endeble modelo de regionalización mientras la pretenciosa España exhibe como un viejo pavo real el deshilachado Estado de las autonomías. No deja de sorprender que Francia -como Reino Unido, Italia, Irlanda, Polonia y Bélgica- elija a sus eurodiputados con circunscripciones regionales, cuando España se empecina en una única circunscripción. Una simple cuestión de voluntad política.
En este punto conviene echar mano del diario de sesiones del Congreso de los Diputados para encontrar la transcripción de un acalorado debate al respecto en febrero de 1987. El entonces vicepresidente Alfonso Guerra defendió el proyecto de ley que iba a regular las primeras elecciones al Parlamento Europeo. De nada sirvió que los tres parlamentos de comunidades históricas y varios formaciones del Congreso, básicamente nacionalistas (desde Gasòliba hasta Bandrés) defendieran una elección descentralizada, más acorde con el modelo territorial español.
AZNAR Y RAJOY, COMO DIVORCIADOS EN LA COMUNIÓN DE UN HIJO
De la presencia de Aznar en el Foro ABC para apoyar a Miguel Arias Cañete se ocupan Ignacio Camacho, José Alejandro Vara y Antonio Casado.
Camacho (ABC) lo hace con su humor y perspicacia.
en los cuatro folios largos del discurso no figuraba, ni era posible encontrarla entre líneas, una alusión, una cita o una referencia a Mariano Rajoy, a su liderazgo o a su Gabinete. Nada.
En realidad, Aznar sabía que el mensaje no era su alocución, sino su presencia. Él mismo.
El desapego fue ostensible, y el ninguneo, manifiesto: allí no estaban más que él, Cañete y el ideal político cuya legitimidad de origen reivindica sin disimulo.
Solo quedó flotando en el ambiente el educado, hermético, cortés distanciamiento de una pareja divorciada en la Comunión de un vástago.
Vara (Vozpopuli.com) atribuye a Arias el temporal deshielo entre Aznar y Rajoy.
Arias Cañete ha trasladado al presidente la necesidad de contar con el espectro del electorado popular que sigue con fe ciega a Aznar. No se puede prescindir de nadie. Y menos aún, empujarles a que emigren a otras siglas, como Vox o Ciudadanos. A eso se refirió Aznar al hablar de que el PP «es un monumento a la utilidad política de la integración. Lo demás termina mal». Muchos pensaron en Mayor Oreja o en Vidal Quadras, dos veteranos del partido que ahora aparecen muy lejos
Casado (ElConfidencial.com) recurre a su mala leche progresista. A Aznar los progres no le perdonan que tuviese una política exterior que no consistiese en la sumisión a París (y a Marruecos) y el antiamericanismo.
Supeditarse a EEUU por no supeditarse al eje franco-alemán. Esa era su forma de «preservar» y «hacer respetar» nuestros intereses, en contra de la opinión de los españoles. A la vista del desenlace final (las armas químicas nunca aparecieron e Irak convive a diario con el terrorismo), al menos debería tener el coraje de admitir que los españoles no se equivocaron, pero él sí.
A Europa le hizo entonces un feo comparable a los que le hace ahora a su sucesor.
Casado se olvida de que en esa crisis iraquí el Gobierno de España apoyó a EEUU, al igual que los de Reino Unido, Portugal, Italia, Holanda, Dinamarca, Polonia, República Checa… Todos ‘antieuropeos’ para este redactor del falangista Pueblo. Antonio, por tus obsesiones y tus olvidos, para ti el premio a la columna ridícula del día.
Y ya que menciono a Pueblo, David Gistau lo elogia en una columna dedicada a llorar la decadencia del periodismo.
Tal vez el más canalla, divertido y noctámbulo que haya existido en Madrid (…) Siempre me gusta oír hablar del diario «Pueblo», porque forma parte de mi infancia y porque probablemente se produjera allí mi intoxicación vocacional, mientras trataba de sobrevivir a los ascensores sin puertas que subían y bajaban sin detenerse jamás y a los que había que saltar en marcha: cómo convencer a un niño de que un periódico no es divertido después de pasar por esos ascensores.
COLUMNAS PARA LA DIGNIDAD
¿Se ha reído, divertido o enfadado conmigo, querido lector? Ahora toca la seriedad, que no el aburrimiento.
Federico Jiménez Losantos se acuerda en El Mundo del bloguero saudí condenado en su país, ese aliado impagable de Occidente, a varios años de cárcel y a mil latigazos, y le pide al rey Juan Carlos que en su próxima visita a Arabia Saudí se lo traiga libre.
El próximo viaje del Jefe del Estado, si Dios y Cabanela lo permiten, será a Arabia Saudí. Y todavía rendirá una visita última a Qatar, que será la cuarta en su periplo por los países del Golfo. A ninguna región española ha dedicado el Rey en las últimas décadas tanto esfuerzo personal como a esta región del mundo, tan rica en petróleo como pobre en libertad, tan propicia a grandes negocios como yerma en esa forma suprema de la civilización que es el derecho a defender las propias ideas respetando las ajenas.
Yo creo que si el Rey de España vuelve -porque no deja de ir- a ese oasis de pozos de petróleo y severidad teocrática, debería traerse indultado, antes de que lo despellejen, al bloguero liberal. Un delincuente, e incluso más de uno, lo tienen hasta las mejores familias.
Y el profesor Rogelio Alonso (ABC) detalla los sufrimientos de las víctimas olvidadas del conflicto del IRA y la responsabilidad en asesinatos y torturas de Gerry Adams.
Ese es el pasado que debe anularse para falsear la metamorfosis de Adams, como hacía El País el 16 de enero de 2005: «En Irlanda del Norte ninguna otra persona ha estado más entregada a la tarea de alcanzar la paz mediante el diálogo». Así se prostituye la Historia para que quienes ensangrentaron el pasado, controlen el presente y el futuro, como evidencia el fortalecimiento político de su partido. Entretanto, desde España algunos contemplan entre esperanzados y satisfechos cómo el Estado británico, tras derrotar policialmente al IRA, le otorgó un peligroso triunfo al terrorismo al renunciar a combatir desde el ámbito político, social e ideológico su legitimación.
Atención, que en España está empezando a pasar lo mismo.