LA CLAVE DEL DÍA

La Razón y ABC defienden a la Infanta ensuciando el nombre del juez Castro

Los diarios cortesanos reaccionan con furia a la imputación de la infanta Cristina por varios delitos fiscales

El diario de Marhuenda afirma que el juez estaba decidido a imputar a la infanta

El juez José Castro ha cerrado la investigación del caso Nóos manteniendo la imputación de la infanta Cristina de Borbón en varios de los delitos que se atribuyen a su marido, Iñaki Urdangarín. El auto será sin duda recurrido ante la Audiencia de Palma, con lo que el proceso se prolongará aún varios meses.

Los dos diarios monárquicos de Madrid, La Razón y ABC, dedican sendos editoriales a atacar a Castro, al que atribuyen razones ocultas para imputar a la hermana del Rey. Los periódicos que dirigen Francisco Marhuenda y Bieto Rubido sostienen que la situación procesal de Cristina de Borbón se debe a su rango, no a la violación d elas leyes fiscales.

En La Razón, el título del editorial, ‘Imputada por ser quien es’ bordea la acusación al juez de prevaricar.

LA RAZÓN

Determinado a imputar como fuera a la Infanta Doña Cristina, el juez José Castro ha empleado casi cuatro largos años de premiosa instrucción, ha interrogado a más de 330 personas, ha librado decenas de oficios y ha radiografiado de forma exhaustiva los últimos diez ejercicios fiscales de la investigada. Además, ha dado pábulo al chantaje de los correos electrónicos por parte del ex socio de Urdangarín, Diego Torres, y ha rastreado hasta en el personal de la Casa Real posibles implicaciones.

Sin embargo, al final de tan abrumador esfuerzo, que abarca 32.000 folios, el juez se ha quedado solo en apreciar la existencia de indicios de delito, pues ni el fiscal anticorrupción ni el abogado del Estado ni los técnicos de Hacienda (que de cuestiones fiscales algo deben de saber) comparten sus suposiciones ni sus conjeturas. Es más, el fiscal Pedro Horrach fue ayer muy explícito sobre el proceder del juez: la hermana del Rey «ha sido imputada por ser quien es», no por lo que haya hecho o dejado de hacer, y ha sido tratada de «forma injusta».

Pero el juez introduce aquí una curiosa novedad, la forma en que la Infanta interviene: «mediante colaboración silenciosa» por su participación accionarial en la citada sociedad Aizóon. Es decir, Castro deduce que por el mero hecho de ser accionista «silencioso», la Infanta es cooperadora necesaria de delito fiscal y de blanqueo de capitales.

La pelota, por tanto, vuelve a la Audiencia Provincial de Mallorca, donde el juez Castro puede recibir otra severa enmienda.

ABC

El juez Castro ha confirmado sus conocidas intenciones de no dejar a la Infanta Cristina fuera del caso Nóos. Lo ha hecho con un largo auto en el que le imputa, como cooperadora, delitos contra la Hacienda Pública y de blanqueo de capitales atribuidos a su esposo, Iñaki Urdangarín.

Ahora bien, el principio de igualdad ante la ley no se convierte para Doña Cristina en una presunción de culpabilidad. Es ridículo que se reciba la imputación de la Infanta como una demostración de la igualdad, porque esto supone condicionar a los tribunales en cualquier valoración que deban hacer en el futuro sobre la hija de Don Juan Carlos.

El juez Castro, que trufa su decisión con comentarios irónicos mal traídos a una resolución de tanta gravedad, no podía desdecirse a sí mismo en este auto final. Sus valoraciones sobre Doña Cristina son, mayoritariamente, presunciones a partir de indicios. La Infanta, según Castro, tenía que saber, tenía que sospechar y tenía que conocer lo que hacía su marido, y así un largo relato de suposiciones. Y aunque haya inadmisibles irregularidades tributarias acreditadas por la investigación, esto no significa automáticamente que sean constitutivas de delito.

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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