Más informal todavía que David Bisbal durante el besamanos posterior a la proclamación de Felipe VI, vestido con pantalones vaqueros y una camisa del mismo tipo de tela por fuera de los pantalones y con camiseta negra por debajo, Jordi Évole ha sido una de las grandes estrellas de la entrega de Premios de la Asociación de la Prensa de Madrid 2013, celebrada el 25 de junio de 2014 en la sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid. El presentador de ‘Salvados’ ha sido galardonado como Mejor periodista del año.
Los otros receptores de los premios APM han sido la adjunta al director de El Mundo, Victoria Prego (Premio APM de Honor), el corresponsal freelance del mismo diario en El Cairo, Francisco Carrión (Periodista joven de año) y el periodista de Local de la SER Felipe Serrano (Periodista especializado en Madrid del año).
Galardonados con los premios APM 2013 y 2012 con Ignacio González.
El apoyo ofrecido por los representantes de los medios para los que trabajan los diversos galardonados han sido muy dispares. Ha destacado la presencia de pesos pesados de El Mundo, empezando por el propio Casimiro García-Abadillo, junto a otros destacados miembros de la redacción como Lucía Méndez o Javier Espinosa, el enviado especial del periódico de Unidad Editorial que estuvo más de seis meses secuestrado en Siria.
La presencia de la SER era más discreta, siendo el rostro más conocido el de Isaías Lafuente, mientras que de laSexta no apareció ninguna de sus primeras espadas. A nivel institucional, la más alta autoridad presente era el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, que por perdición propia fue el encargado de entregar el galardón a Felipe Serrano.
Las intervenciones, tanto de la presidenta de la APM, Carmen del Riego, como de los premiados estuvieron plagadas de los ya tradicionales lamentos de la mala situación económica por la que pasa la profesión, así como las no menos habituales proclamas sobre la importante que es para la democracia y el periodismo que exista un periodismo independiente. Carmen del Riego proclamó: «Existe la responsabilidad de los periodistas».
Victoria Prego hizo un repaso de la profesión desde la Transción, a la que se refirió como «la Edad de Oro del periodismo español» hasta nuestros días. Fue una época, según ella, con periodistas muy bien pagados y con unos empresarios, que «eran editores con vocación» que reclamaban a los miembros de sus redacciones que mantuvieran independencia de criterio. Contrastó esto con la situación actual. Dijo que fue a partir de los 90 cuando «se proletarizó» el periodismo, al empezar a pagarse mal y reclamar que no se tuviera criterio propio. Y eso lo dijo delante de su propio director.
Defensora de las formas tradicionales de ejercer la profesión, fue contundente: «No creo en el periodismo ciudadano, en las redes sociales. Creo en el periodismo donde la información está jerarquizada y avalada por una firma».
Por su parte, Évole arrancó con un guiño a la audiencia: «Que la Asociación de la Prensa de Madrid dé un premio a un periodista catalán es bonito». Posterioremente, González recogía el guante y le respondería diciendo que Madrid le acoge con gusto y que está abierta a todo el que quiera venir a la región. Évole no evitó los temas espinosos, y habló sobre el polémico documental-ficción ‘Operación Palace’, recordó que por este trabajo fue «juzgado» por un cómite de ética de la Federación de Asociaciones de Prensa de España (FAPE) y que «nos absolvieron». Añadió que dicho programa fue precisamente lo que le llamó la FAPE: «una patraña».
Francisco Carrión dedicó buena parte de su íntervención a homenajear a los periodistas que trabajan en Egipto, país del que dijo que «se ha reconciliado con las mordazas». Tuvo, además, palabras de admiración y agradecimiento para Javier Espinosa. Hizo además un llamamiento: «Les pido que trabajemos todos para rescatar el mejor periodismo».
Por su parte, Francisco Serrano reclamó la importancia del periodismo local, que según él es que se acerca los temas más próximos a los ciudadanos. Tuvo palabras de elogio para Ignacio González, del que destacó que siempre responde, ya sea él personalmente ya sea a través de la oficina de información del Gobierno autonómico a todas las cuestiones que se le plantean. A pesar de eso, recordó que «nunca han sido fáciles, y no tienen por qué serlo, las relaciones entre políticos y periodistas». Sin citar ningún medio concreto, aunque los presentes sabían que la propia SER es una de las empresas donde ha habido despidos masivos, lamentó los ERE de los últimos años.
Como colofón, Ignacio González, aunque entregaba el premio a Serrano tuvo palabras de elogio para todos los galardonados. El suyo fue un discurso plagado de citas de Gabriel García Márquez, se ve que otros grandes como Mario Vargas Llosa se quedan para Esperanza Aguirre, sobre el ejercicio de la profesión y reconoció que son tiempos duros para la misma. Amable, no cayó en el halago simplón y evitó sacar pecho por cualquier tipo de acción de su Gobierno.