El ABC sostiene que el federalismo no frenaría a los nacionalistas
Desde que el Rey anunció su abdicación, El País se ha centrado en imponer su agenda de reformas constitucionales, que se resumen en federalizar España, en coincidencia con el programa del PSOE. Ni hoy, día siguiente a la aprobación de la ley de abdicación, quiere dejar de hacerlo con un editorial dirigido al nuevo rey.
Enfrente se sitúa el ABC, que sin ningún complejo se opone a esa reforma que, por un arte de birlibirloque según sus impulsores, traería paz y consenso a la política española. El periódico monárquico se atreve a citar el federalismo como meta a la que El País quiere llegar y culpa del hundimiento del PSOE a Zapatero y su despego de la existencia de la nación española.
Si en La Vanguardia se preguntan por qué cada vez influyen menos fuera de Cataluña, la respuesta se encuentra hoy en su página editorial: uno de sus dos editoriales está dedicado a la dimisión del secretario general del PSC y el otro a la huelga europea de taxis.
EL PAÍS
la sesión del Congreso fue utilizada para escenificar la ruptura del consenso constitucional por parte de dos fuerzas políticas, Convergència i Unió e Izquierda Plural, herederas de partidos que participaron intensamente en la Constitución de 1978. Ninguno de estos dos hechos es anecdótico en un debate que demasiados diputados se tomaron con mucha menos seriedad de la requerida para la ocasión.
En una sociedad plural, agitada por corrientes muy críticas, la convivencia no se gana de una vez y para siempre. Despreciar los pactos que dieron origen a la Constitución y devaluar su texto es un mal servicio a los españoles, pero tampoco tiene ningún sentido la resistencia a abrir el diálogo sobre las reformas necesarias. El impulso del relevo en la Jefatura del Estado debe ser aprovechado para discutir con seriedad las reformas necesarias para ser más fuertes y recuperar el pacto constitucional.
ABC
(Rubalcaba) añadió también su deseo de acometer una reforma de la Constitución para profundizar en el federalismo. Se trata de una estrategia perniciosa, que los socialistas deben abandonar. El incierto modelo federal por el que abogan abre una innecesaria fisura en la obligada defensa de la Constitución por parte de PP y PSOE. En un momento en el que España se ve acosada por pulsiones antisistema, es imprescindible que los dos partidos centrales permanezcan en su sitio. El PSOE tiene que superar los tics inoculados por el zapaterismo
Una reforma federal no va a frenar las ansias independentistas de CiU y ERC. Los separatistas no atienden a la lógica
ABC aboga por mantenerlo, punto de vista en el que concordamos con la mayoría natural de los españoles.
Una nación del peso y la historia de España no puede someterse a un psicoanálisis colectivo y una pérdida de autoestima solo por el extravío de los nacionalistas, pues son ellos quienes han perdido el rumbo, no los demás; ni tampoco por el eventual ascenso de partidos minoritarios de perfil antisistema, que se han beneficiado circunstancialmente del lógico descontento social que ha generado la crisis, la mayor registrada en Occidente desde 1929.