Desde el pasado 2 de junio de 2014 la cuenta de Twitter de Romero se mantiene en silencio
Tras una carta conjunta de la sección de Nacional negando censura y un chat Casimiro García Abadillo creyó haber exorcizado los fantasmas de la acusación de censura (Casimiro García-Abadillo: «En el diario ‘El Mundo’ no hay censura»).
Sin embargo, no tuvo en cuenta que las respuestas a sus lectores acabarían dando pábulo a otro asunto: el contenido de la información que Ana Romero preparaba.
El director de El Mundo negó que la bronca hubiese tenido lugar por una alusión a Corinna.
Por el contrario, se debió -siempre según su versión- a otra información de Romero que pidió que le escribiera para valorar su publicación, a lo que la periodista se habría negado.
Y ahí está la cuestión: si no se trató de algo relacionado con la «amiga» del Rey, ¿cuál fue esa información?
Dentro y fuera de la redacción de El Mundo los rumores apuntan a todo tipo de especulaciones que incluyen, por ejemplo, las de contenido político.
No faltan quienes apuestan por cuestiones relacionadas con un posible pacto entre PP y PSOE para garantizar la estabilidad de la Corona.
Mientras tanto, la protagonista del incidente sigue desaparecida tras coger las de Villadiego.
Desde el pasado 2 de junio de 2014 la cuenta de Twitter de Romero se mantiene en silencio, lo que también ha dado aire a versiones de todos los tipos y algunas de ellas contrapuestas, como la posibilidad de que estuviese optando a un puesto en el área de Comunicación de La Zarzuela (Casimiro, Pedrojota, el despiporre tuitero de los hijos, Frechoso y la autoridad en ‘El Mundo’).
Algo que chocaría con esas versiones que aseguran que le espetó a García-Abadillo que era un «vendido» a Rafael Spottorno, jefe de la Casa del Rey.
En los pasillos de El Mundo recuerdan que Romero gozó de la protección de Pedrojota Ramírez, que, curiosamente, se ha quedado en un llamativo silencio en todo este lío que también ha salpicado a su hija María y al esposo de ésta, Eduardo Suárez (Casimiro suspende de empleo y sueldo a la hija de Pedrojota por acusarle de implantar la censura).