OPINIÓN / REPASANDO COLUMNAS

A Carlos Herrera, los republicanos le dan ganas de «no parar de correr hasta la frontera»

Ignacio Camacho culpa a Zapatero de la agitación tricolor por querer rescatar la legitimidad de la II República

Baltasar Garzón ofrece en El País su plataforma a Pablo Iglesias

Este 6 de junio de 2014 ha sido una semana larga, que comenzó con el anuncio de la abdicación real, ya hace calor y hay caseta de firmas en la feria del Libro de Madrid. Por todo ello, escasean las columnas en la prensa de papel, aunque hay algunas que merecen la pena leerse.

Sin duda en su ciudad, lector amigo, hubo manifestación de republicanos de la tricolor. Carlos Herrera (ABC) comienza fuerte en la suya: si se proclamase la III República, él correría hasta la frontera.

Un simple vistazo a los apologetas de la Tercera República (en realidad, un trasunto de la Segunda), los Cayos, los Pablos, es razón suficiente como para no parar de correr hasta la frontera más próxima: ¿alguien puede confiar en un Estado gobernado por quienes se manifiestan ultrajando símbolos patrios y proponiendo modelos de gobierno descartados por la historia una y otra vez?

Nada tiene de malo el republicanismo. Yo mismo lo subscribo. ¿Quién si no?. Pero no se trata ahora de analizar formas teóricas de gobierno. Se trata de analizar fríamente cuál es la que conviene en cada momento a cada lugar. Y hoy, ahora, en España, el hombre y el nombre es Felipe.

LA CULPABILIDAD DE ZAPATERO EN LA CRISIS ACTUAL

Varios columnistas buscan hoy al responsable de la crisis institucional y lo encuentran en la persona de José Luis Rodríguez Zapatero, «uno de los áulicos del Rey entre bambalinas», como reveló Raúl del Pozo en El Mundo.

Así, Ignacio Camacho (ABC):

sería un error atribuir en exclusiva el rebrote del debate republicanista a una izquierda radical sobredimensionada en los espacios de la opinión pública y empeñada en ganar la Guerra Civil con ochenta años de retraso. El prestigio de la Corona ha sufrido, a base de tropiezos de ejemplaridad, un desgaste tan evidente que ha resultado razón decisiva de la renuncia del Rey. Y eso ha sucedido tras una etapa política, la del zapaterismo, en la que se produjo un claro intento de rescatar la legitimidad republicana frente al pacto de la Transición. Muchos jóvenes seducidos por la propaganda rupturista se sienten desvinculados del consenso constitucional y por si fuera poco hay en cierta derecha burguesa un viejo resabio antiborbónico.

Que de nuevo en España, como otras veces, la República se convierte en un arma arrojadiza cargada de metralla ideológica excluyente y dirigida contra las bases del Estado en un momento de debilidad de éste.

Emilio Campmany (Libertaddigital.com) también señala a Zapatero, pero con más dureza que Camacho, como responsable de la crisis institucional que vivimos, sin olvidar que los españoles le eligieron dos veces como presidente.

José Luis Rodríguez Zapatero. Fue él quien lo empezó todo. Fue él quien abrió las fosas de la Guerra Civil. Fue él quien, abusando de la bonanza económica, compró votos con prebendas sociales que agotaron la despensa a la que hoy no podemos acudir para atender a gastos sociales verdaderamente necesarios. Fue él quien se empeñó en dorar la píldora a los separatistas catalanes con un estatuto groseramente inconstitucional. Fue él quien torció la mano al Tribunal Constitucional para acomodar sus decisiones a sus torpes designios. Fue él quien expuso a la desconsideración ciudadana todas las instituciones que tocó con su tontiloca forma de gobernar.

Sin embargo, Zapatero puede haber iniciado el camino de la redención, ya que trata de impedir que su criatura Eduardo Madina, al que él hizo diputado y secretario general del grupo parlamentario socialista en el Congreso, presente su candidatura a la secretaría general del PSOE. Santiago González (El Mundo) se lo agradece.

