La mayoría de los líderes musulmanes no condena a estos terroristas
El diario ABC dedica su portada del 23 de junio de 2014 al reclutamiento de terroristas musulmanes en España. En un reportaje que sigue en páginas interiores, el periódico informa de que hasta octubre pasado, la media de muyahidines desplazados a Siria, Irak o Mali era de unos 30 al mes, incluyendo hombres, mujeres y hasta niños. A principios de este año la tendencia se frenó, pero ahora la media se ha elevado hasta los 40 al mes.
Las causas de esta expansión son los nuevos éxitos de los terroristas islámicos en Irak, de donde se está retirando EEUU.
Los expertos y los policías españoles lamentan «el silencio» mayoritario de los líderes de la comunidad islámica en España ante la captación de menores de edad en nombre del Corán para marchar a países extranjeros y matar y morir. Algunos de estos líderes han llegado a considerar las operaciones policiales como un «intento de criminalizar el Islam».
En su editorial, ABC explica la importancia de España en los planes de los terroristas islámicos y la necesidad de cooperación entre los Estados occidentales.
La especial fijación de estos grupos por España también demuestra la importancia de nuestro país en el organigrama de la yihad mundial, no solo como escenario de sus objetivos irredentos, como la reinstauración del islam en Al-Andalus, sino como base de operaciones europea, próxima al norte de África y bien orientada a las regiones donde Al Qaida y el Estado Islámico de Irak y el Levante se hallan en plena actividad terrorista.
La cooperación entre Estados es insustituible, porque la amenaza terrorista pende sobre toda la comunidad internacional, especialmente las democracias occidentales.
España se ha convertido en la vanguardia europea en la lucha contra las redes del islamismo violento. Se trata de una responsabilidad que hay que asumir en solidaridad con nuestros aliados y por interés propio en evitar nuevos atentados islamistas.
Sin alarmismo alguno, pero con todo realismo, la lucha contra el terrorismo islamista durará mucho tiempo.