Los aparatos son raramente partidarios de fantasías y el del PSOE no tenía por qué ser una excepción, a pesar de haber pasado por la prueba de Zapatero. De hecho, es muy reconfortante ver un cierto sentido de responsabilidad en el ex presidente. El candidato más zapaterista después de la retirada de Chacón, va a encontrarse con el aparato. No sólo los barones, López, Felipe. Zapatero, su mayor valedor hasta hace un mes, su respaldo más cualificado, que ahora cree que es mejor que se haga a un lado.

Como mucho progre o cristiano que dice que a él no le importan ni la República ni la Monarquía, sino el Estado de Bienestar y los pobres, Juanjo Millás (El País) no quiere entrar en disquisiciones profundas, como qué pasaría con esos pobres si el Estado se desmoronase.

Ahí nos vemos usted y yo, ciudadanos de a pie, como se dice, agobiados por los problemas internos de la monarquía, del PSOE, del PP y de las instituciones en general.

Lo nuestro, lo de los ciudadanos que cruzamos las calles por el paso de cebra, es horrible. Ya no nos extraña que se repartan sobresueldos, ni que tengan cuentas en Suiza, ni que amnistíen a los defraudadores, ni que pillen a un miembro del Constitucional borracho en una moto, ni que una política en activo se dé a la fuga ante la presencia policial. Nos hacemos cargo, créannos, de sus problemas con el escalafón, con el alcohol, con la autoridad, con la familia, con el dinero negro, pero los que necesitamos atención somos nosotros.

Sí, Juanjo, sí, tú eres un ciudadano de a pie, con tus conferencias, tus viajes, tu columna en El País, tus tertulias pagadas, tus libros editados por Alfaguara. Unos son insensibles, pero tú eres un demagogo.

ABEL HERNÁNDEZ LLEGA TARDE Y MAL

Abel Hernández (La Razón) llega el último de los columnistas habituales al asunto de la reforma constitucional, y lo hace, aparte de tarde, mal, porque sigue empeñado en ese soniquete estúpido de la Transición de hacer que los nacionalistas se sientan cómodos.

Otra cosa es que el nuevo Rey, si encuentra el apoyo del Congreso, explore la posibilidad de impulsar una especie de «segunda transición», un nuevo horizonte ilusionante con una meditada reforma constitucional en la que todo el mundo esté cómodo. Lo mismo que su padre en la transición a la democracia, Don Felipe obtendría así su bautismo de legitimación democrática. El reto que tiene por delante Don Felipe no es mucho menor que el que encontró su padre al final del franquismo. En resumidas cuentas, empieza una etapa nueva llena de incertidumbre y de posibilidades.

Ni un día sin que Francisco Marhuenda sea felpudo de Palacio. Hoy escribe que no debería haber ni debate legislativo en las Cortes.

Lo deseable con motivo de la abdicación de su descendiente, Don Juan Carlos I, hubiera sido el mero automatismo de una comunicación regia al presidente del Gobierno y a las Cortes Generales, su inmediata publicación al día siguiente en el BOE y la entronización del nuevo rey de conformidad con las previsiones constitucionales. En este caso, se ha optado por interpretar que era necesaria una ley orgánica para formalizar la abdicación. Esta medida obliga a un innecesario pronunciamiento de las Cortes para que la aprueben. Estamos ante un procedimiento que resta solemnidad al acto regio y obliga a un posionamiento de los partidos políticos. La lectura del artículo 57.5 permite forzar las dos interpretaciones, aunque se ha optado por una vía más compleja en lugar de la comunicación regia, que cabría considerar que es la fórmula aplicable porque no hay ninguna duda de hecho o de derecho que necesite ser resuelta por una ley orgánica.

PILAR RAHOLA, HARTA DE LOS ‘OKUPAS’

CiU sigue recibiendo palos por su decisión de no votar en las Cortes la ley de abdicación. Hoy se los da Fernando González Urbaneja (Republica.com) en ‘El partido de Jordi Pujol se lanza al vacío’.

Jordi Pujol debe haber olvidado aquella llamada nocturna del Rey el 23 de febrero de 1981 cuando le dijo: «tranquilo Jordi, tranquilo».

A las nuevas gentes de Convergencia les sorprende que el Rey defienda la unidad de España. ¿Podría ser de otra manera?

El caso de Mas, sucesor de Pujol, es más dramático. Va conduciendo al partido de derrota en derrota hasta un desenlace que conduce a la entrega a ERC que es coherente en sus objetivos. La vida política de Pujol se asoma al vacío, tal y como le ocurrió con su vida bancaria. La culpa será de otros, pero el resultado no es para dormir tranquilo, salvo que todo fuera un simulacro para llegar a lo de ahora.

¿Cómo podría ser una Cataluña independiente? Si el Ayuntamiento de Barcelona se rinde a los ‘okupas’, ¿qué haría la Generalitat ante una revuelta de los seguidores de la CUP o de bandas musulmanas? La cantora del catalanismo y del príncipe Arturo, Pilar Rahola (La Vanguardia) se ha hartado del amedrentamiento del alcalde de Ciu, Xavier Trias, ante los vándalos.

estoy por hacerme okupa de mi propia casa, y así no pagaré agua, ni gas, ni la basura, ni el resto de impuestos, montaré las fiestas que me dé la gana, incumpliré la ley de seguridad del inmueble, no pediré ningún permiso

Y así, bien pertrechada de banderas antisitema, me montaré la vida padre a costa de los tontos útiles que pagan impuestos para mantener el invento, léase las sufridas clases media y trabajadora.

Y es que, después de la decisión municipal con Can Vies, hay que ser muy tonto para trabajar, pagar hipotecas, impuestos y servicios, y no quemar patrimonio público.

Pues esto puede ser lo que tengas, Pilar, con tu independencia.

MARÍA JOSÉ NAVARRO HACE HABLAR A LA INFANTA LEONOR

Al éxito de Podemos, están acudiendo polillas a la luz. Una de éstas es el ex juez condenado por prevaricación Baltasar Garzón, al que El País le publica una tribuna que él usa para ponerse el cartel de ‘Se alquila’. No sólo es censurable su oportunismo, sino, además, su estilo recargado y pedante.

Lo que hoy se precisa no es una gran coalición de distribución de poder entre los de siempre, que se concretaría en más cuotas y reparto de poder con olvido de los representados, sino un proyecto plural en el que cuenten todas las sensibilidades democráticas y progresistas de grupos, organizaciones, movimientos, colectivos y partidos que, sin duda son los que han ganado en los últimos comicios europeos en España y cuyo ejemplo debe marcar el camino. Con ese espíritu nació Convocatoria Cívica, una plataforma en la que participamos varios miles de personas con la idea de construir un espacio de reflexión y participación necesario para facilitar el acuerdo y hallar el punto de encuentro entre iniciativas diversas que den respuesta a lo que la sociedad requiere.

En la convicción de que este es el momento para construir ese lugar en el que confluya una diversidad de opiniones para fortalecer una propuesta de progreso, desde los valores y proyectos que nos unen y en el que las discrepancias se traduzcan en una pluralidad de acciones comunes para construir una verdadera alternativa política y social basada en los principios de igualdad real, participación, diversidad, pluralidad y defensa de los derechos humanos

La columna ridícula del día la escribe María José Navarro (La Razón). A esta perodista las gracias que pretende hacer siempre se le atragantan, como a una víctima de la LOGSE los antónimos. Su columna se titula ‘Yo, Leonor’.

Yo voy a acabar loca de la cabeza en esta casa, que es que yo no sé ni cómo «progreso adecuadamente» ni nada porque esta familia me tiene como para estar yo pensando en aprender chino mandarín y sacar nota en «Cono». Mira que me había propuesto, Leo, hija, tranqui, cierra el pozo, no hables de más, que igual estos dos se van de viaje lejos a darse besos y te dejan un veraneo pa ti . Pues no. Ahora se van a hacer Reyes. RE-YES. Que ya se lo he dicho a mi madre. Más te vale coger unos kilos que la corona pesa tela. Pa qué queremos más. Un drama.

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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